LUIS BOUZA-BREY.-Los padres constituyentes del 78 intentaron crear una fórmula para satisfacer a los nacionalismos periféricos, incorporándola con deficiencias y ambigüedades a la Constitución. Desde entonces, el cretinismo buenista ha seguido la pauta de la mutación constitucional para seguir intentando satisfacer al nacionalismo étnico, obteniendo también el desprecio de aquél y el fracaso de sus aparentes logros e intenciones. Ahora, con el etnonacionalismo transformado en separatismo sedicioso, los populistas intentan adaptarse a él abriendo la vía de agua de la supresión de la soberanía del pueblo español y el otorgamiento del privilegio decisorio al etnonacionalismo y a todo el que quiera reclamarlo. El populismo continúa el camino de concesiones y retrocesos del espíritu democrático, igualitario y respublicano fundacional del régimen del 78. España habrá involucionado nuevamente frente a uno de sus problemas estructurales, malversando nuevamente su ascenso hacia la democracia y la libertad: se habrá introducido en el règimen, de manera definitiva y letal, el privilegio etnicista, antiigualitario e insolidario, que lo implosionará desde dentro.
"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"
dimarts, 5 de gener del 2016
Del cretinismo buenista al populismo etnicista
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