Fotos de Merkel | Salvador Sostres

Mientras la indigente izquierda europea ladra contra Merkel, el capitalismo y la presunta culpa de Occidente; los refugiados no quieren saber nada de la izquierda y acuden al Occidente capitalista y libre, gritando: “¡Alemania, Alemania!” y exhibiendo fotos de Merkel.

La izquierda europea vio en los refugiados carnaza a buen precio para hacer su demagogia, y pensaba que sin demasiada dificultad, ni demasiado esfuerzo, podría exprimir como es su costumbre el sufrimiento ajeno.

Y poco a poco ha ido quedando claro qué buscan los que pasan hambre, a qué parte del mundo acuden, a qué países concretos, y en qué líderes y en qué sistemas económicos confían. Acuden al capitalismo que algunos consideran salvaje, acuden a la rectitud que algunos llaman austericidio, acuden al corazón de valores tan fundamentales como la propiedad privada.

La izquierda con sus lecciones, con su pretendida y falsa superioridad moral quiere siempre avergonzarnos pero es ella quien tendría que sentir vergüenza, ella que siempre y en todo ha fracasado y a tanta gente ha hecho morir de hambre o de pura violencia. Nadie huye hacia ellos, nadie quiere sus recetas, nadie huye del horror para ingresar en un horror nuevo.

Los refugiados sirios huyendo hacia la libertad y hacia la derecha, son una verdad nítida, resplandeciente; son un testigo de humanidad más allá de la propaganda, más allá de la demagogia, son la vida puesta a prueba con todas sus urgencias, con todo su dolor, con toda su miseria, con todas sus esperanzas puestas en La Civilización, con todo su deseo de mundo mejor en nuestro mundo cristiano, atlantista, capitalista, compasivo y tan, tan bello.

Salvador Sostres