dimarts, 21 de març del 2017

¿No era lógico pinchar el teléfono de Trump si se creía que conspiraba con Rusia para derrotar a Hillary?




El increíble director del FBI, James Comey, ha declarado dos cosas tan importantes como obvias en su última comparecencia: que está investigando los vínculos entre la campaña presidencial de Trump y el gobierno ruso y que no tiene dato alguno que apoye los tuits de Trump acusando a Obama de pincharle el teléfono.

Estas declaraciones, de gran efecto mediático, parecen ser mucho más de lo que son en realidad. Que se abra una investigación oficial en la Comisión de Inteligencia del Congreso sobre acusaciones tan graves como la interferencia electoral rusa es algo totalmente lógico. Lo raro es que no se hubiese hecho antes para conocer los derroteros de las investigaciones llevadas a cabo por el FBI que, según Comey, se remontan a finales de julio de 2016. En lo referente a las escuchas telefónicas a Trump, lo único que realmente ha dicho Comey es que no tiene ninguna prueba que avale que Obama las ordenó.

Si queremos orientarnos en la maraña de verdades, mentiras y especulaciones que se han esparcido urbi et orbe al respecto hay varias cosas que se deben deslindar y conocer:
1.- La corte de FISA [es un tribunal especial creado por una ley de 1978 que permite espiar a agentes extranjeros sospechosos, pero en ningún caso a ciudadanos estadounidenses] denegó el permiso a la Administración de Obama para espiar la campaña de Trump en julio del año pasado, pero APROBÓ OTRO EN OCTUBRE. ¿Quién específicamente la pidió y por qué causa? Nos imaginamos que por los contactos con los rusos. Pero ¿qué se supo? Nadie lo sabe en detalle por ahora. De todas formas, la Administración de Obama tuvo permiso para escuchar a los miembros de la campaña de Trump. Su tuit de haber sido espiado por Obama no es tan descabellado, aunque sí arriesgado e irresponsable sin tener certeza.

2.- ¿No nos reveló Snowden que la NSA ha escuchado los teléfonos de Angela Merkel y otros 35 de líderes extranjeros? Queda claro que Obama no era precisamente tímido a la hora de pinchar teléfonos de aliados. ¿Y ahora tenemos que creer que definitivamente no lo hizo con los de los enemigos políticos?. Uno tiene que tener muchísima fe para creer en el respeto a la legalidad de Obama, que ha sido el presidente que más veces ha violado la Constitución.

3.- Tres semanas antes de salir Obama de la Casa Blanca, dio un permiso a 16 agencias de seguridad para compartir información de la NSA. Y ello significa que lo que antes se filtraba y se daba a cada agencia la información que necesitaba, ahora TODAS las agencias tienen acceso a TODA la información sin filtros. ¿Por qué y para qué hizo Obama ese cambio tan impactante unos días antes de marcharse? No hay forma que Trump elimine a todos los empleados/agentes adeptos a Obama y esa es una de las explicaciones por las que ha habido tantas filtraciones con tono negativo para Trump en los medios.

4.-El New York Times publicó que el General Flynn tuvo conversaciones telefónicas con los rusos. ¿Cómo se enteraron los del NYT y quién les proporcionó esa información? Por lo que se ha explicado, ésto es un acto ilegal el cual los medios esquivan . A consecuencia de esta y otras publicaciones al respecto y la falta de honestidad de Flynn con el vicepresidente Mike Pence, el general tuvo que dimitir.

5.- El admirado juez retirado y comentarista de FOX, Andrew Napolitano, gran defensor de las libertades del individuo declaró en la TV que tres fuentes le dijeron que la agencia de espionaje inglesa, GCHQ, la cual tiene acceso total a los métodos de la NSA, espiaron los teléfonos de Trump de forma digital por petición de agentes de Obama para que no hubiera ningún registro, ni huella de que Obama dio la orden. Ahora, la NSA, el FBI y la GCHQ niegan categóricamente haber hecho semejante cosa. Y el juez Napolitano, un hombre que ha sido considerado para la Corte Suprema ¿se va a jugar su carrera y su credibilidad mintiendo de esa forma? ¿Para ganar qué? Y acaba de ser despedido hoy por FOX debido a esas declaraciones de hace unos días.

Lo más sorprendente del caso es que entre los aludes de documentos filtrados hasta la fecha no haya ninguno que evidencie la connivencia de Trump con Rusia para alterar el resultado electoral. Más aún, el mismo Comey ha dicho ante la comisión que Rusia no daba dos centavos por la victoria de Trump y la habían descartado. Así las cosas, el único dato público y notorio de interferencia electoral es el que protagonizó el increíble director del FBI al reabrir la investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton una semana antes de las elecciones. ¿A qué jugaba y a qué juega ahora Comey?

En esta enfermiza historia, la única sospecha que se tiene en pie es que todo sea mentira. ¿O es que no se habría ordenado pinchar el teléfono de Trump de haber existido la sospecha fundada de que el candidato republicano conspiraba con Rusia para derrotar a Hillary?

(Entrada actualizada el 22/03/2017)