dimecres, 27 de març del 2019

La Audiencia reabre la causa del espionaje político de los Mossos





El juzgado de instrucción número 19 de la Audiencia provincial de Barcelona ha publicado este miércoles un auto en el que ordena reabrir la causa sobre el espionaje al presidente de Societat Civil Catalana, Josep Ramon Bosch, por parte de los Mossos d’Esquadra.

Tras el sobreseimiento de la causa dictado el pasado 3 de julio mediante otro auto, Bosch presentó un recurso que fue admitido a trámite y en este momento el juzgado considera que debe prosperar porque hay “elementos indiciarios suficientes para continuar las actuaciones”, que están detallados en el auto. El juzgado, por tanto, ha revocado la resolución provisional dictada en julio del año pasado y proseguirá el curso de la investigación de la causa.

Desde Societat Civil Catalana consideran que es de vital importancia que la justicia esclarezca los hechos lo antes posible, dado que, en caso de que quede demostrado que se emitió la orden de espionaje y se efectuó, se trataría de una decisión y una acción antidemocrática y propia de regímenes totalitarios que la entidad condenaría de forma flagrante.




El gran engaño de la colusión Trump-Rusia que el FBI y los grandes medios fabricaron contra Trump




Que la investigación de Mueller terminaría como ha terminado, lo sabía todo aquél que no quería engañarse. Los demócratas eligieron el engaño para intentar destruir a Trump y deponerlo como presidente de EEUU, tras el inesperado y humillante revés electoral que sufrió Hillary Clinton.

Pero si el 'vale todo' es especialmente grave para la buena salud democrática de una nación, más lo es todavía que el grueso de la prensa y la televisión sea la que haya liderado ese engaño, dando la razón a Trump cuando los acusa de haberse convertido en el partido de la oposición. The Wall Street Journal lo ha titulado así: 'Un fracaso catastrófico de los medios'.

El relato de la colusión Trump-Rusia ha sido desde el principio falso, ridículo e insostenible. Visto en perspectiva, parece una película de La Pantera Rosa, pero sin la gracia que le daba Peter Sellers a su inspector Clouseau.

Todo empezó hace tres años cuándo el ex agente británico del MI-6, Christopher Steele, redactó un documento con los chismes que contaban los rusos sobre Donald Trump, especialmente el de las supuestas imágenes comprometedoras de su viaje a Moscú. Con todo eso, Steele redacta un fantasioso relato en el que los ex soviéticos le hacen un chantaje a Trump consistente en ayudarlo a ganar la presidencia a cambio de favores futuros. 

Sabemos hoy que el documento de los chismes fue patrocinado por una empresa consultora llamada Fusion GPS cuyo fundador, Glenn Simpson, era en realidad el jefe del agente secreto inglés Christopher Steele, el cual lo compartió con el FBI en 2016 como "fuente confidencial".

Marc E. Elias, el abogado que representaba a la Campaña de Clinton y al Partido Demócrata, proporcionó a Fusion GPS los fondos para financiar a Christopher Steele entre abril y octubre de 2016, días antes de la elección presidencial en Estados Unidos.

El impacto mediático del documento de los chismes llevó al entonces director del FBI, James Comey, a comparecer ante la Cámara de Representantes. Bajo juramento, Comey declaró que nada de lo contenido en el documento había podido ser corroborado. Sin embargo, ello no impidió que altos funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia solicitaran al Tribunal secreto de Vigilancia de Inteligencia Extranjera ( FISC ) autorización para realizar escuchas telefónicas a algunos miembros de la campaña de Trump.

El FBI ocultó al tribunal que ninguno de los hechos del caso Steele había sido contrastado, alegando falsamente que tenían las dos fuentes exigidas por la ley cuando solo tenía una. En otras palabras, el FBI utilizó falsificaciones para solicitar la orden de escuchas telefónicas. El fiscal que presentó la solicitud era Bruce Ohr, adjunto del Fiscal General y número dos del Departamento de Justicia, que casualmente era el esposo de Nellie Orh, que trabaja para Fusion GPS, lo que permite suponer que tanto el FBI como el ministerio de Justicia sabían de dónde venía el dinero que pagó el documento de Christopher Steele.

Tras la elección del presidente Trump y después de la renuncia del nuevo Fiscal General, Jeff Sessions, tras saberse que había mantenido reuniones personales con el embajador ruso Sergei Kislyak en 2016 cuando era senador, le sucedió en el cargo su número dos, el Vice Fiscal General Rod Rosenstein, que nombró a Robert Mueller, un abogado ex director del FBI, como Fiscal Especial para dirigir la investigación sobre la supuesta colusión entre Trump y Rusia.

Legalmente, Trump tenía poder de despedir al Fiscal Especial Mueller en cualquier momento y poner fin a la investigación. Pero no lo hizo, aunque siempre tuvo fuertes reservas sobre la legitimidad de la investigación, ya que estaba contaminada de orígen y porque Robert Mueller se rodeó de colaboradores muy competentes pero todos demócratas. Precisamente por este motivo -las reticencias de Trump- la investigación de Robert Mueller se amplió a la cuestión de si el presidente había interferido o obstruido la acción de la justicia .

De su investigación, el fiscal especial ha deducido responsabilidades penales contra 34 personas (7 estadounidenses, 26 rusos y un holandés) y tres organizaciones rusas. Los 7 estadounidenses son todos contribuyentes a la campaña del presidente Trump, pero ninguno ha sido acusado de conspiración con Rusia. Las acusaciones contra ellos son por evasión fiscal, obstrucción o falso testimonio. Hechos muy graves pero ninguno de los cuales tuvo lugar durante el ejercicio de sus funciones en la campaña presidencial.

Después de dos años de investigaciones, el Fiscal Especial Robert Mueller entregó este fin de semana su informe definitivo al Fiscal General de los Estados Unidos, William P. Barr. A pesar de que el informe no es público por contener secretos de estado, se dispone de un resumen escrito por los abogados del Departamento de Justicia que ha sido presentado a las comisiones parlamentarias correspondientes del Congreso de los EEUU.



Carta del fiscal General de EEUU, William P. Barr, a los presidentes de las comisiones parlamentarias sobre el informe final del Fiscal Especial, Robert Mueller

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P.D.- Muchos de los datos obtenidos para la redacción de este post han sido extraídos de aquí.

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Jornada 23 del juicio del procés. En directo desde el Tribunal Supremo