LUIS BOUZA-BREY.-Los padres constituyentes del 78 intentaron crear una fórmula para satisfacer a los nacionalismos periféricos, incorporándola con deficiencias y ambigüedades a la Constitución. Desde entonces, el cretinismo buenista ha seguido la pauta de la mutación constitucional para seguir intentando satisfacer al nacionalismo étnico, obteniendo también el desprecio de aquél y el fracaso de sus aparentes logros e intenciones. Ahora, con el etnonacionalismo transformado en separatismo sedicioso, los populistas intentan adaptarse a él abriendo la vía de agua de la supresión de la soberanía del pueblo español y el otorgamiento del privilegio decisorio al etnonacionalismo y a todo el que quiera reclamarlo. El populismo continúa el camino de concesiones y retrocesos del espíritu democrático, igualitario y respublicano fundacional del régimen del 78. España habrá involucionado nuevamente frente a uno de sus problemas estructurales, malversando nuevamente su ascenso hacia la democracia y la libertad: se habrá introducido en el règimen, de manera definitiva y letal, el privilegio etnicista, antiigualitario e insolidario, que lo implosionará desde dentro.
"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"