En la actualidad, la violencia en el seno de las parejas gays y lesbianas se gestiona como violencia doméstica y no como violencia de género. Una diferencia sustancial, pues la ley de violencia de género (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género) hace referencia a la violencia física o piscológica que sufre la mujer en el seno de la pareja por parte del varón. En cambio, la ley que articula la violencia doméstica (Ley 27/2003, de 31 de julio, reguladora de la Orden de protección de las víctimas de la violencia doméstica) se refiere a la violencia sufrida por cualquier integrante del mismo núcleo familiar que el agresor, ya sea el varón que sufre violencia por parte de su cónyuge, excónyuge, padres o hijos o la mujer que sufre violencia por parte de sus padres o sus hijos.