La derecha no se puede unir para gobernar, porque a su vez está dividida en unionatas y separatas, y le faltarían 15 escaños.
Y a la izquierda en teoría le pasa lo mismo, pero a lo bestia. Está dividida casi por mitades entre “naciones a la carta” y “no discutamos chorradas”.
En un país con un sistema de partidos relativamente débiles y diputados relativaente fuertes, este resultado no produciría ningún problema. Sería fácil una negociación o componenda por el camino mas corto. Un gobierno de la derecha, con las suficientes concesiones a la izquierda como para que se apunten 13 diputados de la izquierda de los de “no discutamos las chorradas”.
En un país con partidos fuertes, pero que tuvieran más visión de servicio que visión de mamoneo, se llegaría a lo mismo. Quitando a Rajoy si hiciera falta, o lo que sea. ¡Porque es al camino más corto hacia lo que menos jode al electorado, según esos resultados!
Pero el sistema que tenemos en España no parece producir ninguna de las dos circunstancias anteriores. Y se puede llegar a paradojas alucinantes. Como que ganen los separatas con sólo un 28% de los escaños. O como que las burguesías catalana y vasca consigan la independencia de … ¡países antisistema!; y los antisistema del resto de España se queden con un país … ¡abrumadoramente PP! Les habríamos puesto un piso a ETA y a la meona de Barcelona. Quia; un pisazo. Y todo para conseguir dos Venezuelas y una Polonia … si hay suerte. Texto completo...
"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"
dilluns, 4 de gener del 2016
En España podemos dar el pego y ser dos Venezuelas y una Polonia
El iluminado que nos prometió el cielo de una nueva nación y nos llevó ante el infierno frentepopulista
SALVADOR SOSTRES.- Ni Mas es independentista ni puede quejarse de lo bien que le ha ido en España. Tanto a él como a sus familiares. Pero para mantenerse en el cargo, ha ido defendiendo posiciones cada vez más extremas y grotescas con las que pensaba ganarse el favor de los partidos de izquierda, así como de la masa, iracunda y desorientada. Al final, la izquierda (Esquerra) y la extrema izquierda (Podemos y CUP) se han quedado con sus votos y le han despachado. Y en breve cambiarán la urgencia separatista por la emergencia social, de modo que Mas, no solo se ha cargado el centro derecha, sino que ha dejado a Cataluña en manos de socialistas y comunistas, en la clase de desastre que nos acaban siempre procurando los iluminados que vienen a salvarnos. Pero es cierto: no es nada que los catalanes no merezcamos, por tal como nos hemos comportado.
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