'Evaluamos que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una campaña de influencia en el año 2016 destinada a la elección presidencial de Estados Unidos. Las metas de Rusia eran socavar la confianza pública en el proceso democrático de Estados Unidos, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y su potencial presidencia. Evaluamos además que Putin y el gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por el presidente electo Trump.'
Según reconoce el mismo informe, la CIA y el FBI tienen una alta confianza (no toda) en esta sentencia, mientra que la NSA tiene una confianza moderada (poca).
De momento, la única prueba de una acción que sin duda perjudicó a Hillary Clinton y benefició a Trump no la cometió ningún hacker ruso o vendido al oro de Moscú sino el FBI, cuando sacó a la luz, pocos días antes de las elecciones, nuevos e-mails supuestamente comprometedores para la candidata demócrata. ¡Con estos amigos internos no hacen falta enemigos externos!
Ahí les dejo algunos de los 'datos' principales que recoge el informe:
No se pierdan, sin embargo, el texto original. Pasen y lean. Lean en manos de quién está la seguridad occidental
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