dimarts, 4 d’abril del 2017

Manifiesto por un modelo de fin de ETA sin impunidad






La infantilización universitaria amordaza la libertad de expresión en los campus

La supresión de la libertad de expresión en los campus universitarios no es una cosa nueva, analiza Jon Haidt, psicólogo social de la Universidad Stern School of Business de Nueva York. En el pasado, parece haber sido ejercida principalmente por el profesorado y las administraciones, pero ahora lo es por los propios los estudiantes.

Jon Haidt explica que se trata de una 'revolución moral' y que su último hito ha sido la creación de los 'safe spaces' en las universidades de EEUU, Canadá y Gran Bretaña a partir de 2015. Antes, los estudiantes solían estar en contra de la autoridad, en contra de las normas y por la máxima libertad. Ahora, por el contrario, son los estudiantes los que demandan que la autoridad imponga nuevas normas y regulaciones aún a costa de la libertad.



En Plaza Moyua lo interpretan así:

Es de niños cuando aprendemos los trucos para solucionar los conflictos . Y si has pasado la infancia bajo supervisión, el truco es ligarte al que pueda hacer la función de “adulto”, poniendo cara de víctima para que castigue al que le tienes manía — con o sin razón. En el caso de la universidad, su administración. Cuando lleguen al mercado laboral … supongo que el macho alfa Coleta Morada, y los vengadores de Potemos.

Si Haidt tiene razón, y esa pinta lleva, puede ocurrir que en este caso no funcione el cambio usual de “ideología” -o mentalidad- con la edad. Que se es más proclive en edades tiernas a las grandes ideas que nunca funcionan, y al crecer se le va dando más peso a la p*t* realidad. Pero si vienen embarcados en el uso del truqui del victimismo y las prohibiciones morales, podría ocurrir que eso perdure en el tiempo. Y que el mundo cambie, por una interrupción del tránsito de la infancia al adulterio.