Este es el 'documental' premiado en los Goya
Esta es una primera réplica sobre lo que el supuesto 'documental' premiado ignora y manipula
'GAZA' no merecía el premio Goya al mejor documental porque no es un documental sino un libelo. El premio más adecuado sería el de mejor publireportaje anti judío. 'GAZA' es un 'fake doc' porque no pretende indagar ni la verdad de los hechos ni contrastar las divergentes versiones de los mismos. Su objetivo es el de siempre: presentar a Israel como un Estado genocida comparable con la Alemania nazi. Tal vez, su única 'originalidad' resida en su cruda obscenidad, que no duda en exhibir y explotar el sufrimiento de las víctimas palestinas en un alarde militante de pornografía política.
Como Leni Riefenstahl, manipulan el mensaje contraponiendo unas imágenes terribles de un niño palestino víctima de un bombardeo con las de judíos rezando impasibles en el Muro de las Lamentaciones. Su antisemitismo es tanto, que sus realizadores tienen que revestirlo de antisionismo para hacerlo más digerible políticamente como es el caso de cuando los entrevistados hablan de 'yahud', que significa 'judío', pero que subtitulan como 'israelí'.
En otro momento, el corto muestra a un agricultor de Gaza que cuenta como los colonos israelíes les disparan. Sin embargo, no hay colonos en la Franja de Gaza. Y no los hay porque ya no es un territorio ocupado por Israel. En agosto del 2005, por decisión del entonces primer ministro Ariel Sharon, Israel se retiró unilateralmente de Gaza, desmantelando todos sus asentamientos. ¿Ignorancia? No, mentira.
Pero lo inaudito del libelo cinematográfico es el haber ignorado deliberadamente, con premeditación y alevosía, que Gaza está gobernada desde hace 14 años por Hamás, una organización terrorista que nunca ha aceptado los acuerdos de paz de Oslo y Madrid y cuyo objetivo es la aniquilación del estado de Israel.
¿Cómo puede hacerse un 'documental' en Gaza sin mencionar ni una sola vez a Hamás? Para decirlo en palabras de Masha Gabriel, es como si se hubiera filmado un documental sobre las víctimas de la Segunda Guerra Mundial mostrando imágenes de Dresde sin mencionar a Hitler o a los nazis. Hamás brilla por su ausencia y la única vez en que se menciona la palabra terrorismo es para... justificarlo!.
Israel ha atacado objetivos militares en Gaza en 7 ocasiones desde su retirada unilateral. Todas ellas en respuesta a ataques palestinos que provocaron víctimas mortales israelíes. Por su parte, Hamas, en lugar de ponerse a construir un Estado palestino en la Franja de Gaza y mejorar las condiciones de vida de su gente, prefirió convertirla en una base militar desde la que atacar a Israel.
Es por ello que muchos israelíes creen que la retirada de Gaza fue un error. Y es por ello que Israel no puede retirarse de Cisjordania. Si no existe un compromiso sincero y creíble de los palestinos de reconocer y respetar la existencia del Estado de Israel, construyendo su propio Estado en base a unas relaciones pacíficas de buena vecindad, Israel no puede abandonar los territorios ocupados. No olvidemos que Tel Aviv se encuentra a tan solo 22 km de la frontera con Cisjordania y Jerusalén en el mismo límite fronterizo.
Israel, a pesar de todos los pesares, es el único estado democrático de la región. Por el contrario, los palestinos, que por los tratados de paz pueden ejercer democráticamente su autonomía, han renunciado a ella. Solo han acudido a las urnas dos veces en 23 años. La primera vez en 1996, tras los acuerdos de paz de Oslo de 1993, y la segunda diez años después en 2006. Unas elecciones que ganó Hamás con el 44% de los votos y que perdió Fatah con el 41%, lo que condujo a una enfrentamiento violento entre ambas facciones.
Hamás se enquistó en Gaza, territorio que utiliza como plataforma para hostigar a Israel. En flagrante violación de las Convenciones de Ginebra, Hamás instala sus bases de lanzamiento de cohetes en zonas residenciales palestinas, dentro o al lado de escuelas, hospitales o mezquitas. Incluso desde la sede la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados, según denunció su jefe en Palestina, Pierre Krähenbühl.
John Ging de la Oficina de coordinación humanitaria de la ONU confirmó a Radio-Canadá el 30 julio de 2014 que Hamas y los otros grupos terroristas de Gaza utilizan a la población civil palestina como 'escudos humanos'
El informe de la Comisión de Investigación Independiente de las Naciones Unidas sobre el Conflicto de Gaza de 2014 es, tal vez, el más objetivo de los realizados por la ONU. A pesar de su sesgo antiisraelí, este informe acusa abiertamente a Hamás de cometer crímenes de guerra:
Con respecto a los grupos armados palestinos, la comisión tiene serias preocupaciones con respecto a la naturaleza inherentemente indiscriminada de la mayoría de los proyectiles dirigidos hacia Israel por estos grupos y por los ataques contra civiles, lo que viola el derecho internacional humanitario y puede equivaler a un crimen de guerra. El aumento del miedo entre los civiles israelíes como resultado del uso de túneles era palpable. La comisión también condena las ejecuciones extrajudiciales de presuntos “colaboradores”, que suponen un crimen de guerra.
Incluso Amnistía Internacional ha reconocido los crímenes de Hamás en Gaza. En su informe del 27 de mayo de 2015
En el caos del conflicto, la administración de facto de Hamás dio vía libre a sus fuerzas de seguridad para que cometieran terribles abusos incluso contra personas bajo su custodia. Estos actos estremecedores, algunos de los cuales constituyen crímenes de guerra, tenían por objeto tomar venganza y sembrar el terror en toda la Franja de Gaza.
Entre los crímenes de guerra está el uso de 'escudos humanos'. Uso que ha reconocido incluso Hamás. Uno de sus portavoces, Sami Abu Zuhri, no solo lo reconocía sino que aseguraba que era 'efectivo'.
¿Por qué dice Hamás que los escudos humanos son 'efectivos'? Pues porque Israel no ataca o aborta una intervención militar cuando tiene constancia de la presencia de civiles en un objetivo militar.
Ese es el mejor reconocimiento de que Israel no solo no actúa como una Estado genocida sino que prioriza evitar víctimas civiles y que respeta las normas internacionales que regulan los conflictos armados.
Las FDI han desarrollado las medidas más completas y sofisticadas para minimizar el número de víctimas civiles en el transcurso de ataques contra objetivos militares legítimos.
Cada ataque aéreo va precedido de sistemas obligatorios de información y vigilancia con múltiples sensores para confirmar la presencia o ausencia de civiles. Se avisa a los ocupantes para que huyan mediante mensajes de texto, llamadas telefónicas y mensajes por radio en árabe. Se lanzan octavillas desde el aire en las que se incluyen mapas que muestran zonas seguras. Cuando las advertencias no se atienden, aviones lanzan explosivos no letales para advertir de que hay un ataque inminente.
Sólo cuando los pilotos y controladores aéreos están seguros de que no hay civiles en el objetivo se autoriza el ataque. Cuando los pilotos emplean munición guiada por láser han de tener áreas de seguridad previamente establecidas hacia las que puedan desviar los misiles en pleno vuelo, en el caso de que aparecieran civiles de forma repentina.
Los pilotos de las Fuerzas de Defensa han abortado numerosas misiones porque en las zonas objetivo permanecían civiles.
Las fuerzas terrestres tienen procedimientos equivalentes, aunque la naturaleza de los combates sobre el terreno implica que éstos sean más rudimentarios y menos sofisticados. Conversaciones con soldados de infantería de las FDI recién llegados de los combates en la frontera de Gaza confirman, sin embargo, que evitar víctimas civiles es su prioridad, incluso cuando ellos mismos son atacados.
Acabo con un tuit del actor y diputado Toni Cantó:
A mí se me escapa por qué mis compañeros de profesión aplauden un boicot al único país de la zona que respeta los derechos de las mujeres y la comunidad LGTBi. https://t.co/IjgrYVcmGf— Toni Cantó (@Tonicanto1) 3 de febrero de 2019