La política monetaria no es sustitutiva de la unión fiscal europea ni de las reformas estructurales. Quizás el BCE no se equivoque sino que le pedimos demasiado. Pero quizás sea culpa suya al insistir en soluciones que en el mejor de los casos solo ganan tiempo, y en el peor crean problemas adicionales. Draghi ha situado al BCE y a la política monetaria ante un objetivo imposible y ha creado el espejismo de que lo puede conseguir. Más le valdría a la autoridad monetaria recuperar su discurso y su política clásica y presionar a los gobiernos del euro para que avancen en la unión fiscal, con la creación de un ministerio de Finanzas para la Euro Zona y la emisión de eurobonos, y en las reformas estructurales. Tal vez así también se recupere el multiplicador bancario y la inflación.Leer artículo completo
"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"
diumenge, 17 d’abril del 2016
La política del BCE supone un castigo a los ahorradores y un premio a los deudores
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