diumenge, 26 de febrer del 2017

Más de 300 científicos piden a Trump que se retire del acuerdo de París sobre el Cambio Climático


Dear Mr President:

Ciudadanos de América y simpatizantes de todas partes apoyan sus promesas de traer sentido común a los acuerdos internacionales sobre medio ambiente, sean los ya promulgados o los futuros. En unas pocas semanas, más de 300 científicos y otros individuos cualificados por todo el mundo han firmado la siguiente petición, exhortándole a abandonar la desacertada Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). Y hay más que la están firmando cada día.

Pedimos que el gobierno americano, y otros, cambien su curso sobre un acuerdo internacional desfasado, enfocados a una dura regulación de gases invernadero minoritarios, principalmente C02. Desde 2009, el gobierno USA y otros han emprendido acciones respecto al clima global que no tienen justificación científica, y que causan, y seguirán causando daños económicos y sociales — sin beneficios medioambientales. Aunque nosotros apoyamos controles directos sobre contaminantes medioambientales convencionales, que sean eficaces, asequibles, y razonables, el CO2 no es no contaminante. Al contrario, hay clara evidencia de que el aumento del CO2 en la atmósfera es beneficioso medioambientalmente para los cultivos y las otras plantas que alimentan toda la vida. Es comida de plantas, no un veneno.

La restricción de acceso a los combustibles fósiles tiene efectos muy negativos en el bienestar de la población mundial. Condena a pobreza continuada a más de cuatro mil millones de personas de países subdesarrollados.

Ahora estamos en una encrucijada. Los candidatos Trump y Pence prometieron no sólo sacar a EEUU fuera de un acuerdo internacional del clima dañino, sino deshacer las restricciones sin sentido a las emisiones de CO2. Mis compañeros científicos le apoyan su intención de mantener las promesas electorales.

Es especialmente importante que miembros de su administración escuchen a gente como los signatarios de esta carta, con el entrenamiento necesario para evaluar los hechos del clima y proporcionar un consejo sensato. Las discusiones del clima hace tiempo que son debates políticos -no discusiones científicas- sobre si los ciudadanos y burócratas deben controlar la energía, los recursos naturales, y otros bienes. Retirar regulaciones innecesarias ayuda a los americanos, y se puede hacer de un forma que proporcione el aire y agua limpios que usted ha prometido.

Atentamente,

Dr. Richard Lindzen.

Adjunto: Petición de retirada de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC).
Carta traducida y artículo en Plaza Moyua

Lo primero que se hizo con la escena del crimen del 11-M fue destruirla


"Los cuatro trenes siniestrados fueron desguazados en las cuarenta y ocho horas siguientes a la masacre, contraviniendo la Ley de Enjuiciamiento Criminal que, como se ha hecho en casos de accidentes ferroviarios (metro de Valencia, tren de Santiago de Compostela), se han conservado hasta el juicio que debe dictaminar las causas de las muertes y sus responsables.

Pero un vagón escapó a la destrucción ilegal de los trenes. Pertenecía al tren de Santa Eugenia y tenía aun nítidamente dibujado el agujero de la explosión cuando lo encontró Libertad Digital, tapado con unas lonas,en las instalaciones de Tafesa,en el barrio de Villaverde,en febrero de 2012. El entonces Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, colaborador de esRadio desde su fundación en el programa Cowboys de medianoche, dio orden de conservarlo e investigarlo. Pero ni conservó ni investigó nada.

El juez instructor, Juan del Olmo, dio orden o permitió que, además, se quemaran todos los restos personales —prendas y objetos— pertenecientes a las 192 víctimas mortales y los casi dos mil heridos.Todos estos objetos, que formaban parte también de la escena del crimen, fue- ron destruidos.

¿Y cómo pudo investigarse un crimen si se había destruido la es- cena del crimen? Pues creando una escena falsa, a partir de la cual se justificó la detención de sospechosos, su encarcelamiento, proceso, juicio y condena.

Los tres elementos que, tras destruir la verdadera, constituyeron la falsa escena del crimen fueron una furgoneta Renault Kangoo, una mochila y un coche Skoda Fabia. En la furgoneta, que había sido ya registrada por agentes e inspeccionada por un perro adiestrado para detectar explosivos, sin encontrar nada, la policía halló de pronto, al llegar a sus instalaciones de Canillas, varios objetos que, según se dijo, pertenecían a los terroristas, entre ellos, un trozo de Goma2 ECO que se consideró oficialmente desde entonces el arma del crimen. Es decir, que primero se encontró la dinamita y luego se dijo que era la que se había usado en la masacre, cuya escena del crimen se había destruido. También hallaron un Corán y una cinta islámica, entre otros objetos que los policías no habían visto en su inspección previa.

Pero una vez reparada la ceguera de la policía, apareció el hallazgo esencial del caso: una mochila-bolsa que apareció en la comisaría de Puente deVallecas dieciocho horas después de la voladura de los trenes y que se dijo que procedía de una de las estaciones, desde la que había sido llevada a la improvisada capilla ardiente de Ifema en un bolsón y, de allí, a la comisaría famosa, donde actuaba un policía afecto al PSOE. La mochila, se dijo, era igual que las que habían estallado en los trenes. Y a partir de ahí se estableció la búsqueda de los teléfonos móviles que las habrían hecho estallar todas, de los que los vendieron y compraron y se practicaron las primeras detenciones, en clave islamista pese a ser los vendedores hindúes.

El problema de esta mochila es que el móvil que llevaba no hubiera podido provocar la explosión por falta de fuerza, si hubiera tenido fuerza, tampoco, porque los dos cables estaban desconectados, como para que se viera que eran cables, y junto al explosivo, que era Goma2 ECO, había una gran cantidad de tornillería que, en teoría, hubiera actuado como metralla. Lo malo para los halladores de la mochila es que no sabían que en ninguno de los trenes había estallado una bomba semejante y la autopsia demostró que ni uno solo de los 192 muertos había sido alcanzado por la metralla. La chapuza era evidente, pero había que detener a alguien, y se detuvo. De la tarjeta del móvil se llegó al móvil y de la Goma 2 ECO a Mina Conchita, belén de tan milagrosas apariciones.

La tercera pieza de la falsa escena del crimen, el Skoda Fabia, fue aún más chapucera y zarrapastrosa que las demás. En el maletero había ropa con el ADN de los sospechosos, que agentes del CNI, indignados por el montaje, atribuyeron al propio CNI, subsección Mortadelo y Filemón. Porque el coche apareció en la estación de Alcalá tres meses después del atentado, el 13 de Junio de 2004, a pocos metros de donde había aparecido la furgoneta Reanult Kangoo. Supuestamente, el coche lo había robado en Alicante un delincuente chileno que se lo había vendido a los islamistas que habían llevado todas las mochilas en el Skoda y la Kangoo para colocarlas en el coche y habían dejado abandona- dos los dos vehículos.

La pena del Skoda es que llegó muy tarde a la cita con la Kangoo. Los policías habían peinado la zona en que apareció la furgoneta y no lo detectaron. Ninguna de las matrículas anotadas por la policía correspondía a ese coche, ni una sola cámara lo había grabado en esos meses. Un portero que lo había denunciado en la calle Bruselas declaró que, tras su denuncia, el coche había desaparecido.Y el chileno ladrón resultó tan desmemoriado que no recordaba ni de qué color era el coche. Así que, sin permiso del juez y pese a estar imputado, fue expulsado de España por la Ley de Extranjería. El tribunal, ante la falta de credibilidad de la prueba debería haberse puesto a investigar quién había pues- to el ADN de los presuntos terroristas en ese coche que nunca estuvo allí, pero prefirió descartar el Skoda como prueba. Ningún juez americano lo haría y medio FBI habría ido a la cárcel, pero ¿quién ha dicho que el 11-M sea una película? Ya no se hacen tan malas".
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