dilluns, 29 d’abril del 2019

Rivera y Sánchez pueden verbalizar impertérritos: 'Donde dije digo, digo Diego', pues tienen larga experiencia en ello




Puede que sea una suerte que los dos ganadores de las elecciones del domingo sean dos hombres sin convicciones, porque solo eso puede lograr la formación del Gobierno menos malo que permiten los resultados electorales. 'Donde dije digo, digo Diego'. Rivera y Sánchez lo pueden verbalizar impertérritos, pues tienen larga experiencia en ello. Lo diferente ahora es que, aunque sea por una vez, ambos tienen la oportunidad de que su vicio personal permita una pública virtud.

Así lo cuenta Arcadi Espada:
Es sabido que durante la campaña electoral el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, hizo una declaración solemne asegurando que su partido nunca pactaría con el Partido Socialista. Ciudadanos ha aumentado notablemente su número de votos y aún más el de sus escaños. Pero el contrafáctico tentador es lo que habría sucedido de no haber mediado esta declaración. Tentador e inútil: Cs debe asumir lo que hizo. Pero no lo que dijo, porque ahora está irrevocablemente obligado a dar su apoyo a un gobierno de Sánchez. Estas cosas son, sin duda, dolorosas, incluso para un hombre como Rivera. Por lo tanto, bueno sería encararlas pronto y sin mayores aspavientos. Ni el Psoe ni Cs pueden hacer otra cosa que gobernar juntos. Las convicciones son extraordinariamente importantes en la política. Pero, por suerte, en esta hora crucial los españoles se han encontrado con una extraordinaria chiripa, fruto de ese azar tan pintoresco que llamamos democracia. Dos hombres sin convicciones, que se disputan encarnizadamente cuál de los dos habrá cambiado de opinión más veces y cuál de ellos entenderá el ejercicio del poder de forma más fría y desnuda van a gobernar este país caliente. Insisto: es una suerte escandalosa. Imagine el desocupado lector qué habría pasado si los dos, o incluso uno solo de ellos, hubieran tenido convicciones.

y así lo siente José García Domínguez:
Rivera ha quemado sus naves y su credibilidad toda en pos de su objetivo primero, que no es el de librar al país de la tutela de golpistas y anticapitalistas, sino el deseo de desbancar al PP para ocupar él su lugar. Y ahora ya no se puede echar atrás. Un Ejecutivo de Ciudadanos con el PSOE, tal como están las cosas tras el recuento de las papeletas, sería lo mejor para España, sin duda. Pero no lo mejor para un Rivera empeñado en su particular guerra fratricida con el PP. Una guerra, la suya personal e intransferible, que ahora le impedirá todo acuerdo de gobierno con Sánchez, so pena de perderla definitivamente. Iba a ser la gran solución y ha acabado siendo parte del problema. Ah, los maquiavelos de provincias.


Sin embargo, las probabilidades que eso suceda son, a día de hoy, nulas. Rivera prefiere consolidarse como líder del principal partido de la oposición. A tan solo 200.000 votos del PP, convertirse en el monaguillo de Pedro Sánchez sería suicida, sería darle un balón de oxígeno al PP de Casado para que se recomponga y sobreviva políticamente.

En realidad, la victoria de Pedro Sánchez ha tenido mucho de espejismo. El resultado obtenido por el PSOE ha sido el peor, en porcentaje de voto, en 40 años de democracia, exceptuando las elecciones de diciembre de 2015. Sin embargo, el hundimiento del PP le ha hecho duplicar el número de escaños respecto al hasta ahora partido mayoritario. No porque el PSOE los haya ganado, sino porque el PP los ha perdido.




dijous, 25 d’abril del 2019

18 predicciones totalmente erróneas que movilizaron el primer Día de la Tierra en 1970




Recientemente colgué en este blog la traducción de un artículo publicado en The Economist el 20 de diciembre de 1997 sobre 'El catastrofismo ecológico', que puso en evidencia, y sigue haciéndolo, los grandes y graves errores de las profecías del ecologismo político.

Hoy, pocos días después de la 49 edición del Día de la Tierra, resucito el trabajo de Ronald Bailey 'El Día de la Tierra, antes y ahora', publicado en Reason en el año 2000. En él, Bailey cuenta que la celebración del primer Día de la Tierra en1 970 provocó un torrente de predicciones apocalípticas. "Nos quedan cinco años para actuar", decían. Sin embargo, tres décadas después, cuando escribe Bailey, el mundo no solo no había llegado a su fin sino que "el futuro ecológico del planeta nunca ha sido tan prometedor".

Del trabajo de Bailey, John Shanahan extrae 18 predicciones que se desarrollaron a partir del primer Día de la Tierra y que han resultado "no ser simplemente equivocadas, sino espectacularmente equivocadas"

1. El biólogo de Harvard George Wald estimó que "la civilización terminará dentro de 15 o 30 años, a menos que se tomen medidas inmediatas contra los problemas que enfrenta la humanidad".

2. "Estamos en una crisis ambiental que amenaza la supervivencia de esta nación y del mundo como un lugar adecuado para la habitabilidad humana", escribió el biólogo Barry Commoner de la Universidad de Washington en el Día de la Tierra de la revista académica Environment.

3. El día después del primer Día de la Tierra, la página editorial del New York Times advirtió: "El hombre debe detener la contaminación y conservar sus recursos, no solo para mejorar la existencia sino para salvar a la raza del deterioro intolerable y la posible extinción".

4. "La población inevitablemente superará completamente cualquier pequeño aumento en el suministro de alimentos que hagamos", declaró confiadamente Paul Ehrlich en abril de 1970. "La tasa de mortalidad aumentará hasta que al menos 100-200 millones de personas por año se mueran de hambre durante los próximos diez años".

5. “La mayoría de las personas que van a morir en el cataclismo más grande en la historia del hombre ya han nacido”, escribió Paul Ehrlich en un ensayo de 1969 titulado “¡Eco-catástrofe!“ para…1975!, algunos expertos creen que la escasez de alimentos habrá aumentado el nivel actual y se producirán hambrunas de proporciones increíbles. "Otros expertos, más optimistas, piensan que la colisión definitiva entre alimentos y población no se producirá hasta la década de los ochenta".

6. Ehrlich esbozó su escenario más alarmista para la edición del Día de la Tierra de 1970 de The Progressive, asegurando a los lectores que entre 1980 y 1989, unos 4 mil millones de personas, incluidos 65 millones de estadounidenses, perecerían en la "Gran muerte".

7. "Ya es demasiado tarde para evitar la hambruna masiva", declaró Denis Hayes, organizador principal del Día de la Tierra, en la edición de primavera de 1970 de The Living Wilderness .

8. Peter Gunter, profesor de la Universidad Estatal del Norte de Texas, escribió en 1970: “Los demógrafos están de acuerdo casi por unanimidad en el siguiente calendario sombrío: para 1975 comenzarán las hambrunas generalizadas en la India; estas se extenderán en 1990 para incluir a toda la India, Pakistán, China, el Oriente Próximo y África. Para el año 2000, o posiblemente antes, América del Sur y Central existirán en condiciones de hambruna ... Para el año 2000, dentro de treinta años, todo el mundo, con la excepción de Europa Occidental, América del Norte y Australia, se estará muriendo de hambre".

9. En enero de 1970, Life informó: "Los científicos cuentan con sólidas pruebas experimentales y teóricas para respaldar (...) las siguientes predicciones: en una década, los habitantes urbanos tendrán que usar máscaras antigás para sobrevivir a la contaminación del aire ... para 1985 la contaminación del aire habrá reducido la cantidad de luz del sol que llega a la tierra a la mitad...".

10. El ecologista Kenneth Watt le dijo a Time que, "al ritmo actual de acumulación de nitrógeno, es solo cuestión de tiempo antes de que la luz se filtre de la atmósfera y ninguna de nuestras tierras sea utilizable".

11. Barry Commoner predijo que los contaminantes orgánicos en descomposición consumirían todo el oxígeno en los ríos de Estados Unidos, lo que causaría que los peces de agua dulce se asfixiaran.

12. Paul Ehrlich pronosticó en 1970 que "la contaminación del aire (...) sin duda cobrará cientos de miles de vidas solo en los próximos años". Ehrlich esbozó un escenario en el que 200.000 estadounidenses morirían en 1973 por "desastres de smog" en Nueva York y Los Ángeles.

13. Paul Ehrlich advirtió en la edición de Audubon de mayo de 1970 que el DDT y otros hidrocarburos clorados "pueden haber reducido sustancialmente la esperanza de vida de las personas nacidas desde 1945". Ehrlich advirtió que los estadounidenses nacidos desde 1946 ahora tienen una esperanza de vida de solo 49 años , y predijo que si los patrones actuales continuaran, esta expectativa alcanzaría los 42 años para 1980, cuando podría estabilizarse. (Nota: Según el informe más reciente de los CDC, la esperanza de vida en los EEUU es de 78,8 años).

14. El ecologista Kenneth Watt declaró: “Para el año 2000, si continúan las tendencias actuales, estaremos usando petróleo crudo a un ritmo tal (...) que ya no habrá más petróleo crudo. Conducirás hasta la gasolinera y dirás: 'Llénalo, amigo', y él dirá: 'Lo siento mucho, no hay'”.

15. Harrison Brown, un científico de la Academia Nacional de Ciencias, publicó un gráfico en Scientific American que analizó las reservas de metales y estimó que la humanidad se quedaría sin cobre poco después de 2000. El plomo, el zinc, el estaño, el oro y la plata se agotarían antes de 1990.

16. El senador Gaylord Nelson escribió en Look que, “Dr. S. Dillon Ripley, secretario del Instituto Smithsonian, cree que en 25 años, entre el 75 y el 80 por ciento de todas las especies de animales vivas se habrán extinguido".

17. En 1975, Paul Ehrlich predijo que “dado que más de nueve décimas partes de las selvas tropicales originales se eliminarán en la mayoría de las áreas dentro de los próximos 30 años, se espera que la mitad de los organismos vivos de estas áreas desaparezcan.”

18. Kenneth Watt advirtió sobre una inminente Edad de Hielo: "El mundo se ha enfriado bruscamente durante unos veinte años", declaró. "Si las tendencias actuales continúan, el mundo estará más o menos cuatro grados más frío que la temperatura media global en 1990, pero once grados más frío en el año 2000. Esto es aproximadamente el doble de lo que se necesitaría para entrar en una era glacial".


dijous, 18 d’abril del 2019

Texto del informe Mueller: Tanto tiempo para tan poca cosa


Parte 1

Parte 2



La promesa de Sánchez de modificar la tipificación de los delitos sexuales es un timo electoral




Como es impensable que Pedro Sánchez y sus asesores jurídicos sean unos ignorantes, lo que dicen a sus electores es simplemente una mentira. O, más exactamente, un timo como explica Tsevan Rabtan.

Lo que dice en el vídeo es falso porque:

1/ los delitos sexuales ya están tipificados

2/ todos los tipos tienen un común denominador: la ausencia de consentimiento en la víctima


En el siguiente hilo, José María de Pablo, abogado penalista y profesor en @derecho_unav y en @IElaw, cuenta con una claridad meridiana lo que dice el Código Penal al respecto:

1/ A cuenta del cacao mental de algunos candidatos con los delitos sexuales, aquí un hilo resumen de lo que dice a día de hoy el Código Penal vigente.
2/ Todo acto sexual realizado sin el consentimiento de la otra persona es delito de abuso sexual (art. 181 CP): 1 a 3 años de prisión.
3/ Si el acto sexual no consentido consiste en acceso carnal o introducción de miembros u objetos la pena se eleva: 4 a 10 años de prisión.
4/ Si el acto sexual no consentido se comete mediante violencia o intimidación, estaremos ante una agresión sexual (art. 178). Lo que era 1 a 3 años se convierte en 1 a 5 años de prisión.
5/ Cuando la agresión sexual (violencia o intimidación) consiste en acceso carnal o introducción de miembros u objetos se castiga por violación de 6 a 12 años de prisión (art 179).
6/ En determinadas circunstancias (caracter degradante, dos o más autores -"manada"-, víctima vulnerable, relación de superioridad, armas o medios peligrosos, etc), la agresión sexual básica sube a los 5 a 10 años, y la violación a los 12 a 15 años de prisión.
7/ Así que hay una graduación proporcional:
🔹tocamientos y similares: 1 a 3 años.
🔹tocamientos con violencia/intimidación: 1 a 5 años
🔹acceso carnal: 4 a 10 años.
🔹acceso carnal con violencia/intimidación (violación): 6 a 12 años
🔹con agravantes: hasta 15 años
8/ Por supuesto, todos estos casos tienen un denominador común: ausencia de consentimiento en la víctima.
9/ En el caso de los menores, se considera que su consentimiento, aunque lo hubiera, está viciado, por eso se castiga cualquier acto sexual con menores de 16 años, medie o no consentimiento (arts 183 y ss).
10/ También se castiga el acoso sexual (art 184), el exhibicionismo (arts 185 y 186), la explotación sexual (art 187), o la corrupción de menores (arts 188 y 189).
11/ Como todos los capítulos del código penal, siempre caben mejoras. Pero la técnica de tipificación de estos delitos, que castiga proporcionalmente atendiendo a la gravedad de cada acto (violencia...) y a la condición de la víctima (menor, vulnerable...) me parece ejemplar.
12/ Y pretender que la prueba del consentimiento exija la prueba de un SÍ verbalizado, no sé si por escrito y ante notario, me parece jurídicamente ridículo.
Fin del hilo.




dilluns, 15 d’abril del 2019

DIRECTO | Jornada 31 del juicio del "procés" en el Tribunal Supremo


El juicio contra los 12 líderes del 'procés' continúa hoy con la testifical del instructor de las diligencias del Juzgado nº 13 de Barcelona y unos 60 policías




Nadie quiso ver cuánta razón tenía Tarradellas





"Para vergüenza de los políticos catalanes -especialmente los de izquierda, el PSC y el PSUC- sólo Tarradellas denunció las intenciones de Pujol. Y para el colmo de la vergüenza nadie le hizo caso. Ahí están los verdaderos culpables de lo que ha sucedido en estos últimos años"


Artículo completo en Crónica Global


dimarts, 9 d’abril del 2019

España o Sánchez; España Constitucional o Fraude Popular



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España necesita un partido socialdemócrata moderno y serio que se sienta orgulloso de su país y acepte la Historia de una maldita vez en lugar de intentar reescribirla, un partido que reconocería los desmanes del socialismo de antaño con enorme distancia emocional porque nada tendría que ver con él. Desgraciadamente este PSOE de hoy ha involucionado a pesar del loable y patriótico esfuerzo de su rama moderada para echar en su día a Sánchez. Sin duda, este socialismo moderado ve hoy con zozobra cómo Sánchez amenaza España con un nuevo Frente Popular, con la potencial ruptura del orden legal y de la unidad nacional. Ningún español de bien quiere que España se trocee, que la ley sea papel mojado y que los separatistas catalanes, indultados y premiados por Sánchez después de las elecciones, se rían a carcajadas humillando de nuevo, desde su enorme arrogancia, al pueblo español. Por ello, tengo la fundada esperanza de que estos socialistas moderados priorizarán la E de españoles frente a la S de socialistas y le darán la espalda a Sánchez sabiendo que sólo un mes después podrán votar tranquilamente a dirigentes más sensatos del PSOE en la elecciones autonómicas. Porque, por encima de afinidades e ideologías, es la España de todos la que está en juego.


Leer el artículo completo de Fernando del Pino Calvo-Sotelo, aquí


DIRECTO | Jornada 28 del juicio del procés desde el Tribunal Supremo





divendres, 5 d’abril del 2019

Manifiesto 'Por la convivencia lingüística, la neutralidad política y la calidad educativa'




La Europa de Sísifo o la historia interminable de la construcción europea





Cuando se firmó el Tratado de Roma el 25 de marzo de 1957, tenía 4 años. Pertenezco, pues, a esa generación de europeos -en nuestro caso, europeos del extrarradio- que nacieron con el alumbramiento del noble y ambicioso proyecto de construir una Europa unida. Crecí con él desde que tuve uso de razón política y siempre estuve convencido de que vería el sueño convertido en realidad.

Sin embargo, han pasado 62 años -¡casi toda una vida!- y el proyecto no solo sigue inacabado sino que manifiesta graves síntomas de desfallecimiento y, por primera vez, de descomposición. Cada día que pasa, lo que era una esperanza se me antoja más una utopía que, como el cielo, solo podremos alcanzar en la otra vida.

¿Qué hemos hecho mal? ¿Qué no hemos sabido  hacer? ¿Nos equivocamos de constructo? La Europa unida de Schumann o Monnet ¿iba mucho más allá de una comunidad de naciones colaborando estrechamente entre sí?

Los europeos necesitamos respuestas a esas preguntas. Y si los europeístas no las dan, las darán otros, como el populismo, ese cajón de sastre en que la pereza intelectual coloca todo aquello que no sea la centralidad socialdemócrata, también conocida como consenso socialdemócrata.

El europeísmo ha encontrado en el populismo nacionalista el enemigo exterior, el chivo expiatorio, el culpable de los problemas que no ha sabido afrontar ni resolver. Problemas que, nos dicen, se disolverán en cuanto lo derrotemos. Lamentablemente, se trata de un diagnóstico equivocado: el populismo no es tanto causa como consecuencia del fracaso para alcanzar una democrática y convincente unión política.

Veámoslo:

La euforia que siguió a la caída del muro de Berlín -con la reunificación de Alemania en octubre de 1990 y los países de la Europa del Este llamando a la puerta de la Comunidad Europea- permitió que los federalistas socialdemócratas y democristianos colocasen en el orden del día el objetivo de la unión monetaria y política de Europa.

Todo empezó en Maastricht el 7 de febrero de 1992. El momento parecía óptimo. Desaparecido el enemigo soviético, todas las naciones de la Europa del Este miraban hacia la CE. El debate, casi tridentino, basculó entre los que defendían profundizar primero y ampliar después y los que propugnaban lo contrario. Se optó por no aplazar la ampliación y se especuló con una profundización a dos velocidades.

Algunos advirtieron de que el debate no era una simple cuestión de orden, de prelación formal, sino de fondo. A muchos de los que primaban la ampliación, la profundización les gustaba poco o nada. Para los países del Este de Europa, que acababan de recuperar la democracia y la soberanía nacional tras décadas de 'soberanía limitada' al poder soviético, no les hacía ninguna gracia perderlas de nuevo, aunque fuera libre y parcialmente. Ese era también el caso de muchos ciudadanos de la Europa occidental, que empezaban a no compartir la euforia unificadora de las élites europeas.

El 2 de junio de 1992, Dinamarca hizo sonar la primera señal de alarma al rechazar en referéndum el Tratado de la Unión Europea o Tratado de Maastrich. Tratado que refrendará once meses después, tras muchas presiones y de obtener concesiones y salvaguardas.

El 20 de setiembre de 1993, Francia, considerada con Alemania el gran bastión del europeísmo, sonó la segunda alarma. Y esta fue mucho más preocupante. A pesar de ganar el sí con el 51,4%, la ratificación estuvo a punto de ser derrotada ya que se impuso por tan solo un 1,4% de los votos. En palabras del economista Ashoka Mody, profesor de la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales Woodrow Wilson, de Princeton, 'las personas que ayer votaron NO se corresponden con los chalecos amarillos de hoy':
'Le référendum français de septembre 1992 a été particulièrement important dans ce processus pour plusieurs raisons. La première est de comprendre que sociologiquement et économiquement, les personnes qui ont voté NON correspondent aux Gilets jaunes d'aujourd'hui. Ce moment a donc révélé qu'il existait déjà une profonde fracture en France, même si celle-ci ne s'est pas toujours reflétée dans les élections. Les politiques français ont pensé trouver dans l'euro une solution à leurs problèmes économiques, alors qu'il s'agissait avant tout de problèmes domestiques: manque de croissance, inégalités, fragmentation sociale. Mais l'idée selon laquelle l'euro allait résoudre ces problèmes n'a rien en commun, ni avec la théorie, ni avec la pratique économique. Le deuxième message de ce référendum, est que ceux qui ont voté NON avaient peur de voir l'Allemagne devenir le pays dominant de l'Union monétaire'.
Pese al tembleque, el camino hacia la unión monetaria y política -que durante 20 años persiguieron Pompidou, Giscard y Miterrand creyendo erróneamente que les permitiría equilibrar la economía de Francia con la de Alemania- sigue adelante. En 1997 se firma el Tratado de Ámsterdam. Un año después se crea el Banco Central Europeo. A finales del 2000 se firma el Tratado de Niza. El 1 de enero de 2002 entran en circulación los billetes y monedas de euro y el 29 de octubre de 2004 se pretende dar el gran salto adelante con la aprobación del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa.

Pero esta vez, el Demos no dispone lo que el Dios europeo propone. El 29 de mayo de 2005 Francia dice NO en referéndum al Tratado Constitucional. Con una participación del 69,34%, el 54,68% de los franceses vota en contra. Tres días después, el 1 de junio, Holanda también vota NO. El 61,6% de los votantes holandeses rechaza el Tratado.

El golpe es de campeonato, pero las élites europeas, inmunes al desaliento y dispuestas a cualquier cosa menos aceptar la voluntad popular cuando esta no les gusta, suprimen el Tratado Constitucional con una mano mientras que con la otra lo injertan en el que será el Tratado de Lisboa, aprobado el 13 de diciembre de 2007.

Esta vez quien se resiste es Irlanda. El 12 de junio de 2008, el 53,4% de los irlandeses vota NO al tratado de Lisboa, con una participación del 53,1%, mayor que la esperada. La UE, sin el más mínimo respeto por la voluntad de los electores, presiona a los irlandeses para que cambien su voto, cosa que logra el 2 de octubre de 2009 cuando, en un nuevo referéndum con un 59% de participación, el 67,13% de los irlandeses dieron su brazo a torcer y dijeron Sí al nuevo Tratado.

Ello evidencia que si el camino hacia la Comunidad Económica Europea fue un éxito, la marcha hacia la unidad monetaria, fiscal y política, con su importante pérdida de soberanía nacional, no se percibe como tal y provoca una fuerte resistencia.

El proyecto federal social-cristiano se sostiene ignorando que la soberanía está profundamente enraizada en la historia de Europa y constituye no solo uno de sus grandes valores sino el único ámbito todavía completo de democracia real de sus ciudadanos. Esta ignorancia voluntariosa ha llevado a que en lugar de que los estados nacionales se diluyesen en la UE, es la UE la que parece diluirse ante el resurgir de los Estados-nación.

Je crois dans le projet européen, dans ce projet de paix - et que la période entre 1945 et 1970, celle du traité de Rome est un accomplissement magnifique. C'est un projet de sagesse. Mais tout ce qui est intervenu après cette période - en excluant le développement du marché unique dans lequel je crois – c’est-à-dire toute la structure de l'euro, déconstruit en réalité la réussite européenne des 25 années qui ont suivi la deuxième guerre mondiale. Mais nous assistons à un retard cognitif qui voudrait que l'euro soit la continuation de la réussite du traité de Rome, ce qui n'est simplement pas vrai.

La crisis económica y financiera y la crisis de los inmigrantes y refugiados acabaron por alejar a muchos europeos de las instituciones de la UE. Unas instituciones y sus líderes que toman decisiones políticas concretas, acertadas o equivocadas, sin estar sometidas al escrutinio democrático que los ciudadanos ejercen con sus dirigentes políticos en sus Estados nacionales. Para decirlo sin eufemismos: los principales países del euro dejaron claro que no están dispuestos a pagar la factura para una mayor integración, y los de la periferia que no quieren ser gobernados por la Comisión Europea.

Estancada en un limbo semi democrático, la UE no ha logrado -en palabras de Ralf Dahrendorf- igualar al Estado-nación 'como unidad relevante de pertenencia y participación cívica para la mayoría' de los europeos y 'como espacio político en el que prospera la constitución de la libertad'.

Las cesiones de soberanía política deberían haber ido acompañadas de medidas de control democrático por los ciudadanos europeos. Muchos hubiésemos aceptado compartir el marco soberano de nuestro estado con otro marco soberano más amplio. Pero eso ahora es imposible.

The question of whether European citizens want more Europe has never been really deliberated in any meaningful way. It was never clear what the point of the Euro was. It certainly didn’t deliver more prosperity. And the lack of consultation with the people has created a simmering anxiety of opposing kinds in different nations. In Germany that anxiety plays on the possibility that Germans may have to pay the bills for other countries. In much of southern Europe, people are anxious that Germany has become too dominant, and that, in periods of crisis, the German chancellor may become de facto European chancellor.

There is no electoral mechanism for accountability and legitimacy. So the whole process is inherently undemocratic – the people who are affected by decisions cannot vote out those making the decisions.

¿Podría darse la paradoja que restaurando un grado de soberanía nacional a las naciones europeas ello volvería a unir a los europeos? Mody cree que sí:

Me pregunto, ¿qué es lo que une a los europeos? ¿Cuál es la razón fundamental para que los europeos se consideren europeos? Hace casi 70 años, Schuman pidió una base común para el desarrollo económico para crear una federación. La idea de una federación se ha ido, al igual que la creencia en una base común para el desarrollo económico. Por lo tanto, tiene que volver a la otra proposición de Schuman: que los europeos necesitan mantenerse unidos en aras de la paz. En el sentido moderno, eso puede extenderse a la protección y preservación de la democracia y al fomento de los derechos humanos. Los europeos deben preguntarse si aún creen en esos valores, los valores de una sociedad abierta, y están dispuestos a trabajar por la creación de una sociedad abierta en la que se fomenten la paz, la democracia y los derechos humanos

La zona euro debería volver a principios monetarios sólidos y más simples y a una disciplina fiscal basada en el mercado. Los Estados miembros deben ser totalmente soberanos y responsables de sus propias políticas macroeconómicas y finanzas públicas, y ser suspendidos o expulsados ​​del euro si no pueden ejecutar políticas fiscales y macroeconómicas sostenibles.

Termino con esta reflexión de JOSEPH H. WEILER: “Millones de europeos ni son fascistas ni son idiotas”

El punto de vista nacionalista dice que el ciudadano pertenece al Estado, pero, por contra, el patriotismo liberal defiende que el Estado pertenece al ciudadano. Es esencial esta visión liberal para la buena salud de la democracia republicana. Es una posición de responsabilidad solidaria, no narcisista, ni egoísta, en la que la persona se siente responsable de la sociedad de la que forma parte. Pienso que la gente tiene hambre de este sentimiento porque da un sentido a la vida que no es solamente el sentido neoliberal, mercantilista, de cómo puedo conseguir lo mejor a mí mismo. La visión del patriotismo liberal ha sido abolida muchos años y esta hambre de patriotismo liberal no ha sido satisfecha en los países europeos y ha permitido el auge del nacional-populismo.

Creemos en derechos fundamentales, en la igualdad, pero no podemos ignorar que el ser español, o francés, o lituano… tiene una especificidad no fungible que se debe respetar. Si se desprecia esto es una agresión a una dimensión esencial del sentido de la vida.

La secularización de Europa ha eliminado del discurso público un elemento muy importante: que cada semana en todas las iglesias, sinagogas, actos públicos, había una voz que no hablaba sólo de derechos, sino también de deberes, de responsabilidad personal. Esta voz ha desaparecido de Europa.
En Europa nos hemos olvidado de estos tres valores: patriotismo, identidad y responsabilidad, que una vez fue la religión, y este hueco lo ha aprovechado el presidente húngaro, Orban, y el resto de líderes nacionalistas. Dicho esto, yo rechazo la idea de que millones de europeos son fascistas o idiotas. Hay un hambre que la democracia constitucional tradicional no ha sabido cómo satisfacer y lo han aprovechado versiones indignas del patriotismo para sacar tajada.

En 1979, las primeras elecciones directas al parlamento europeo, la participación fue más o menos del 60%. Se consideró muy bajo. Todo el mundo decía que era porque el parlamento no tenía ningún poder real y que cuando esto cambiara aumentaría la participación. Pero ha pasado lo contrario. Ha ido obteniendo poderes y competencias y cada elección ha ido perdiendo participación. En 2014 fue la más baja. ¿Cómo se explica?

Para mí es muy fácil de explicar. Yo soy muy pro-europeo. Pero pese al poder de la Cámara, la Unión Europea, la gobernanza de la Unión no tiene dos elementos indispensables para cualquier democracia: uno, que los ciudadanos pueden decir quién va a gobernar: Sánchez o Casado, May o Corbyn, Macron o Le Pen. Esto no pasa en Europa. ¿Cómo se puede llamar a eso democracia? La segunda cosa es que el resultado de las elecciones debe decidir también con qué dirección ideológica se va a gobernar. Ahora no pasa. La mayoría parlamentaria de Bruselas no refleja la línea ideológica de la UE. Los ciudadanos son listos, inteligentes, y renuncian a ir a votar cuando no se deciden estas cosas primordiales. Hay un déficit democrático en la Unión Europea persistente y profundo. Aunque crezcan los partidos euroescépticos, lo más importante el 26 de mayo es que la participación suba. Para mi basta: que más europeos voten es ya muy importante. Si hay una mayor participación será una victoria para la UE.










dimarts, 2 d’abril del 2019

'Alguien que ha sido desmoralizado es incapaz de valorar la información veraz. Para él, los hechos no cuentan'


El periodista soviético y agente del KGB, Yuri Bezmenov, desertó a Canadá en 1970. A pesar del tiempo transcurrido y de la caída del régimen soviético en Rusia y Europa del Este, sus revelaciones sobre la penetración del ideario comunista en las sociedades abiertas y, en concreto, en la sociedad estadounidense, son de una acongojante actualidad.

En esta entrevista, de hace 35 años, Bezmenov describe las 5 fases del proceso de desestabilización de EEUU. De las cinco fases - desmoralización/posverdad, desestabilización, crisis y normalización- EEUU se encontraría en la segunda.

 

La entrevista completa, aquí