"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"
dimarts, 8 de desembre del 2015
La estafa del debate a cuatro en A3Media
Histórico, Decisivo e Innovador. Así vendía A3Media el debate electoral a cuatro del lunes por la noche. Lamentablemente para el espectador, el debate no fue nada de lo anunciado. Ni realmente innovador, ni decisivo y ni mucho menos histórico. Para no ser, no llegó ni tan siquiera a lo que daba de sí el debate de siempre. Cierto, los conductores no controlaron el tiempo de intervención de manera agobiante pero cortaron muchas veces el debate cuando este lograba producirse. Al final, los dos periodistas hablaron tanto o más tiempo que los candidatos.
No fue un debate, fue un acto electoral. Los candidatos repitieron como loros los puntos más atractivos de sus programas y que la audiencia, por poco interesada que esté por la campaña, ya ha oído y seguirá oyendo mil veces hasta el dia 18. También lanzaron las manidas puyas de siempre contra sus adversarios. No, no fue un debate, que sigue siendo la asignatura pendiente de nuestra democracia.
Un debate, queridos colegas, no es que cada candidato exponga, con mejor o peor oratoria o con mejor o peor palmito, su programa electoral sino que sean forzados a explicar y contrastar con sus adversarios el porqué de sus propuestas. Se trata de profundizar en la solidez y la solvencia intelectual de los mismos y no sólo en sus dotes de showman.
En más de dos horas de supuesto debate no conseguimos saber nada nuevo. Y por no saber no supimos ni tan siquiera los puntos principales del programa electoral respecto a los temas más cruciales de este momento histórico: la UE y la política exterior. Apenas 5 minutos para hablar de Siria y desde una óptica exclusivamente provinciana, y cero minutos para hablar del futuro de Europa.
En un momento de crisis y sismos profundos que hacen tambalear las estructuras económicas, financieras, comerciales y laborales hasta ahora existentes en el mundo; en un momento en que en menos de cinco años la revolución digital habrá dejado obsoleta a la revolución industrial dando paso a un nuevo mundo que ya no será comprensible con los parámetros del pasado; en un momento en que en Europa renace el nacionalismo y el populismo, fuerzas centrífugas del proyecto de unión europea; en un momento en que millones de migrantes llegan a nuestro continente escapando del caos político y económico que ha llenado el vacío que la retirada de Occidente ha dejado en el orden internacional; en un momento histórico como éste, A3Media nos ofreció un 'debate' de diseño en el que todos los temas realmente importantes se quedaron fuera.
No fue un debate, señores. Fue una estafa.
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