diumenge, 23 de desembre del 2018

Señora subdirectora de 'El País', se lo diré sin rodeos: usted me asusta más que Bernardo Montoya





Señora subdirectora de 'El País', se lo diré sin rodeos: usted me asusta más que Bernardo Montoya.

Me asusta, porque de ese crimen lo único que parece importarle no es tanto lo que ese hombre ha hecho sino lo que es, o lo que supone que es. Lo que le importa es su género, su clase y, superándose a sí misma, su pertenencia a... ¡la 'España opuesta'!. Esa otra España que, según usted, está 'empeñada' en ahogar a toda 'una generación que intenta vivir en libertad', ¡como si no viviera en ella desde hace 40 años!

Una España siniestra, asesina y ladrona -por usar sus adjetivos- que sería la realmente responsable de los 'feminicidios' y la que debería ser condenada para evitar nuevas víctimas inocentes.

No sé si se da cuenta, pero eso que ha escrito es lo que siempre han dicho, escrito y hecho los totalitarios: criminalizar a un grupo humano por el hecho de serlo para justificar su sometimiento o su erradicación. Eso que ha escrito -aunque quiero creer que no era esa su intención- no es otra cosa que una incitación a la discriminación, cuando no al pogromo o al genocidio.

Escribiendo sobre las raíces del mal, Hanna Arendt decía que el crimen emocional -celos, venganza, deseo...- puede ser terrible pero es siempre limitado y suele agotarse en si mismo. Por el contrario, el crimen racional -el Gulag, el Holocausto, el genocidio étnico, racial, religioso, de clase...- es siempre ilimitado y en masa. El primero lo cometen personas aisladas, como Montoya, siguiendo un impulso irracional y probablemente enfermizo. El segundo lo comete planificadamente el Estado, sus milicias sectarias o sus masas enfervorizadas debidamente adoctrinadas por amanuenses como usted.



dissabte, 22 de desembre del 2018

Las 21 medidas acordadas por el PP y C,s para sus primeros 100 días en la Junta de Andalucía




1.- Tolerancia cero con la corrupción: Ciudadanos y el Partido Popular se comprometen a la separación inmediata de los cargos públicos en todas las instituciones andaluzas, tanto autonómicas como locales, que hayan sido o sean imputados formalmente por delitos de corrupción, hasta la decisión definitiva del órgano judicial. Asimismo, ambos partidos se comprometen a que las personas que se encuentren en dicha situación no puedan ser incorporadas en las candidaturas electorales ni ser nombrados para desempeñar cargos públicos.

2.- Encargaremos una auditoría integral a la Cámara de Cuentas de Andalucía, así como los informes correspondientes a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), de todo el gasto de la Junta de Andalucía, incluidos sueldos, gastos corrientes y transferencias, tanto en la Administración como en el sector público instrumental, con el objetivo de reducir o reorientar el gasto superfluo a la financiación de los servicios públicos esenciales.

3.- Aprobaremos un Decreto-ley para centralizar la dirección, supervisión y evaluación de todas las entidades dispersas de la "Administración paralela" con el doble objetivo de eliminar todos los entes que se consideren innecesarios o que se hayan visto expuestos a la corrupción, así como para garantizar la despolitización de las agencias, empresas y fundaciones públicas andaluzas y mejorar la profesionalidad y eficiencia en su gestión.

4.- Aprobaremos un Proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía para la supresión de los aforamientos del presidente de la Junta de Andalucía, de los miembros del Consejo de Gobierno y de los diputados del Parlamento de Andalucía en los términos que actualmente se encuentran regulados para acabar con tales fueros y privilegios.

5.- Iniciaremos los trámites para la aprobación de un Proyecto de Ley Andaluza de Protección de los Denunciantes del Fraude y la Corrupción, en la que se recoja la protección y tutela de los derechos de todas las personas que denuncien posibles irregularidades y actuaciones fraudulentas y corruptas por parte de las personas al servicio de la Junta de Andalucía. Incluirá la creación de una Oficina Andaluza de Lucha contra el Fraude y la Corrupción destinada a prevenir, detectar y denunciar irregularidades, malas prácticas y abusos de poder, así como a resolver sobre los recursos y ejercer las competencias sancionadoras por incumplimiento del régimen de incompatibilidades y conflictos de intereses de los altos cargos de la Junta de Andalucía.

6.- Iniciaremos los trámites para aprobar un Proyecto de Ley de Despolitización de la Junta de Andalucía que garantice la profesionalidad, imparcialidad, responsabilidad y honestidad de todas las personas al servicio de las instituciones públicas andaluzas, con las siguientes medidas: 1) La restricción del sistema de libre designación, generalizando el sistema de concurso de méritos para la provisión de puestos de trabajo en la Administración andaluza. 2) Una definición de la figura de los directivos públicos, de carácter técnico, que serán elegidos siempre por concurso público, abierto y transparente por un período de seis años entre personas con experiencia y formación acreditadas para el desempeño del cargo y estarán sujetos a una evaluación continua de su desempeño.

7.- Presentaremos conjuntamente en el Parlamento de Andalucía la solicitud de creación de una Comisión de investigación de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE). Igualmente estableceremos los mecanismos necesarios para garantizar la recuperación del dinero defraudado con los ERE.

8.- Iniciaremos los trámites para la aprobación de un Proyecto de Ley de reforma de la Ley 6/2006, de 24 de octubre, del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía, a fin de limitar a 8 años como máximo la duración del mandato de un mismo presidente o presidenta a la Junta de Andalucía y consejeros o consejeras.

9.- Constituiremos un Grupo de Expertos que estudie las posibilidades de redimensionamiento y de mejora de la eficiencia en la utilización de los recursos por la Radio y Televisión Andaluza (RTVA), así como las reformas necesarias para garantizar su profesionalidad, imparcialidad, pluralidad e independencia del poder político.

10.- Pondremos en marcha un Grupo de Expertos para definir la Estrategia de Simplificación Normativa y Administrativa de Andalucía para la optimización legislativa, la eliminación de las trabas burocráticas, la mejora del tratamiento del silencio positivo para la tramitación de las convocatorias y su resolución, así como medidas referidas para facilitar el emprendimiento con la oficina virtual, la ventanilla única empresarial y la licencia exprés.

11.- Los trabajadores autónomos son una de nuestras principales prioridades. Apoyaremos a todos los trabajadores autónomos de Andalucía para que puedan seguir creando riqueza y empleo en nuestra comunidad. Se adoptarán las siguientes medidas: 1) La ampliación a 24 meses de la tarifa plana a 50 € para los nuevos autónomos y emprendedores en Andalucía. 2) La implantación de una tarifa superreducida de 30 € para nuevos autónomos jóvenes menores de 25 años y mujeres en el ámbito rural durante 24 meses.

12.- Continuando con la reforma Fiscal anterior del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, se mantendrá la reducción del millón de euros en la base imponible por heredero en la modalidad de Sucesiones y se bonificará el 99% de la cuota del impuesto en el resto de los supuestos para parientes directos. En el caso de las donaciones a parientes directos, quedaran todas bonificadas al 99%. Igualmente se iniciarán los estudios para una próxima bajada de los tipos en el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y la reversión de la subida del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídico Documentos (AJD) aprobada en el año 2012.

13.- Solicitar una reunión con el presidente del Gobierno para abordar la negociación del nuevo modelo de Financiación Autonómica, así como la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

14.- Iniciaremos los trámites para llevar a cabo un Plan Estratégico de Competitividad para la Agricultura, Ganadería, la Pesca y El Desarrollo Rural, que contemple, entre otros objetivos, las bases para lograr una mejora de la competitividad del sector agrario, ganadero y agroindustrial andaluz; fomente la investigación y la innovación tecnológica en los sectores agrario, ganadero y agroalimentario; promueva una mejora de la formación y capacitación de nuestros productores y favorezca el relevo generacional.

15.- Aprobaremos un Plan Andaluz de Refuerzo Educativo, utilizando la financiación disponible en el Programa de Cooperación Territorial PROEDUCAR y otros de los que pudiera disponerse, en el que, entre otras medidas, prevea la asignación de profesorado de apoyo y refuerzo en los centros educativos andaluces con mayor potencial de mejora de sus resultados y la puesta en marcha de medidas de acompañamiento del alumnado con necesidades educativas específicas o con necesidades de apoyo en el propio entorno en horario extraescolar, con el objetivo de reducir el abandono escolar y mejorar las competencias de todo el alumnado andaluz, especialmente en lectura y matemáticas. Además, iniciaremos los trámites para la aprobación de un Proyecto de Ley de reforma de la Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía, para reconocer la condición de autoridad al profesorado de Andalucía.

16.- Iniciaremos los trámites para aprobar un Proyecto de Ley Andaluza de Formación Profesional que apueste por la Formación Profesional Dual y que incluya un Plan para su fomento que garantice la cobertura total de la demanda. Además, iniciaremos los trámites para aprobar una nueva normativa que permita poner en marcha el sistema de cheques-formación, asegurando que los recursos de la formación para el empleo terminan en manos de las personas desempleadas que los necesitan y evitando las posibilidades de fraude por los intermediarios.

17.- Aprobaremos un Plan de Choque para la Mejora de la Calidad de la Sanidad Pública de Andalucía para promover una mejora de la calidad asistencial y la reducción efectiva las listas de espera, con los siguientes objetivos: 1) La mejora de la transparencia con la publicación de todos los resultados e indicadores de actividad para impedir cualquier manipulación de los plazos de espera para intervenciones quirúrgicas, para especialidades y para pruebas diagnóstico. 2) La despolitización del Servicio Andaluz de Salud para que sea liderado y gestionado por los mejores profesionales, acabando con los nombramientos "a dedo" de responsables y de mandatos intermedios. 3) La eliminación de la discriminación salarial entre los facultativos por razón de exclusividad, estableciendo el principio de que a igual trabajo, igual salario. 4) El incremento de la financiación de la Atención Primaria, con el objetivo de alcanzar el 20% de la financiación sanitaria al final de la Legislatura. 5) La implantación del cribado del cáncer de colon. 6) La reversión del actual modelo de la subasta de medicamentos.

18.- Iniciar los trámites para la aprobación de un Proyecto de Ley Integral de Apoyo a las Familias Andaluzas, que promueva, entre otras medidas un incremento de la cobertura de la educación infantil de 0 a 3 años y la implantación de servicios de aula matinal y comedor en los centros educativos andaluces para facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Asimismo, Iniciaremos la elaboración del Anteproyecto de Ley de Atención Temprana.

19.- Impulsaremos la creación de una Comisión de la Discapacidad en el Parlamento de Andalucía.

20.- Aprobaremos un Plan para la Mejora de la Gestión de la Política Migratoria en Andalucía que incluya un refuerzo de la coordinación y cooperación con el Gobierno de la Nación. Además, convocaremos a la Junta de Seguridad de Andalucía con la finalidad de alcanzar un acuerdo que destine mayores recursos tanto humanos como materiales para los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado destinados a la vigilancia de las fronteras en Andalucía.

21.- Impulsaremos un Gran Acuerdo contra la Violencia de Género que desarrolle en nuestra comunidad los avances logrados con la aprobación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y que implemente, con dotación presupuestaria suficiente, todas y cada una de las medidas previstas en la ley 7/2018, de 30 de julio, por la que se modifica la ley 13/2007 de 26 de noviembre de prevención y protección integral con la violencia de género, a fin de acabar con esta lacra social.



divendres, 7 de desembre del 2018

La rebelión 'populista' y el trilema de Rodrik: globalismo, soberanía y democracia o no se puede tener todo




La subida de la “tasa carbono” en la gasolina, el fuel y el diésel impuesta por Macron este otoño ha sido la gota que ha desbordado la paciencia de aquellos que viven en la Francia periférica y el coche es parte imprescindible de su vida y su trabajo.

El descontento se había ido acumulando con el rosario de medidas punitivas que el gobierno de París ha adoptado desde la pasada primavera:  limitación de la velocidad a 80km/hora en todas las carreteras secundarias;  multiplicación de coches radar de gestión privatizada o la drástica pérdida de puntos del carnet de conducir por acciones difícilmente objetivables. Toda una declaración de guerra al coche.

La mitad de esas medidas encarecen directamente el trabajo y reducen la productividad de aquellos que dependen económicamente del coche y de la carretera. Es por ello que han dicho basta. Se han rebelado contra una élite dirigente a la que ven más preocupada por el supuesto fin del mundo que por el fin de mes de muchos de sus ciudadanos [1].

Los chalecos amarillos, como los 'deplorables' estadounidenses, son las 'víctimas colaterales' de una globalización exitosa que en 20 años ha reducido a la mitad la pobreza en el mundo, pero que ha condenado a la obsolescencia a diferentes grupos sociales en el interior de las sociedades desarrolladas sin que las élites globalistas les hayan ofrecido nada a cambio.

Ignorados y muy a menudo despreciados por no 'entender' hacia dónde camina el mundo, han buscado protección en la soberanía nacional, en el viejo estado-nación que permitió el nacimiento y desarrollo de la democracia representativa y que todavía sigue siendo el único con capacidad suficiente para ejercerla y preservarla.

En ese camino, los 'gilets jaunes' han atraído a los extremistas de derecha e izquierda, melenchonistas y lepenistas, que intentan, a través de la violencia y la demagogia, dar 'contenido revolucionario' a la revuelta colando como programa reivindicativo del movimiento sus respectivos programas ideológicos. Programa surrealista que pretenden ofrecer una supuesta alternativa a todos los que no están dispuestos a 'someterse al modelo económico y cultural que los excluye'.




Su revuelta, sin embargo, ha puesto boca arriba la cara fracasada de la globalización: su incapacidad para dotarse de organismos e instituciones democráticas que la gestionen, sujetas al control permanente de la ciudadanía.
Esa incapacidad tiene un nombre académico: el trilema de Rodrik, que señala que es imposible conseguir al mismo tiempo la globalización económica, la democracia política y la soberanía nacional. Según el profesor Dani Rodrik, las tres opciones simultáneas son incompatibles, por lo que nos vemos obligados a escoger solo dos de ellas:

  • 1/ Elegir ser un país globalizado económicamente con una democracia a nivel global pero tendremos que sacrificar parte de nuestra soberanía nacional.
  • 2/ Conservar plenamente nuestra soberanía nacional y democracia interna pero sin integrarnos plenamente en la globalización.
  • 3/ Adherirnos a la globalización, mantener nuestra autonomía nacional pero sacrificar la democracia interna.

El intento más elaborado hasta hoy de institucionalizar una gobernanza supranacional es la Unión Europea. Sin embargo, 61 años después de la firma del Tratado de Roma el proyecto europeo sigue sin alcanzar techo y poner bandera, está atascado y con socios que lo abandonan. Tal vez para la historia 61 años no sean nada, pero para la generación que puso sus esperanzas en la unidad europea empiezan a ser demasiados.

Estancada en un limbo semi democrático, la UE no ha logrado -en palabras de Ralf Dahrendorf- igualar al Estado-nación 'como unidad relevante de pertenencia y participación cívica para la mayoría' de los europeos y 'como espacio político en el que prospera la constitución de la libertad'.

Un limbo que se hizo más evidente que nunca durante la gran recesión. Las políticas de austeridad -correctas o no- fueron impuestas por organismos, funcionarios o líderes que no habían sido elegidos ni podían ser destituidos por los ciudadanos, ya que no respondían ante ellos. Para muchos griegos o españoles la percepción fue que las medidas impuestas, si bien decididas legalmente, no lo fueron por representantes políticos bajo su control sino por Angela Merkel, canciller de otra nación.

Algo parecido ha pasado con la crisis de los inmigrantes y refugiados. La ausencia de una política común sujeta al control democrático de la ciudadanía dejó a su suerte a los Estados con fronteras exteriores o de tránsito. Y cuando éstos adoptaron medidas propias que no eran del agrado de las élites, fueron atacados y amenazados de sanción. Otra vez, organismos, funcionarios o líderes que no responden directamente al control democrático de la ciudadanía afectada, deciden sin que ésta pueda pasarles factura.

No sorprende, pues, el repliegue nacional de muchos europeos. Una opción política legítima que se puede compartir en todo, en parte o en nada, pero que nunca debería haber sido criminalizada. Uno de cada cuatro europeos vota por partidos populistas, la gran mayoría de los cuales no forman parte de ninguna conspiración alt-right orquestrada por el nativista conservador estadounidense Steve Bannon.


Confundir las opciones nacional-conservadoras con el nacionalismo identitario y supremacista -que  existe y pulula tan peligrosamente como el populismo neocomunista- es una mentira deliberada de los medios y las élites políticamente correctas que, convencidos de su superioridad moral y política, se creen con el derecho a dar o quitar certificados de demócrata o de extrema derecha a todo aquél que los cuestiona.

Trump, el Brexit o las democracias iliberales son ante todo 'el resultado de la falta de honestidad de políticos centristas que no se han enfrentado a las implicaciones del trilema. Les dijeron a sus votantes que podrían perseguir la hiperglobalización sin abandonar la soberanía o la rendición de cuentas democrática. En definitiva, les contaron a sus votantes que podrían comerse su pastel sin dejar de tenerlo. Como dijo una vez un antiguo ministro de economía de la eurozona, los populistas de hoy son los únicos que están contando la verdad sobre el trilema. [2]

La política de gritar '¡que viene el lobo!' y no hacer nada es suicida para la UE. Europa debería reforzar 'la integración política y fiscal hasta un punto donde cada región se convierta en una cuasi-federación. Este era el sueño que tuvieron los padres fundadores de la Unión Europea. Sin embargo, este sueño se ha dado de bruces contra la mala gestión de la crisis del euro. A día de hoy, la política está empujando por más descentralización en vez de por más integración. Será difícil mantener la unión económica sin acercarse a la unión política'. [3]

Ante el trilema de Rodrik, el mundo se ha ido posicionando. China ha elegido la tercera opción: adherirse a la globalización y mantener la autonomía nacional sacrificando la democracia interna. Los EEUU de Trump han elegido la segunda: conservar plenamente la soberanía nacional y la democracia interna pero sin integrarse totalmente en la globalización. Y la Unión Europea, especialmente tras ver las graves consecuencias que acarrea el Brexit, debería elegir sin más dilaciones la primera opción: una unión globalizada económicamente y plenamente democrática sacrificando parcialmente las soberanías nacionales que la conforman.

Que la 'tasa carbono' o las políticas de '¡que viene el lobo!' no lo saboteen.



THE CATALAN ANALYST

[1] Antón Uriarte
[2] [3] Dani Rodrik

dijous, 6 de desembre del 2018

La Constitución encarna la reconciliación nacional que cerró la guerra civil y abrió una España sin vencedores ni vencidos





Muchas veces me pregunto que cuándo comenzó realmente la transición. ¿Con la muerte de Franco? ¿Con el asesinato de Carrero Blanco? ¿Con el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno? ¿Con el discurso del rey Juan Carlos I en Estados Unidos? ¿Con la Ley para la reforma política? ¿Con la legalización del Partido comunista? ¿Con los Pactos de la Moncloa? Tengo más claro que terminó con la incorporación a las Comunidades Europeas.

Es difícil establecer una fecha y una foto fija sobre el inicio. Mucho antes de la propia muerte del Caudillo ya estábamos en transición, sin saber hacia dónde, pero todo aquello "se movía". Recuerdo la votación en las Cortes del "harakiri". El hecho de que fueran esas Cortes quienes, por primera vez, posibilitaran la elección de unas nuevas, que pasaban de ser Cortes Españolas a Cortes Generales, nos hacía tener bastante desconfianza respecto del futuro. Como también nos generaba esas dudas que quien pilotara todo ello fuera un tal Adolfo Suárez que había sido Ministro Secretario General del Movimiento. Por cierto, cuando no se tenía ni idea de ello y todos pensábamos que el elegido de la “terna” propuesta al Rey sería José María de Areilza, mis contactos americanos de París nos dijeron, ante nuestra posición incrédula, que el elegido sería Adolfo Suárez. Y, si señor, así fue, lo que me dio mucho que pensar acerca de cómo se regía el mundo.

Muchos ríos de tinta, muchas discusiones que ni tan siquiera terminaban al alba, muchos encierros, saltos, viajes... tremenda época esa de la transición. Costó racionalizarlo todo. Tuvimos que hacer, todos, desde todos los ámbitos, un gran esfuerzo para ello. Incluso muchos (qué digo, muchos… unos pocos que nos creíamos que éramos muchos) ni tan siquiera votamos esa Ley para la reforma política que abrió la puerta a todo lo demás. Particularmente sólo comencé a creer que el cambio iba realmente en serio cuando comenzamos a discutir lo que fueron los Pactos de la Moncloa. Y cuando se crearon las "comisiones de seguimiento" de tales Pactos, con implicación de amplios sectores sociales y se abrió la discusión a la sociedad, al mundo del trabajo, a la cultura, al movimiento vecinal... Entonces pensé que la "cosa" iba realmente en serio. Y que podía salir razonablemente bien (nunca pienso que las cosas van a salir "bien", sino "razonablemente bien"). Porque muchos estábamos implicados en ello, viniéramos de donde viniéramos.

Para que ahora intenten ensuciarlo todo.... especialmente los que han tardado décadas en ser concebidos….

Dice bien Genovés, el autor del cuadro del abrazo, que durante la transición lo que nos preocupó fue la reconciliación entre los españoles. Lo dice, y bien, porque no se puede limitar la transición a unos pactos políticos sólo por arriba, sino a un entendimiento social por abajo (y por arriba también). La transición ni tan siquiera comienza con los Pactos de la Moncloa, como se suele afirmar. Es un proceso mucho más largo, mucho más complicado, que implicó a amplios movimientos ciudadanos, hoy en día olvidados. El movimiento vecinal, cultural, sindical, se fue transversalizando poco a poco, hasta culminar en los acuerdos políticos.

No fue una imposición de arriba a abajo, por más que algunas voces interesadas en la destrucción de la democracia de que nos dotamos repitan machaconamente. Los que la vivimos desde nuestro propio interior, desde nuestra propia inserción en asambleas, plataformas, alianzas, etc. recordamos vivamente el debate que, aunque no arrastró, porque ello es imposible, a toda la sociedad, alcanzó las más altas cotas de participación que se recuerdan en nuestra historia.

Lo que sí fue una imposición de arriba a abajo fue la "disolución" de esta movilización una vez que los partidos políticos obtuvieron carta de naturaleza tras la aprobación de la Constitución. La "explicación" fue que era necesario consolidarlos. Quizás sí, en aquel momento. Pero no sé si a costa de ir provocando, por la progresiva lejanía que se ha ido produciendo entre ellos y la ciudadanía, la creación de un foso insalvable entre representación y participación.

En una publicación, bajo el título “Vencedores y vencidos” realicé una reflexión que creo viene a cuento reproducir aquí:

“En Piazzale Loreto, en esta fría tarde de marzo de Milán, todavía parece rugir la muchedumbre ante los cuerpos inertes de Benito Mussolini, Clara Petacci y otros tres prebostes del fascismo, colgados por los pies, en lo alto de una hoy inexistente estación de servicio (habían sido fusilados con anterioridad). Se trata de una plaza fría, como lo es el norte de Italia, en la que hoy, salvo esa frialdad, nada hace recordar los tremendos sucesos que tuvieron lugar allí, el 29 de abril de 1945. El fascismo había sido vencido por las armas. Y los vencedores se tomaron su venganza.

También hubo vencedores y vencidos, aunque sin tanta escenificación dramática, en Portugal y en Grecia, otras dos dictaduras del sur de Europa. En Grecia, la crisis con Turquía (a cuenta de Chipre, que acabó, y todavía continua, partido en dos, con el norte ocupado de facto por los turcos) terminó con la caída del régimen y la posterior condena judicial de los militares golpistas, que habían actuado contra Makarios, el gobernante autóctono de la isla, porque los coroneles griegos querían disminuir su creciente desprestigio con una victoria militar, anexionándosela (la enosis). En Portugal, la revolución de los claveles, originada por el descontento de los militares destinados en África (básicamente en Angola y Mozambique, donde se había librado una larga guerra colonial) también provocó la caída del salazarismo, iniciándose así un sistema democrático que se consolidó no sin problemas debido a la gran influencia que los llamados “Capitanes de abril”, con fuerte componente izquierdista, desarrollaron al inicio de la democracia, hasta que los militares fueron apartados de la política, se suprimió el Consejo de la Revolución y se consolidaron los partidos políticos civiles.

En ambos casos, es decir, en Grecia y en Portugal, el componente exterior fue determinante, como lo había sido para el establecimiento, o restablecimiento según los casos, de la democracia después de la Segunda Guerra Mundial, en los países que no cayeron bajo la órbita comunista.

Sin embargo, en el caso de España, no se produjo una derrota militar del franquismo, ni tampoco existieron factores o intervenciones exteriores que determinaran su finalización, a pesar de que en algunos sectores de la oposición existió durante un tiempo la creencia de que el triunfo de los Aliados podía conllevar la caída del régimen (a ello se aplicaron los maquis, esperando poder unirse en paseo triunfal a los vencedores europeos y americanos cuando, según creían en la clandestinidad, cruzaran los Pirineos para deponer a Franco). Pero Franco se murió en la cama, le pese a quien le pese. Y la transición a la democracia fue el resultado de un acuerdo amplio entre quienes consideraron que el franquismo ya no se correspondía con los tiempos y quienes se habían opuesto a él, con mayor o menor fuerza y resultados, especialmente en los últimos años de la dictadura.

No hubo, pues, en España, vencedores y vencidos. Nada de Piazzale Loreto, ni condenas a militares golpistas, ni claveles en los fusiles. La política de “reconciliación nacional”, proclamada por el Partido Comunista de España en su Declaración de junio de 1956, en la que afirmó “solemnemente estar dispuesto a contribuir sin reservas a la reconciliación nacional de los españoles, a terminar con la división abierta por la guerra civil y mantenida por el general Franco”, convergió con los acuerdos derivados del “Contubernio de Munich”, en 1962, protagonizado, entre otros, por liberales, democristianos y socialistas. Todo ello dio sus frutos veinte años después, cuando tras la formación del gobierno Suárez y la adopción de los Pactos de la Moncloa, el llamado “consenso” facilitó que, todos, los que estuvieron en un lado y los que estuvieron en el otro, pudieran pasar página civilizadamente para comenzar esta etapa de constitucionalismo democrático que, lamentablemente, algunos quieren destruir para volver a entronizar los conceptos de vencedores y vencidos.

¿Cómo lo hicimos? Buscando lo que nos unía, renunciando a algunas cosas y dejando a un lado lo que nos separaba. Sobre todo, buscando lo que nos unía: el deseo de contar con un Estado de Derecho, con democracia y con derechos humanos. Aunque se tuviera que renunciar, en aquellos días, a símbolos que, de mantenerlos, hubieran hecho imposible la transición. Recuerdo, al respecto, las silenciosas lágrimas de los veteranos miembros del PCE cuando oficializaron el cambio de bandera, ante una mesa presidida por la republicana, que fue retirada para ser sustituida por la bandera rojigualda; habían mantenido durante toda la clandestinidad un símbolo al que fueron capaces de honrar declarando que la reconciliación, como valor superior, bien valía su cambio.”

¿Por qué ahora algunos reniegan de ello? ¿Ignorancia? ¿O mala fe?
TERESA FREIXES





Elaboración y aprobación de la Constitución Española de 1978 en sus actas oficiales

Sesión Plenaria del Congreso de los Diputados celebrada el martes, 31 de octubre de 1978, en la que fue aprobado el texto de la Constitución [Discursos de los líderes políticos]

Sesión Plenaria del Senado celebrada el martes, 31 de octubre de 1978, en la que fue aprobado el texto de la Constitución [Intervenciones de los líderes políticos]

Actas secretas en una caja fuerte: así se negoció la Constitución [El Confidencial]

La Constitución nació en el Parador de Sigüenza



'No preparamos a nuestras hijas e hijos para que sean ciudadanos, ni para que entiendan el mundo. Ni tampoco para que ejerzan esa ciudadanía que Bobbio reclamaba como libre y consciente. Libre para que pudiera movilizar sus esfuerzos dirigiéndolos hacia la construcción y garantía de la misma libertad, igualdad y solidaridad. Si no les enseñamos eso, no sólo con palabras sino también con los hechos, van a ser presa fácil de todo aquello que en vez de construir destruye' | Larga vida a la Constitución y al constitucionalismo [Teresa Freixes]








diumenge, 2 de desembre del 2018

Tres textos imprescindibles de Teresa Freixes sobre la huelga de hambre, la supuesta 'prevaricación' del TC y el juicio justo




HUELGA DE HAMBRE Y COLISIÓN DE DERECHOS

Cuando se pierde la razón se pierde toda legitimidad en la acción. Aquí y ahora deciden, un par de entre ellos, iniciar una huelga de hambre de sólidos (admiten líquidos).

Supongo que saben que existen precedentes y jurisprudencia constitucional al respecto, pues también varios etarras, Grapos y algún verso suelto iniciaron huelgas de hambre mientras estaban en prisión.

Según la legislación y la jurisprudencia españolas, internacionalmente verificadas como no vulneradoras de derechos humanos, tienen todo el derecho a mantenerse en huelga de hambre mientras estén conscientes. En el momento en que pierdan la conciencia, el fiscal solicitará la alimentación forzada (con sonda) para que no se produzca la muerte. No se aplica aquí el criterio que se siguió en Reino Unido con los presos del IRA, donde murieron varios que se negaron a ser alimentados, hasta que sus madres solicitaron la intervención médica para no dejarles morir.

Jurídicamente el tema se plantea como colisión de derechos: el derecho de una persona a declararse en huelga de hambre a muerte y el derecho de la autoridad a velar por la vida de quienes están bajo especial sujeción. Mientras una persona está consciente puede verficarse que, efectivamente, tiene decisión propia para el ejercicio de su derecho. En cuanto pierde la conciencia ya no es verificable su voluntad, por lo que es sustituida por la de quien tiene que velar por su existencia.


EL SUPUESTO "BLOQUEO" DEL TC Y EL "PLAZO RAZONABLE"

Argumentan los políticos que están en prisión provisional que su causa está siendo retardada en los recursos de amparo que tienen presentados ante el Tribunal Constitucional porque de este modo, al estar admitidos a trámite, no pueden acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Ello es totalmente falso. Si creen que el TC incurre en dilaciones indebidas tienen expedito el recurso ante el TEDH por vulneración del derecho a una resolución emitida dentro de un plazo razonable, reconocida por el art. 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. No tienen más que interponerlo sin mayores requerimientos.

El TEDH, para considerar si un caso excede, en su tramitación, desde su inicio hasta el momento en que se interpone la demanda, de lo que se puede considerar como "plazo razonable" ha construido un escrutinio o "test" en el que analiza:

1.- La complejidad del caso, porque no todos los casos son iguales.

2.- La actitud de los encausados comprobando si colaboran con la justicia o interponen recursos o reclamaciones dilatorias.

3.- La actitud del juez del caso, por ver si se le acumulan los asuntos o los resuelve con la diligencia debida.

4.- La actitud de las autoridades judiciales (Consejo General del Poder Judicial en el caso de España o Ministerio de Justicia cuando depende de este último) para comprobar si organizan la impartición de justicia otorgando a jueces y tribunales los medios necesarios.

A partir de ahí, juzguen Vds. mismos. Basta con leer la prensa con cierta asiduidad.


LAS GARANTÍAS DEL JUICIO JUSTO

Las garantías que se exigen para considerar, en los países democráticos, que estamos ante un juicio justo son los indicadores de que disponemos, como derechos que están establecidos en el art. 24 de la Constitución española (que concuerda con el art. 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos) para garantizar que nuestros intereses legítimos sean debidamente respetados: derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, derecho al juez independiente e imparcial, el derecho a la defensa, el derecho a presentar pruebas, el derecho a obtener una sentencia dentro de un plazo razonable, el derecho a intérprete si lo necesitamos, el derecho a no declarar contra uno mismo y a no declararse culpable, derecho a la presunción de inocencia….. Y derecho a que se ejecuten las sentencias. Sólo con que uno de ellos se conculque, el juicio ya no es justo y, entonces, tenemos derecho a que sea revisado por un juez o tribunal superior que dicte nueva sentencia. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos constituye un último recurso, como jurisdicción subsidiaria, si se considera que en los procesos internos existe violación de garantías procesales.

¿Es esto una utopía? ¿Son reales y efectivas estas garantías? Comentaré algunos elementos importantes al respecto.

- El juez independiente: Ciertamente, los jueces lo son. Lo todo lo que quieran serlo. Nada les constriñe salvo el imperio de la ley. Todo el Poder Judicial obtiene el puesto mediante concurso público competitivo, basado en sus conocimientos y en su experiencia. Si se dejan influir por cualquier otro poder público es porque se avienen a ello, puesto que todo el sistema está forjado para garantizarles esa independencia. No confundir, aquí, como suele hacerlo con el Consejo General del Poder Judicial, que no imparte Justicia sino que es un órgano, elegido actualmente por el Parlamento, a cuyo cargo está el gobierno de los jueces, es decir, la parte administrativa de la impartición de justicia, sin que ninguno de sus miembros pueda dictar sentencias. Quizás sería bueno, para garantizar mejor que la organización del Poder Judicial respondiera más adecuadamente a las necesidades objetivas de esa impartición de justicia, que fueran los propios jueces quienes nombraran a los miembros del Consejo, como sucede en muchos países democráticos; pero otros países democráticos también tienen Consejos elegidos, total o parcialmente, por los parlamentos. En ambos casos, lo que importa es cómo ejercen sus competencias, es decir, como garantizan que los jueces y magistrados puedan dictar las sentencias como es debido. El propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos es elegido por políticos: por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa a propuesta (una terna para elegir uno) de los respectivos Gobiernos. Si alguien considera que un juez que tiene que juzgarle no es independiente puede recusarlo. La recusación, una vez agotados los recursos internos, puede ser elevada al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

- El juez imparcial: Significa que quien va a dictar la sentencia no tenga relación de amistad, parentesco, de negocios o de cualquier otra índole con las partes del litigio, es decir, con quienes pleitean por sus derechos o intereses legítimos. Por eso, cuando existe sospecha de que pueden existir intereses mutuos entre el juez y las partes, el juez debe inhibirse o, si no lo hace, puede ser recusado. Los abogados tienen que informar especialmente sobre ello a las partes, porque de la imparcialidad depende la objetividad de la Justicia. También en este caso la recusación, una vez agotados los recursos internos, puede ser elevada al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

- El derecho a la defensa y a la presentación de pruebas: Esencial, en democracia, porque siempre podemos ser objeto de acusaciones infundadas. Demasiadas veces, olvidamos que la defensa tiene que presentar las pruebas pertinentes, convincentes, que desechen toda duda razonable sobre la culpabilidad de una persona que está siendo juzgada. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos puede controlar que todo ello sea correcto, una vez agotados los recursos internos.

- La presunción de inocencia: Sin juicios paralelos, sin pena de telediario. Nadie es culpable hasta que una sentencia firme así lo declare. Por eso es necesario ser conscientes de que ser investigado o acusado es una simple posición procesal, que no prejuzga la culpabilidad. No se puede dar tratamiento de culpable mientras exista posibilidad de apelación o de casación o revisión de la sentencia, o de amparo ante el Tribunal Constitucional. La Justicia exige que esta presunción se respete siendo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos jurisdicción subsidiaria al respecto.

- La sentencia emitida dentro de un plazo razonable: Esta es la garantía que más problemas comporta en su ejercicio. ¿Por qué? Primero porque una Justicia que llega tarde deja de ser Justicia. Y después, porque para saber si el plazo es o no razonable, es decir, si no existen dilaciones indebidas en el proceso hay que examinar la complejidad del caso, la actitud de las partes (por ver si ejercen filibusterismo judicial, es decir, si ponen obstáculos, se fugan, dan domicilios equivocados, etc. Etc.) y la actitud del poder público. En este último caso, distinguiendo, por una parte, entre el poder público que tiene a su cargo la organización de la administración de justicia, para determinar si la distribución territorial de los juzgados es la oportuna, o si cuentan o no con los medios adecuados. Y, por otra parte, supervisando la actividad del juez del caso, su diligencia, su dedicación, que no se le acumulen innecesariamente los asuntos. Todo ello debería ser objeto de una mejor atención por parte de quienes tienen responsabilidad sobre la buena administración de Justicia. Cuando se considere que un tribunal español no dicta su resolución sin dilaciones indebidas, se puede presentar recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sin esperar a que el proceso haya culminado totalmente, pues se trata de dilucidar si los plazos que debe seguir el proceso son los legales y razonables..

- Las sentencias deben ser ejecutadas, es decir, deben cumplirse. Si lo que decide el juez en sentencia firme no se hace efectivo, desaparece la Justicia. Y deben ejecutarse todas las sentencias que no pueden ser apeladas, tanto si las han dictado los tribunales ordinarios o el Tribunal Constitucional. Nos hubiéramos ahorrado un buen número de problemas si se hubiera dado cumplimiento a determinadas sentencias. Por eso, el sistema jurídico prevé sanciones si existe resistencia a cumplirlas. Porque la tutela judicial efectiva de derechos e intereses legítimos no existe si lo resuelto por el juez no obtiene efectivo cumplimiento. Incluso tenemos previsto, aunque costó tiempo adoptar la legislación pertinente, que el recurso de revisión sirve para obtener la ejecución de sentencias de tribunales internacionales o supranacionales cuando España fuere condenada por éstos.

Todas estas garantías se le aplican a los procesados que están en prisión, cualquiera que sea su origen, condición o situación económica. Se aplican a los implicados en la huelga de hambre de sólidos que acaban de iniciar. Que quede claro, como a cualquier persona. Por algo incluso en las asociaciones de juristas europeos consideran a España como uno de los paises más garantistas. Y por algo España es uno de los países que, teniendo en cuenta la estadística que deriva de la fecha de adhesión al Convenio Europeo de Derechos Humanos y que no hay ningún país del Consejo de Europa que no haya sido condenado por algún tipo de violación del Convenio, ha recibido menos condenas del Tribunal de Estrasburgo.



divendres, 30 de novembre del 2018

María Schneider o la impunidad moral de Bertolucci


En plena conversión de los medios a la ideología de género y del apogeo del #MeToo sorprende que casi nadie se haya acordado de María Schneider al escribir las necrológicas -todas apologéticas- sobre Bernardo Bertolucci. Un genio del cine, sin duda. Aunque nunca he llegado a saber que parte de genio le correspondía como artista y que parte por comunista. Sea como sea, la etiqueta de intelectual de izquierdas suele garantizar aún ciertas impunidades morales.

Bertolucci, que no se atrevió a hablar de María Schneider hasta dos años después de su muerte prematura, admitió que se había comportado de una 'manera horrible' con ella, pero que no se arrepentía. 'No quería -dijo- que María fingiera su humillación, quería que María sintiera, no actuara'. Y para lograrlo, la utilizó. No le dijo nada hasta el momento de rodar la escena, que consistía en una violación anal facilitada por un dedazo de mantequilla.

Ni Brandon ni Bertolucci violaron a Schneider, y ella podía haberse negado a rodar la escena. Podía haber dicho 'No es No'. Pero no se atrevió. Desconocía que no podía ser obligada a hacer algo que no estaba en el guión y se resignó a la humillación de sentirse violada. No sabemos si su quebranto emocional y su posterior entrega a las drogas tiene mucha, poca o ninguna relación con el tango que le hicieron bailar en París. Pero sí sabemos que Bertolucci creyó que el fin justificaba los medios. Aunque el medio fuera casi una chiquilla de 19 años.



BERTOLUCCI:

"Me porté de una manera horrible con Maria, porque no le dije nada de lo que iba a suceder. Quería su reacción como niña y no como actriz, quería que reaccionara al acto de la humillación. Quería que María sintiera, no actuara".
"Me siento culpable, pero no arrepentido. En las películas, para obtener algo creo que tenemos que ser completamente fríos. No quería que María fingiera su humillación, quería que Maria sintiera, no actuara. Por eso me ha odiado toda la vida".


MARÍA SCHNEIDER:

"Esa escena no estaba en el guión original. La verdad es que fue Marlon a quien se le ocurrió la idea".
"Solo me lo contaron justo antes de filmar la escena y estaba muy enojada".
"Debería haber llamado a mi agente o si mi abogado hubiera venido al set porque no se puede obligar a alguien a hacer algo que no está en el guión, pero en ese momento no lo sabía". 
"Marlon me dijo: 'María, no te preocupes, es solo una película', pero durante la escena, aunque lo que Marlon estaba haciendo no era real, estaba llorando lágrimas de verdad".
"Me sentí humillada y, para ser sincera, me sentí un poco violada, tanto por Marlon como por Bertolucci. Después de la escena, Marlon no me consoló ni se disculpó. Afortunadamente, solo hubo una toma".


dimecres, 28 de novembre del 2018

Habrá que ir poniéndose los chalecos amarillos






La prensa socialdemócrata, hegemónica en Europa, está dando un trato sesgado a la movilización de los inencasillables 'gilets jaunes' franceses contra el impuesto a los combustibles políticamente incorrectos como el diésel. Impuesto que el gobierno de Macron ha justificado por la necesidad de implementar el plan de 'transición energética' para acabar con las emisiones de CO2 según lo establecido en el compromiso de París y acorde con las últimas propuestas de Bruselas.

El silogismo que hacen medios y élites es facilón: si oponerse a la subida de impuestos no es de izquierdas, los 'chalecos amarillos' son de derechas; ergo su protesta es inmoral e ilegítima y los que la secundan  son tan 'deplorables' como los que votaron a Trump.  Y luego se sorprenden si los ciudadanos perjudicados no les aplauden o les increpan,  a veces con inaceptables estallidos de esa típica violencia callejera que acompaña siempre a los movimientos reivindicativos franceses y en la que no parece ajena la mano de lepenistas y melenchonistas.

El impuesto al carbono es un impuesto recaudatorio y punitivo que forma parte de un 'plan de la élite urbanita europea' que se resume en tres palabras: 'decarbonización, decrecimiento y “socialismo” . En Irlanda se pagan ahora 100 € al año por el CO2 por habitante. En unos 10 años se deberán pagar 1.500 € ... Habrá que ir poniéndose los chalecos amarillos' [Anton Uriarte].

El calentamiento global antropogénico funciona como una verdad revelada. Medios como la BBC han prohibido invitar a 'negacionistas' a sus programas. Censura que no es nueva y que fue promovida, hace algunos años, por los cabecillas científicos del catastrofismo climático, como mostraron los emails que salieron a la luz en lo que se llamó el Climagate. Eran los tiempos en que la propaganda del 97,1% de 'consenso científico' sobre la realidad del cambio climático estaba en su apogeo.

Sin embargo, ese consenso es un espejismo. La realidad es muy diferente. 'Hay algunos científicos que no creen que el calentamiento global esté sucediendo en absoluto. Hay muchos que creen que el ligero aumento de la temperatura en los últimos cien años no es más que una fluctuación natural en el ciclo normal del clima, y los hay que reconocen el aumento con cierta preocupación, pero no creen que se deba al aumento del dióxido de carbono.

Los científicos que intentan refutar el calentamiento global antropogénico argumentan que sus defensores utilizan modelos defectuosos para demostrarlo. Según esos modelos, durante los últimos cien años, la temperatura promedio de la Tierra debería haber aumentado en un grado centígrado. Pero eso no ha ocurrido. Solo se ha registrado un aumento aproximado de medio grado Celsius. Como la temperatura no ha aumentado según la predicción, creen que la Tierra no se está calentando.

Pero ¿por qué la temperatura ha subido ligeramente? Muchos científicos creen que esto se debe a las fluctuaciones naturales en el clima de la Tierra, que ha variado significativamente en sus seis mil millones de años de historia. Este planeta ha pasado por muchas edades de hielo y siempre las ha revertido. El clima también ha sido mucho más cálido de lo que es ahora y ha regresado a un nivel más templado. La naturaleza, pues, se ajustará en consecuencia.

Los científicos que reconocen con cautela el calentamiento pero no lo atribuyen al aumento de CO2 afirman que las emisiones de carbono antropogénico no son el factor más importante para determinar qué causa las variaciones de temperatura. Afirman que las variaciones solares, incluidas las manchas solares o las erupciones volcánicas, podrían desempeñar un papel importante en el aumento de la temperatura. Una disminución del 4% en la capa de nubes, que afecta la radiación solar entrante, tendría el mismo efecto que duplicar el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera. También afirman que incluso la luna afecta el clima.

El aumento del dióxido de carbono en la atmósfera no está directamente relacionado con las fuentes antropogénicas. Hay otras fuentes que hacen contribuciones de carbono mucho mayores a la atmósfera. La descomposición de las plantas y la actividad volcánica junto con otras numerosas fuentes naturales de emisión representan 200 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, mientras que las fuentes antropogénicas representan solo 7 mil millones de toneladas. Por lo tanto, la actividad humana no constituye una fuente importante de dióxido de carbono.

Debido a que la actividad humana no tiene en cuenta una entrada importante de dióxido de carbono en la atmósfera, es difícil vincular directamente el CO2 al aumento de la temperatura global promedio.[ Dos estudios recientes del CERN confirmarían por primera vez el cambio climático natural y la poca relevancia del CO2]. Algunos modelos muestran que el efecto de enfriamiento de los combustibles fósiles, como la neblina emitida por los aerosoles de sulfato, puede ser entre 4-8 veces mayor que el efecto de calentamiento. La deforestación y el uso alternativo de la tierra, si bien son antropogénicos, no son emisiones directas como lo son los combustibles fósiles quemados. Por lo tanto, el dióxido de carbono no está directamente relacionado con el aumento de la temperatura global promedio.

Estos científicos argumentan además que la correlación entre las emisiones antropogénicas y el calentamiento global no son exactas. Los datos de temperatura no son precisos. Usando un satélite más preciso, los datos muestran que hubo una tendencia de enfriamiento a nivel mundial desde 1979 hasta 1997. Los datos y observaciones de globos aerostáticos también lo verificaron. Los científicos, a favor o en contra, no pueden crear un modelo que incorpore todos los factores porque aún no saben exactamente cómo afecta cada factor al esquema de temperatura global. Se cree que el vapor de agua y las nubes afectan este esquema, pero hasta qué punto se desconoce. Es necesario encontrar más información para modelar con precisión la atmósfera y cómo el dióxido de carbono se relaciona con el calentamiento global'. [GLOBAL WARMING IS NOT HAPPENING-Massachusetts Institute of Technology (MIT)]

[Para una mayor comprensión del papel del CO2, leer el artículo 'En defensa del CO2' del profesor Uriarte]

En su conferencia en la Global Warming Policy Foundation en la Royal Society de Londres, el divulgador científico Matt Ridley, que se define a si mismo como lukewarmer, señaló que 'hoy en día hay una legión de bien pagados vigilantes del redil cuyo trabajo es mantener el debate en binario: o crees que el cambio climático es real y peligroso, o eres un negacionista que cree que se trata de un timo. Pero hay una tercera posibilidad que se niegan a admitir: que se real pero no peligroso'.

Otro likewarmer es el profesor Patrick J. Michaels, director del Centro para el Estudio de la Ciencia en el Cato Institute y profesor de Investigación en Ciencias Ambientales durante 30 años en la Universidad de Virginia. Para Michaels, 'el calentamiento está creando un planeta más verde con temporadas de cultivo más largas y con rendimientos crecientes en las cosechas. Contrario a lo que se dice, la potencia de los huracanes en el Atlántico se encuentra alrededor del promedio de los últimos 100 años, aun cuando 2017 fue una temporada fuerte. La información de la industria aseguradora muestra que no ha habido cambios globales en daños relacionados al clima cuando se expresan como un porcentaje de la actividad económica total. Por lo tanto, es un mito la noción de que el clima está, como un todo, volviéndose «más extremo»'.

Para el profesor emérito del MIT, Richard S. Lindzen, sorprende el simplismo de la 'teoría' del calentamiento antropogénico. 'El clima, que es un sistema multifactor complejo, se le resume en una sola variable, el cambio de temperatura promediado globalmente, y se le controla principalmente por la perturbación del 1-2 % de una única variable, el dióxido de carbono, entre otras muchas variables de importancia comparable. Estas son un par de afirmaciones extraordinarias basadas en un razonamiento que limita con el pensamiento mágico'. Por decirlo en palabras de Jordan Peterson, el calentamiento global es 'un pensamiento de baja resolución'.





Para Lindzen 'una conjetura inverosímil respaldada por evidencia falsa y repetida incesantemente se ha convertido en "conocimiento" políticamente correcto y se utiliza para promover el vuelco de la civilización industrial'.  Es decir, para destruir el capitalismo.

No se trata de una sospecha o de una especulación más o menos fundada sino de algo reconocido públicamente por los promotores políticos del calentamiento antropogénico. Lo dijo públicamente en Bruselas hace tres años la entonces secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático,  Christiana Figueres,  al admitir que "esta es la primera vez en la historia de la humanidad que nos estamos imponiendo intencionalmente, dentro de un período de tiempo definido, cambiar el modelo de desarrollo económico que ha estado reinando durante al menos 150 años, desde la Revolución Industrial".

En EEUU, la izquierda demócrata mayoritaria desde noviembre en la Cámara de Representantes ha empezado a trabajar,  ante los 'terribles informes climáticos',  en un 'New Deal Verde' para alcanzar el 100% en energía renovable en 10 años.

Sí, habrá que ir poniéndose los chalecos amarillos...


divendres, 9 de novembre del 2018

El totalitarismo en marcha




Como buenos totalitarios, CUP y Colectivo Praga, contra la libertad ideológica y contra la libertad de expresión en el ámbito académico. Esto sale hoy en los medios, pero en las universidades los sufrimos día a día.

En el fondo el boicot que promueven no es un acto contra Lesmes, a quien le queda menos de un mes para dejar su cargo de Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. De lo que se trata es de amedrentar, de "ocupar espacio", de impedir el pensamiento libre y riguroso, en el más puro ejercicio de totalitarismo.

Ciertamente, la calificación de totalitario puede parecer, si no se profundiza en su significado, alarmista o malintencionada, cuando se pretende aplicar al proceso de independencia que una parte del nacionalismo catalán ha emprendido y que extiende sus tentáculos en todo el espectro social, universidades incluidas.

Para Hannah Arendt, el totalitarismo es un modo de dominación nuevo, diferente de las antiguas formas de tiranía y despotismo, por lo que no se le puede identificar únicamente con régimen dictatorial. También Claude Lefort se hace eco de la irrupción novedosa de tales sistemas, indicando que el terror, en el sentido hasta entonces considerado, no estaba estructurado de la misma manera en los autoritarismos de algunos países de la Europa del Este socialista, donde se ejercía de formas mucho más sutiles que en las dictaduras clásicas. Marcuse, a su manera, también se hizo eco de las manipulaciones ideológicas en “El hombre unidimensional” apelando a la conciencia que debería estar presente en las personas y que, como consecuencia de las limitaciones intrínsecas a la cultura oficial, derivan en la imposibilidad de escapar a tal coacción, creando una sociedad alienada.

Franz Neumann, que estudió el totalitarismo partiendo del nacionalsocialismo, destacó, siendo ello muy importante, en el trabajo que le fue encargado en el contexto de los Juicios de Nuremberg, que los principios básicos de la Constitución de Weimar nunca fueron formalmente derogados por el sistema nacionalsocialista, sino que precisamente fue el retorcimiento crujiente de los instrumentos de la democracia lo que permitió que se fueran desnaturalizando para dar paso al régimen hitleriano.

También en Orwell o Kundera, la ideología totalitaria se presenta a sí misma como una explicación certera y total del curso de la historia y del sentido de la vida, construyendo una narración épica de victoria, de consecución y, también, de venganza. Construye una visión del mundo ficticia pero lógicamente coherente, y deriva de ella directivas de acción cuya legitimidad se fundamenta en esa misma lógica interna. Con el método del olvido organizado y la supresión de la diversidad cultural, aparecen los plagiadores de la Historia y se desmorona la identidad particular de la conciencia individual.

Raymond Aron nos proporciona indicadores válidos para analizar cuándo un régimen tiende al totalitarismo. En su obra “Democracia y totalitarismo”, fundada en el análisis no únicamente ideológico o filosófico, sino en la praxis que deriva de las relaciones de fuerza, desgrana situaciones de facto que también podemos apreciar que se producen actualmente aquí, en nuestro país, en Cataluña. Aron analiza certeramente el monismo sociológico que subyace al totalitarismo, negando la independencia crítica de la persona, cuyo pensamiento es sustituido por la clarividencia de la ideología que se pretende dominante, ya se tratara, en su análisis y época, del fascismo/nacionalsocialismo o del marxismo-leninismo soviético.

La ideología totalitaria busca ser la única auténtica, la única válida, la que tiene que ser seguida porque sólo con ella, como se repite machaconamente en los discursos políticos del nacionalismo secesionista, se alcanzarán las debidas cuotas de progreso, de bienestar, de satisfacción del pueblo. Siempre bajo la dirección de una sola línea organizativa, que puede estar formada por la unión entre varias, hermanadas mediante fuertes lazos derivados de una finalidad común, el sistema totalitario no ofrece metodologías o prácticas de consenso al resto, ya que está en posesión de la verdad y se erigen en monopolio de la acción política “legítima”. Aquí y ahora, sólo ellos están legitimados para dirigir al nuevo país hacia su destino.

Esta identificación exclusiva con el objeto del sistema, al producir, en palabras de Adorno, una adhesión tal que provoca incapacidad para entender al otro, buscan sumar el apoyo de las masas para aparecer como fruto de la voluntad popular. Al volverse masivos, el totalitarismo condena ideológicamente a los opositores, porque al hacerlo defiende la voluntad y los intereses del pueblo. Así, pretenden hacernos creer que hablan en nombre de y representan a toda Cataluña, que tienen un “mandato democrático”, derivado de la mayoría absoluta numérica en el Parlament, que no se corresponde con ninguna mayoría social, ya que nunca han obtenido el respaldo de la mayoría del cuerpo electoral.

El totalitarismo puede, incluso, llegar democráticamente al gobierno. No es, pues, el análisis de si se ha sido o no elegido lo que le identifica. Lo que le identifica es la forma de ejercer el poder y las finalidades que pretende. Un gobierno puede ser elegido por el voto de la población y, posteriormente, desfigurar las instituciones e ir estableciendo sibilinamente un poder que alcance a todos los ámbitos. En todos los casos, se han apoyado en movimientos de masas que pretenden encuadrar a toda la sociedad, dividiéndola en buenos (quienes forman parte de ese movimiento) y malos (los contrarios).

Así que ya lo saben: Los "buenos" boicotearán el acto académico previsto en la Universidad de Barcelona. Los "malos" seremos tildados de fascistas, porque la "verdad democrática" la tienen los otros.

TERESA FREIXES




dilluns, 29 d’octubre del 2018

No confundan a Puigdemont con Trump, el delincuente es el primero




¿Tan sorprendente es que Donald Trump haya dicho en un mitín en Texas que es nacionalista? ¿No lo sabíamos ya desde que lanzó su exitosa campaña presidencial con los eslóganes 'América primero' y 'Haz que América sea grande otra vez'? Lo único realmente sorprendente es que no lo haya dicho antes.

En ese mitín, Trump dijo textualmente: 'Sabéis lo que es un globalista, ¿verdad? Un globalista es una persona que quiere que el mundo vaya bien, francamente, sin preocuparse mucho por nuestro país. ¿Sabéis que? Soy un nacionalista. Usad esa palabra'. Con esta frase Trump definió su nacionalismo: se puede querer que el mundo vaya bien siempre que uno no se olvide de su casa.

Hasta hace poco, gran parte de la izquierda era antiglobalista. En su proverbial miopía ideológica, acusaba a la globalización, que tan enormes beneficios ha dado a la humanidad, de ser perjudicial para los trabajadores del tercer mundo sin ver que los perjudicados no estaban tanto en la China o Bangladesh como en las tripas de Estados Unidos y Europa. Minorias perjudicadas a las que, como daños colaterales, primero ignoraron y después vilipendiaron -por ser hombres, blancos, obreros integrados, incultos, machistas, alcohólicos, brutos y violentos- hasta que Trump les tiró un capote y se los ganó para su ejército electoral.

El problema no es Trump sino el monstruo ficticio que han creado de él. Contra Trump todo vale, incluído que el fin justifique los medios. En lugar de aceptar a Trump como legítimo adversario político, por muy alejado que esté de nuestras convicciones ideológicas, se le ha convertido en fetiche de todos los males del mundo. Cada vez que dice o hace algo en su brusca tosquedad, un ejército universal de plañideras se desgañita y se rasga las vestiduras ante los ávidos focos de la televisión global.

Trump es el referente del mal, la encarnación del demonio del populismo, ese cajón de sastre en donde metemos todo aquello que no encaja en nuestra concepción políticamente correcta del mundo y la sociedad. Así, lo peor de Bolsonaro o Puigdemont es que se parezcan a Trump y no que el primero planificase acciones terroristas cuando era militar o que el segundo encabezase un intento de golpe de estado. Identificar a Bolsonaro y Puigdemont con Trump pretende ser un insulto, pero poner a Trump al nivel de Bolsonaro o Puigdemont es una calumnia. Guste o no, el elefante rubio de la Casa Blanca no ha desobedecido a los tribunales, no ha roto la legalidad y ni mucho menos ha violado la Constitución.

Sí, el nacionalismo no es de fiar. Pero como dice Fernando Savater, 'es un narcisismo colectivo que puede ser leve y hasta simpático' siempre y cuando no se convierta en agresivo pretendiendo escindir o anexionar territorios mediante el enfrentamiento con la propia sociedad o con la de otro Estado.

El nacionalismo de Trump, a día de hoy, es politicamente leve, mientras que el de Puigdemont es delictivamente grave. Sin embargo, para el funesto Gobierno socialista de Pedro Sánchez y sus deplorables aliados Trump es el avezado delincuente y Puigdemont un incauto niño travieso.







dissabte, 27 d’octubre del 2018

Jashogui, el islamista que no quería las reformas de Salman




Durante la guerra fría, la izquierda no perdió ni una sola oportunidad de escandalizarse y, sobre todo, de escandalizar a la opinión pública por las violaciones de los Derechos Humanos que se cometían en algunos países aliados de EEUU. Un escándalo que la izquierda nunca hizo extensivo a los muchos Gulags que en el mundo comunista han sido.

Cargar con el lastre de 'nuestros hijos de puta' fue uno de los precios que se pagó por implementar la exitosa estrategia de la contención de la Unión Soviética, lúcidamente expuesta por George F. Kennan en su célebre telegrama largo. Sí, había 'hijos de puta' entre nuestros aliados, pero por lo menos así se reconocía.

Hoy como ayer, la izquierda sigue escandalizándose por los crímenes cometidos por países aliados de EEUU y casi nada por los que cometen países de su desmadejado imaginario ideológico como Venezuela, Irán, Turquía o China, en una persistente hipocresía digna de figurar en el libro gordo de los récords.

Ahora vuelve a tocar Arabia Saudí, y con razón. Es un país con un régimen político medieval, misógino, dictatorial y repugnante que pudo colocar una pica en el Flandes del mapa geopolítico de la posguerra mundial gracias a sus enormes mares subterráneos de petróleo crudo. No me extiendo más en esto porqué la historia es sobradamente conocida.

Por su vínculo petróleo-Occidente, Arabia Saudí fue inscrita en la lista negra de los países malos de la izquierda internacional. Y allí ha permanecido, emergiendo cíclicamente hasta hace un par de años en que ha vuelto al punto de mira por los tímidos intentos de reforma del príncipe heredero Mohammed ben Salman.

Entre los más feroces críticos de las reformas figuraba el periodista saudí Yamal Jashogui, asesinado en Estambul. Presentado como un 'demócrata' y un 'reformista', Jashogui era en realidd un islamista próximo a la Hermandad Musulmana. Vinculado con miembros de la família real desplazados por Ben Salman, Jashogui se oponía a las reformas del príncipe heredero por entender que eran contrarias a la 'verdadera naturaleza' de Arabia Saudí, que 'es la madre y el padre del islam político'.

Turcófilo, Jashogui quería que el príncipe heredero siguiera los pasos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que apoya a la Hermandad Musulmana en todo el mundo árabe. Jashogui era partidario de una gran alianza entre Riad y Ankara y, como Erdogan, era hostil al régimen de Al Sisi en Egipto y se oponía al acercamiento a Israel, iniciado por Ben Salman ante la amenaza iraní.

Sin embargo, Jashogui no era proclive al régimen chií de Irán, frente al cual demandaba la unidad de las potencias suníes. Posición que minimizó ante sus amigos estadunidenses del Washington Post y ex funcionarios de la administración Obama que buscan presentar la política pro saudí y anti iraní de Trump como un desastre.

In presenting himself to his American friends, Khashoggi fashioned himself less the Islamist and more the democratic reformer. He made a tactical alliance with former Obama officials who seek to depict Trump’s pro-Saudi and anti-Iranian policy as a disaster.

Trump, in this view, is the enabler of a young, impetuous crown prince. Conflicts such as Yemen result from Saudi recklessness rather than Iranian expansionism.

Far from erasing this picture from the US media, Khashoggi’s disappearance has strengthened it. Given the opposition of former Obama officials to Trump’s strategy, they have an interest in stoking outrage at Khashoggi’s death. Their goal is to harness it in order to resurrect Obama’s outreach to Tehran.

Ironically, containing Iran is a goal that would make perfect sense to Khashoggi. In advocating a rapprochement between Riyadh and the Turkish-Qatari axis, he stressed the need for the Sunni powers to band together to thwart Tehran.

This is an aspect of his thought that he downplayed when making common cause with his American allies. It is the aspect, however, which President Trump would do well to remember most.

Extraído del artículo 'Why the Saudis despised Jamal Khashoggi' de Tony Badran, investigador en la Fundación para la Defensa de las Democracias, y Michael Doran, miembro senior del Instituto Hudson




dimecres, 24 d’octubre del 2018

¿Cómo se explica que exista una forma agravada de rebelión si se supone que un alzamiento violento exige que haya armas?


El tipo penal vigente para el delito de rebelión (Art. 472 del C.P.) exige un alzamiento violento de los reos, lo que, a primera vista, no parece encajar al dedillo con lo sucedido hace un año en Cataluña.

Pero ¿qué se entiende por alzamiento violento? Pues suele entenderse algo parecido a lo que hizo Tejero, Milans del Bosch y compañía el 23-F. Es decir, un alzamiento armado.

De ser así, el alzamiento violento conllevaría la presencia de armas, cosa que no pasó en Cataluña, si exceptuamos claro las armas de los Mossos. Sin embargo, en el  Art. 473 del C. P. se tipifica una forma agravada del alzamiento violento cuando en el mismo hayan concurrido -'esgrimido'- armas.

La pregunta es obvia ¿cómo se explica que exista una forma agravada de rebelión si se supone que un alzamiento violento exige la presencia de armas?

La respuesta también parece obvia: el legislador entiende que existe alzamiento violento aunque no exista violencia física. Es por ello que introduce en el Art. 473.2 del Código Penal una forma agravada de alzamiento violento en el caso que se esgriman armas, que existan combates callejeros, se causen estragos en la propiedad o se ejerza violencia grave contra las personas.

Es por ello que, tanto fiscales como instructor, creen aplicable a los líderes del 'procés' el delito de rebelión. Ese delito que ahora, precisamente ahora, no ve el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.



El criterio de Teresa Freixes

Según el Código Penal español (art. 473) el uso de armas es una circunstancia agravante en el delito de rebelión. Si es circunstancia agravante no es elemento necesario para que haya rebelión, sino complementario, para apreciar que la pena sea superior.


La interpretación de Germán Fernández

...el delito de rebelion, según la poca jurisprudencia q sobre el particular hay en España (TSJ del Pais Vasco por el Caso Ibarreche y TSJ de Cataluña por el 9-N) no exige la concurrencia de violencia entendida esta como un acto de vis compulsiva sino el mero uso de la misma como instrumento de presión, aunque no llegase a utilizarse y ahi va a estar la clave: si tal como la cúpula de los Mossos declaró ante el Juez, dos dias antes del referendum advirtieron a Puigdemont, Junqueras y Forn que no podian garantizar la seguridad de la ciudadania y que se producirian choque entre las fuerzas de seguridad estatales y algunos votantes y tanto Junqueras como Forn y Puigdemont aceptaron esa posibilidad y denegaron la petición de los altos mandos de los Mossos para suspender el referendum si que concurririan los elementos del tipo penal de rebelion.



Araceli Mangas Martín

Actos jurídicos concatenados -no meras manifestaciones de ciudadanos particulares más o menos violentas- como los aprobados por las instituciones político-legislativas catalanas es coacción jurídica contra todos los catalanes, contra el Estado y la sociedad española. Hubo coacción institucional contra el conjunto de la soberanía nacional, su integridad territorial y el orden democrático y constitucional. El Tribunal Supremo decidirá si esa violencia institucional ejercida por los responsables de las instituciones es o no componente del delito de rebelión o del de sedición; juzgará el fondo de la violencia, confío, y no unas algaradas, no muy distintas a cientos de manifestaciones violentas que suceden en cualquier parte del mundo.



dimarts, 23 d’octubre del 2018

El experimento del príncipe heredero déspota ilustrado ha fracasado; murió con Jashogui en el consulado de Estambul




Los inversores y empresarios que han cancelado sus viajes a Riad no dejan de ser unos hipócritas: mañana mismo todos ellos se subirían encantados a un avión que les llevara a Pekín. Pero otra cosa es su valoración profesional sobre lo pertinente de invertir en Arabia Saudí, y parecen compartir la misma conclusión a la que han llegado numerosos diplomáticos y Gobiernos occidentales: lo que le pasó a Jashogui es tremendo no sólo por su brutalidad, también porque revela cuestiones importantes sobre el Gobierno saudí. MbS había contado una historia atractiva: que bajo su liderazgo Riad avanzaba rauda hacia la modernidad y la plena racionalidad. Muchos de los pasos que dio encajaban muy bien con la consigna oficial saudí. Así, entendió perfectamente que deben ser menos dependientes del petróleo, que su economía no puede prosperar sin la participación de las mujeres, que el clero wahabí es una amenaza para el desarrollo, que los miembros de la Familia Real deben dejar de esquilmar el patrimonio del reino y que Irán, y no Israel, es el enemigo. Todo esto era cierto hace un mes y sigue siéndolo. MbS es, en muchos aspectos importantes, un modernizador.

Pero la imagen que MbS ha construido con tanto esmero ha quedado hecha añicos. Se ha recordado a todo el mundo que no hay ninguna modernización en el Gobierno saudí, sólo los a veces encomiables y a veces ominosos esfuerzos de un hombre de 33 años. Además, ese hombre ha decidido que la crítica equivale a la traición. Ha decidido que, para forzar el ritmo del cambio de la manera en que él quiere que se produzca, hay que aplastar a toda la oposición, venga del seno de la Familia Real o de la sociedad saudí en general. Sin duda se ve como un déspota ilustrado que debe controlar todas las riendas del poder si no quiere que se le escape el futuro promisorio.

Eso no puede salir bien, ni para nosotros ni para Arabia Saudí. Esta conclusión no se basa únicamente en la repulsión moral por lo que le hicieron a Jashogui, al que yo conocía, sino en una visión realista de Riad. No sería justo decir que los actuales arreglos saudíes condujeron a la terrible escena en el consulado saudí de Estambul, pero ese desenlace fue más un producto lógico que un accidente. Las versiones no letales fueron la detención de Hariri y, más recientemente, el extraño ataque de MbS a Canadá luego de que el ministro de Exteriores de este país publicara un tuit crítico con el manejo saudí de los derechos humanos. MbS expulsó al embajador canadiense, canceló los vuelos entre los dos países, retiró las inversiones saudíes y ordenó que miles de estudiantes saudíes se marcharan de Canadá inmediatamente. En ambas ocasiones sus reacciones fueron impulsivas y excesivas, pero nadie había muerto. Ya no se puede decir lo mismo.
Leer el artículo completo 'El Reino y el Poder: cómo castigar al príncipe Ben Salman'


diumenge, 21 d’octubre del 2018

No existió ninguna trama de robo de bebés en España ni se ha podido confirmar ni un solo robo más que el del Dr. Vela




La existencia de una trama para el robo organizado de bebés durante 40 años a partir de 1950 se aceptó sin rechistar por la prensa y el conjunto de la sociedad española como un hecho indiscutible.
Contenía todos los elementos emocionales para convertirse en una gran historia. Por el lado de las víctimas, madres y bebés. Por el lado de los verdugos: monjas y franquistas. Sin embargo, la investigación forense, tras una árdua y extensa investigación, ha concluido que, si bien pudieron darse casos aislados, no existió ninguna trama de robo de bebés ni se ha podido confirmar hasta ahora ni un solo robo de los casos denunciados, excepto el del ya sentenciado Dr. Vela.  Lo cuenta clarificador reportaje del diario 'El País':

Desde 2010, la Fiscalía ha iniciado 2.100 diligencias de investigación de presuntos robos de bebés. La mayor parte se ha archivado, por falta de pruebas o porque, tras 40 años, ni siquiera existían los registros hospitalarios ni vivían los posibles testigos. Pero 522 casos sí han llegado a la vía judicial, según fuentes de la Fiscalía. En 120 de ellos, ante indicios de una sustracción, fiscales y jueces han ordenado abrir las sepulturas de los bebés para ver si estaban vacías. Y, en las que se han hallado restos óseos, han solicitado la identificación de su ADN. Ninguno de estos análisis ha servido para confirmar un robo, según un informe técnico realizado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF).

No conocemos ningún caso en el que se haya podido confirmar el robo de bebés. Lo que sí hemos visto es que era cierto lo que les dijeron a los padres: que el bebé había fallecido”, señala el biólogo Antonio Alonso. Su equipo ha podido recuperar restos óseos en 117 de los 120 enterramientos exhumados, el 97%. En otros dos casos, ya no quedaban huesos, pero sí pelos fetales, paños quirúrgicos, pinzas umbilicales y rastros de insectos devoradores de cadáveres. El número total de procedimientos abiertos asciende a 128 porque en 14 de los recién nacidos se recurrió, como único análisis o como prueba complementaria, a la investigación genética de biopsias que se conservaban en los hospitales.

El informe técnico no respalda la existencia de una trama de robo de bebés, sino que constata “la comprensible incertidumbre” de muchos padres sobre si su hijo murió realmente, tras un trato hospitalario que, hace décadas, pudo ser frío y opaco (...) En 1976, la tasa de mortalidad neonatal precoz superaba los nueve bebés por cada 1.000 nacidos. Pensar que un niño no falleció, sino que fue robado, es la última esperanza para muchos padres de volver a ver a su hijo con vida


El sesgo femileninista de la prensa progre





Contigo en la salud, pero no con el cáncer de mama: “Ni a un perro enfermo se le abandona”

"Tiene que ver con el papel social, la mujer está más acostumbrada a cuidar y a estar pendiente de las personas con las que convive. Esta es una enfermedad que pone a prueba la relación de pareja, y muchas veces es la mujer quien se da cuenta de que no quiere continuar con su pareja porque no ha respondido como lo hubiera hecho ella". La experta estima que en su experiencia clínica puede haber un 10% de parejas que llegan a la ruptura. La cifra, que parece leve, se vuelve impactante cuando las afectadas cuentan sus experiencias.
[El País]


Arcadi Espada, contrataca:
La muchacha acierta a reflejar la cruz y delicia del oficio: es tan brutal lo que voy a contarles que no importa que no afecte a casi a nadie. Todas las cifras que maneja el reportaje no tienen valor alguno. Pero dando ese 10 por ciento por bueno: es imperioso ocultar el 90 por ciento de parejas que resisten unidas la atroz experiencia de la enfermedad.

'El País', por la libertad condicional de los cabecillas del procés




dissabte, 20 d’octubre del 2018

La urgente necesidad de un segundo referéndum sobre Europa en el Reino Unido




La opinión de The Observer sobre la urgente necesidad de una nueva votación sobre Europa

The Observer

20/10/2018

Tal como lo dijeron los Tory Brexiter duros, los líderes de Europa ya deberían haber estado pidiendo misericordia. En cambio, la alemana Angela Merkel y el francés Emmanuel Macron se tomaron una cerveza o dos en una brasserie de Bruselas después de la cumbre de la UE en la que supuestamente se tenía que decidir el pacto o la ruptura. Si estaban preocupados por la imposibilidad de completar el pacto del Brexit lo estaban ocultando bien. En contraste evidente con Theresa May, que cenó sola después de que su nerviosa petición de ayuda fue recibida con vergüenza y lástima por los otros 27 líderes. La humillación no basta para describir la situación en la que se ha metido el gobierno.

¿Qué ha pasado con todos aquellos fabricantes de automóviles alemanes cuyo pánico ante la perspectiva de perder las ventas británicas obligaría al gobierno alemán a someterse a las demandas de los Brexiters? David Davis, el ex secretario de Brexit que renunció todavía está vendiendo esta fantasía. La realidad es que los exportadores de Europa prefieren preservar el mercado único, que nos ha beneficiado enormemente a ellos y a nosotros. La triste verdad del asunto es que los Tory Brexiter duros, y una gran parte de un partido conservador inglés del envejecido sur, sin contacto con la realidad no entienden a Europa ni a la UE, o lo que significa ser europeo. Se aferran obstinadamente a una visión muy distorsionada y sentimental de la historia que retrata a este país como un ejemplo único de gobierno ilustrado, empresa deslumbrante y esfuerzo imperial que se elevó, por derecho, para ser el primero entre las naciones. Creen que Gran Bretaña (aunque en verdad piensan en Inglaterra) podría liderar el mundo nuevamente, si se liberara del celoso abrazo de Europa.

No captan, ni valoran, la paz y la seguridad colectivas que ha traído el aumento de la cooperación europea. Su mito es que Gran Bretaña "salvó" a Europa en 1945 y fue recompensada con ingratitud. No entienden cómo se hacen los negocios en estos días, por parte de múltiples actores que atienden a clientes internacionales, independientemente de las fronteras nacionales. No ven que en un planeta de recursos finitos, compartir es una necesidad, no una elección. No se dan cuenta de que los británicos son también ciudadanos de Europa. En resumen, los Tory Brexiter duros adoran un pasado que nunca existió mientras que aclaman un futuro que nunca se materializará.

Las legiones de partidarios del voto popular que marcharon por Londres, y los millones que respaldan su llamamiento para un segundo referéndum, entienden muy bien la idea y la importancia de Europa. Para ellos, significa la oportunidad de viajar, estudiar, trabajar y vivir en el extranjero. Para ellos, Europa significa inclusión, valores y leyes compartidos, tolerancia mutua y una apertura alegre a la majestuosa riqueza de innumerables estilos de vida, idiomas, tradiciones y creencias.

Europa es donde muchos de nuestros jóvenes, el futuro de este país, ya habitan, espiritualmente, culturalmente, políticamente y aspiracionalmente. Para ellos, Brexit es un acto sin sentido de separación familiar, que destruye brutalmente el hogar europeo donde fueron criados. Se han hecho afirmaciones poco realistas sobre disturbios civiles si Brexit se ve frustrado. Sin embargo, si sigue adelante, la posible reacción violenta entre nuestras generaciones más jóvenes al ver sus oportunidades futuras y su prosperidad tan cruelmente restringida debería alarmar a todos. Muchos de los mejores y más brillantes de Gran Bretaña pueden simplemente levantarse y marcharse. Vergüenza por estos Tory Brexiter duros que sacrificarían el futuro de nuestros hijos por una ilusión. Estos reaccionarios saben muy bien lo que no les gusta. No les gusta el mercado único, la unión aduanera y el tribunal europeo. Y, según las encuestas, no se preocupan por la unidad, los deseos de Escocia o la paz en la frontera irlandesa. Que les gusta ¿Un regreso, tal vez, a un nirvana imaginado en el apogeo de la era victoriana? ¿Y cómo lo lograrán? En esto, durante más de dos años, nunca han sido claros ni honestos.

Cada vez que Theresa May intenta convertir la lista de deseos de Brexit en palabras en un papel, gritan traición. Cada vez que sus ideas poco prácticas son rechazadas por una UE unificada, vuelven a caer en la negación. Cada vez que el primer ministro insinúa una concesión, se vuelven rebeldes. May solo tiene que culparse a sí misma, como hemos dicho antes. El apaciguamiento de tales críticos dogmáticos nunca funciona. Nunca estarán satisfechos, porque parecen saberlo todo, y lo que les gusta más es quejarse.

May se está quedando sin camino, tanto en las conversaciones del Brexit y como primer ministro. Llamar a todo esto un "shitshow", como lo hizo el diputado conservador Johnny Mercer, no es inexacto. Su crudeza está a la par con la inutilidad de los intentos de May para mantener unido a su disfuncional partido y lograr un acuerdo que toda la UE, el parlamento e incluso los ruidosos Democratic Unionists puedan aprobar. Gran Bretaña está al borde de una calamidad histórica, de la cual toda la clase política del país comparte la culpa. Brexit, en los términos conocidos actualmente, será un desastre. Ningún trato será peor. Los políticos han fracasado, por lo que el pueblo debe hacerse cargo. Debemos tener un segundo referéndum.

Artículo original en inglés, aquí

Traducción: F.C.