George Monbiot, escritor británico, activista y columnista de The Guardian, publicó el 29 de julio de 1999 un artículo en el que advertía que el mundo ya se estaba derrumbando a nuestro alrededor por el cambio climático. No acertó ni una. Sus afirmaciones, como las de otros catastrofistas de la época, se han evidenciado incorrectas. Sin embargo, inasequible al desaliento, el catastrofismo sigue con buena salud, como lo demuestra hoy la publicación de un informe de la ONU que dice, según La Vanguardia, que 'La pérdida de biodiversidad pone a la humanidad en riesgo'. Informe del que, más pronto que tarde, alguien se tomará la molestia de poner sobre la mesa todos sus errores.
Monbiot, escribió esto:
La crisis global ha comenzado. Los efectos del cambio climático son predecibles y negados durante mucho tiempo, y llegan más rápido de lo que incluso los profetas más sombríos esperaban.
Esta semana aprendimos que el ecosistema ártico está colapsando. El hielo se está derritiendo, eliminando las áreas de alimentación de ballenas y morsas. Las poblaciones de osos polares y focas parecen haberse reducido a la mitad. Hace tres semanas, los biólogos marinos informaron que casi todos los arrecifes de coral del mundo podrían estar muertos para fines del próximo siglo. El año pasado, los científicos descubrieron que entre el 70 y el 90 por ciento de los arrecifes que inspeccionaron en el Océano Índico ya habían expirado, en gran parte como resultado del aumento de la temperatura del agua.
Hace un mes, la Cruz Roja informó que los desastres naturales desarraigaron a más personas en 1998 que todas las guerras y conflictos en la tierra combinados. El cambio climático, advirtió, está a punto de precipitar una serie de "súper desastres", una "nueva escala de catástrofe". El demógrafo Dr. Norman Myers calcula que 25 millones de personas ya han sido desplazadas por el cambio ambiental, y esto aumentará a 200 millones en 50 años. La Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres informa que es probable que nueve de las diez enfermedades más peligrosas transmitidas por insectos y otros vectores se propaguen como resultado del calentamiento global. El científico jefe del gobierno británico advirtió que el cambio climático podría hacer que la Corriente del Golfo se paralice. (Seguir leyendo, aquí)
Paul Homewood se ha tomado la molestia de releer el artículo y escribe:
En los veinte años transcurridos desde su publicación, todas y cada una de sus afirmaciones se han demostrado erróneas:
- Las poblaciones de osos polares y morsas han aumentado.
- El hielo marino del Ártico se ha mantenido estable desde 2007.
- Los arrecifes de coral no han desaparecido del Océano Índico.
- Los súper desastres no han ocurrido.
- Cientos de millones no han sido desplazados.
- Las enfermedades tropicales no se están propagando por el calentamiento global.
- La Corriente del Golfo no se ha detenido.
No es que esto le impida hacer el mismo tipo de afirmaciones tontas ahora.