dilluns, 18 d’abril del 2016

La OPEP se hunde

DANIEL LACALLE.- ...el problema del mercado de petróleo, como ocurrió antes con el carbón, no es el suministro, que es amplio, diversificado y abundante. Es la demanda marginal, la que mueve los precios al alza o a la baja. La inexorable caída del petróleo como rey del transporte está en marcha y es cuestión de tiempo.

El coche eléctrico o de gas natural, de hidrógeno, el avión solar, los combustibles sintéticos, y la eficiencia van erosionando los cimientos del castillo del Rey Petróleo.

En el libro La Madre de Todas las Batallas (Deusto), ya explicábamos como el “arma del petróleo” ha ido perdiendo fuerza y efectividad desde el principio del siglo XXI. El arma de la eficiencia arrasa con el poder del cártel y acaba de un plumazo con las previsiones de los agoreros que llevan 40 años anunciando el fin del petróleo.
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Los inusuales terremotos que han afectado a Japón desconciertan a los geólogos



ASIAN REVIEW.- The island of Kyushu has been struck by a series of significant earthquakes, with the epicenters moving progressively further inland. The cluster started with the deadly quakes that hit Kumamoto Prefecture last Thursday and Saturday. Temblors subsequently rocked the Mount Aso region and neighboring Oita Prefecture.

There is a known concentration of faults in the area. Still, experts say it is highly unusual to have a string of quakes measuring around magnitude 6 and stretching over such a vast area. The epicenter of the Oita jolt was about 100km away from the first Kumamoto quake.

"I don't quite understand what is happening with the recent earthquakes, because it's an unfamiliar phenomenon," said Yoshihisa Iio, a professor at Kyoto University's Research Center for Earthquake Prediction.

The Japan Meteorological Agency said it is unprecedented to have a group of large quakes in these three parts of Kyushu. Experts are divided over how far the shaking will spread and whether it could prompt more quakes centered elsewhere.
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Sevran, la ciudad francesa que ha perdido 15 jóvenes en la yihad

Thierry y Véronique, los padres de Quentin, un adolescente convertido al islam muerto en Siria

POLITICO.- Sevran is home to more than 70 nationalities. “It’s not like the Muslim community dominates everything,” says Gatignon. The 15 young men who left Sevran to join the Islamic State came from a variety of family backgrounds: Algerian, Moroccan, Mauritanian, Haitian. Some came from Muslim families; several, including Quentin Roy, were converts. Some came from the cités, the post-war housing blocks synonymous with drugs and gang violence. Quentin, privately educated, did not.

His parents live in a neat detached house. Thierry, a hippyish Haitian, works as a medical salesman. Their remaining son is a software engineer.

Quentin was raised a Catholic. He converted in 2013 and made no attempt to hide it from his parents, who tried to be supportive.

“We wanted to stay open-minded with him, to have a conversation about it,” Thierry says over dinner at their home, which is full of pictures of both of their sons.

In the space of a few months, Quentin’s views became increasingly extreme. He quit his job at a sports store when they wouldn’t let him schedule his shifts around prayer. He refused to join in family celebrations or attend his grandmother’s funeral because it was held in a church.
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'Los periodistas están matando el periodismo'

THE NEW YORK TIMES.- A good way to understand the fast-evolving thinking is to check in on people who are trying to build a news and information business from scratch. I did that last week over breakfast with Jim VandeHei, a co-founder of Politico, and Mike Allen, one of the site’s best-known journalists. Both are also veterans of The Washington Post.

Mr. VandeHei, who stepped down last week as Politico’s chief executive, and Roy Schwartz, the company’s departing chief revenue officer, have been seeking potential investors and video and television partners. Mr. Allen is for the time being continuing to write his vital morning tip sheet at Politico, “Playbook,” seven days a week.

When I met with Mr. VandeHei and Mr. Allen, they were tight-lipped about their next venture. They would only describe it in the broadest terms, as “a media company” that will focus on news and information, exist largely on mobile devices and social media, and not directly compete against Politico.

But that was O.K. for my purposes. I was more interested in hearing what this venture wouldn’t be doing. Their answers may require a trigger warning for the proudly ink-stained set.

It starts with Mr. VandeHei’s admittedly provocative proposition that “journalists are killing journalism.” They’re doing this, he says, by “stubbornly clinging to the old ways.” That’s defined as producing 50 competing but nearly identical stories about a presidential candidate’s latest speech, or 700-word updates on the transportation budget negotiations.

Survival, Mr. VandeHei says, depends on giving readers what they really want, how they want it, when they want it, and on not spending too much money producing what they don’t want.

It’s not only about creating big audiences for advertisers, he and Mr. Allen said. It’s about convincing already-inundated audiences that they want what you’re producing, and they want it so badly that they will pay for it through subscriptions. That’s essential as advertising revenue drops to levels that will not support robust news gathering.
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Nace Liberland, un paraíso libertario en una tierra de nadie entre Croacia y Serbia

INDEPENDENT.- When he plunged a flag into the banks of the Danube and declared the birth of the Free Republic of Liberland, Vit Jedlicka was dismissed by governments and media organisations as a joke.

Yet one year and many diplomatic missions later, his vision of a libertarian paradise born on a patch of unwanted land has 400,000 would-be citizens, the backing of a range of political movements around the world and even its own national beer.
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El 'consenso' científico criminalizó sin base a las grasas saturadas


THE NEW YORK TIMES.- El Experimento Coronario de Minnesota fue un importante ensayo clínico, llevado a cabo entre 1968 y 1973, que estudió las dietas de más de 9.000 personas en los hospitales mentales de ese estado y una residencia de ancianos.

Durante el ensayo, que fue financiado por el National Heart, Lung and Blood Institute y dirigido por el Dr. Ivan Frantz Jr. de la Universidad de Minnesota, los investigadores fueron capaces de regular estrictamente la dieta de los pacientes objeto de estudio. La mitad de los sujetos fueron alimentados con comidas ricas en grasas saturadas: leche, queso y carne de vacuno. El grupo restante comió una dieta en la que se eliminó la mayor parte de la grasa saturada que fue sustituida por aceite de maíz, una grasa insaturada que es común actualmente en muchos alimentos procesados. El estudio tenía por objeto demostrar que la eliminación de la grasa saturada de la dieta y su sustitución por grasas poliinsaturadas procedente de aceites vegetales les protegería contra las enfermedades del corazón y reduciría su mortalidad.

Pero, ¿cuál fue el resultado? A pesar de ser uno de los mayores ensayos clínicos controlados de dieta jamás realizado, los datos nunca fueron analizados en su totalidad.

Hace varios años, Christopher E. Ramsden, un investigador médico de los Institutos Nacionales de Salud, contactó con la Universidad de Minnesota con la esperanza de revisar los datos no publicados del Experimento Coronario, que se habían encontrado en una caja polvorienta en el sótano de la casa del Dr. Frantz, que murió en 2009. Frantz había sido un destacado científico en la Universidad de Minesota, donde estudió la relación entre las grasas saturadas y las enfermedades del corazón. Uno de sus colegas más cercanos fue Ancel Keys, un científico influyente cuya investigación en la década de 1950 ayudó a declarar a las grasas saturadas como el enemigo número uno de la salud pública, lo que llevó al gobierno federal a recomendar dietas bajas en grasa a toda la nación.

(...)

Los resultados del estudio sorprendieron a Ramsden. Los participantes que consumieron una dieta baja en grasas saturadas y enriquecida con aceite de maíz redujeron su colesterol en un promedio del 14 por ciento, en comparación con el 1 por ciento del otro grupo. Pero la dieta baja en grasas saturadas no redujo la mortalidad. De hecho, el estudio encontró que cuanto mayor era la caída del colesterol, mayor era el riesgo de muerte durante el ensayo.

Los resultados van en contra de las recomendaciones dietéticas convencionales que aconsejan una dieta baja en grasas saturadas para reducir el riesgo cardíaco. Las actuales guías dietéticas llaman a los estadounidenses a reemplazar la grasa saturada, que tiende a elevar el colesterol, con aceites vegetales y otras grasas poliinsaturadas, que reducen el colesterol.

Aunque no está claro por qué los datos del Experimento Coronario de Minnesota no habían sido analizados completamente, una posibilidad es que el Dr. Frantz y sus colegas se enfrentaran a la resistencia de las revistas médicas en un momento en que poner en tela de juicio la relación entre grasas saturadas y la enfermedad coronaria era muy impopular.


La paradoja del 'consenso' científico


PLAZA MOUYUA.- D. Ryan Brumberg y Matthew Brumberg examinan el consenso desde donde se debe hacer. Haciendo teoría del conocimiento. Y lo primero que hacen es distinguir el conocimiento que se puede verificar experimentalmente del que no. Por ejemplo, los economistas suelen señalar el problema de que en su “ciencia” no se pueden hacer experimentos. Apenas hay comprobación empírica, salvo de aspectos muy parciales. No se puede crear un laboratorio que reproduzca -por ejemplo- la economía de un país. Y eso es exactamente lo mismo que la pasa a la ciencia del clima, y así lo confiesan también. La diferencia es que la misma falta de posibilidad de comprobación empírica produce una notabilísima discusión en la economía, donde no se ponen de acuerdo en aspectos muy básicos; mientras que en lo del clima, alegadamente produce un consenso acojonante. 97%, dicen.

Y Brumberg @ Brumberg lanzan la tesis.

Establezcamos una “ratio de conocibilidad“. Una fórmula simple para expresar cómo se relaciona la popularidad de una idea con su verificabilidad. Las ideas que son fáciles de comprobar empíricamente deberían tener un alto grado de consenso, mientras que las que son imposibles de verificar deberían tener un consenso cercano a cero. La ratio se podría expresar como K/C (verificabilidad / consenso).

Los asuntos fácilmente verificables (K ~ 1) deberían tener un alto grado de consenso (C ~ 1), mientras que los que son imposibles de verificar (K ~ 0) deberían tener un bajo grado de consenso (C ~ 0). Cuando la ratio se desvía muy lejos de una ratio perfecta de 1, sea por demasiado consenso o por demasiado poco, hay un problema con la valoración del conocimiento. Ciertamente, en casos de desviaciones extremas de la ratio perfecta, el apoyo adicional a una idea con una ratio K/C tan desequilibrada disminuye su fiabilidad potencial. Esto ocurre porque las ideas no existen en un punto temporal concreto, sino que evolucionan en una extensión de tiempo. En las zonas altas de consenso, hay menos renovación de puntos de vista para digerir la nueva información — al punto de que los defensores del status quo tienden a suprimir los nuevos hechos e hipótesis. La agencias del gobierno niegan financiación a los científicos “anticiencia”, las juntas universitarias disuaden a los científicos jóvenes de seguir el camino “equivocado”y el establishment anula las ideas “heréticas”. Un consenso demasiado alto (para la ratio K/C) inhibe la habilidad de una idea para evolucionar hacia la verdad.


Artículo origianl de Ryan y Matthew Brumberg:

The Paradox of Consensus

La paradoja del conenso sobre el cambio climático | Judith Curry

The Paradox of Consensus – a novel argument on climate change



Sánchez usó la 'bárbara' reforma laboral para despedir con 20 días a cargos del PSOE

El 12 de febrero de 2015, ni Tomás Gómez ni los trabajadores del Partido Socialista de Madrid pudieron entrar en la sede de la federación regional. La comisión gestora que lideraba Rafael Simancas había ordenado cambiar la cerradura en la puerta. Como no podían trabajar, regresaron a sus casas, con dos días de permiso. Horas después, 11 empleados recibieron un burofax por el que se les comunicaba su cese fulminante.

En concreto, se les informó de la extinción de sus contratos, “vinculados al mandato de la Comisión Ejecutiva Regional”. Se trataba de cargos de confianza del hasta entonces secretario general del PSM, Tomás Gómez, que fue relevado aquel día por orden directa de Pedro Sánchez.

El Partido Socialista ofreció a los despedidos una indemnización de 20 días por año trabajado, como estipula la reforma laboral del PP, que los socialistas han calificado de “barbaridad económica”, “demolición de los derechos de los trabajadores”, “sangría”, y “regalo para los poderes económicos”, entre otras cosas.
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Madrid, capital del blanqueo de dinero



Madrid concentra un 21% de las investigaciones llevadas a cabo por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac, seguido de Málaga con más de un 10% de actuaciones.

 Artículo completo, aquí


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