La absolución en un caso mediático no solo trae graves consecuencias para las personas, individualmente consideradas. Trae también graves perjuicios para la moral general. Dado que policía, fiscales, acusaciones particulares y medios sometidos a una estricta monodieta de fuentes acusatorias han ido dictando sentencias, al ritmo de las oportunas filtraciones, durante la instrucción del caso, la opinión general se ha ido formando sólido juicio, nunca mejor dicho, sobre la catadura de los acusados y el signo de los hechos. Y, como consecuencia, la absolución supone siempre una desmoralización. La insidiosa sospecha de que no se ha hecho justicia. En el imaginario del fiero populismo una absolución significa que los jueces han logrado neutralizar las heroicas y veraces indagaciones de fiscales y policías (que policías y fiscales han filtrado previa y debidamente, por lo que pudiera pasar) y las han sometido al dictado corrupto de la política. Cualquiera habla en España de la politización de los jueces. Nadie habla en España de la politización de los fiscales y de la policía. Porque es justicia la que acusa y es política la que absuelve.ARCADI ESPADA
"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"
diumenge, 25 de juny del 2017
En España, es justicia la que acusa y es política la que absuelve
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