Jon Haidt explica que se trata de una 'revolución moral' y que su último hito ha sido la creación de los 'safe spaces' en las universidades de EEUU, Canadá y Gran Bretaña a partir de 2015. Antes, los estudiantes solían estar en contra de la autoridad, en contra de las normas y por la máxima libertad. Ahora, por el contrario, son los estudiantes los que demandan que la autoridad imponga nuevas normas y regulaciones aún a costa de la libertad.
En Plaza Moyua lo interpretan así:
Es de niños cuando aprendemos los trucos para solucionar los conflictos . Y si has pasado la infancia bajo supervisión, el truco es ligarte al que pueda hacer la función de “adulto”, poniendo cara de víctima para que castigue al que le tienes manía — con o sin razón. En el caso de la universidad, su administración. Cuando lleguen al mercado laboral … supongo que el macho alfa Coleta Morada, y los vengadores de Potemos.
Si Haidt tiene razón, y esa pinta lleva, puede ocurrir que en este caso no funcione el cambio usual de “ideología” -o mentalidad- con la edad. Que se es más proclive en edades tiernas a las grandes ideas que nunca funcionan, y al crecer se le va dando más peso a la p*t* realidad. Pero si vienen embarcados en el uso del truqui del victimismo y las prohibiciones morales, podría ocurrir que eso perdure en el tiempo. Y que el mundo cambie, por una interrupción del tránsito de la infancia al adulterio.
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