diumenge, 29 de setembre del 2019

Marx falsificó deliberada y sistemáticamente muchos de los datos claves de su obra El Capital





Lo grave de Marx no fueron sus vicios privados, la falta de coherencia entre sus ideas y su propia vida, como cuenta un artículo publicado hoy en ABC, sino su fraude intelectual. Todo el capítulo octavo, clave de su obra El Capital, es una falsificación deliberada y sistemática de datos y referencias para probar una tesis que el examen objetivo de los hechos demostró insostenible.

Extracto del capítulo tercero sobre Karl Marx del libro 'Intelectuales' de Paul Johnson
El Capítulo Octavo, «La jornada de trabajo», se presenta en contraste, como un análisis fáctico del impacto del capitalismo sobre las vidas de los proletarios británicos. De hecho, es la única parte de la obra de Marx en que realmente trata de los trabajadores, los sujetos ostensibles de toda su filosofía. Por lo tanto vale la pena estudiarlo en cuanto a su valor «científico»[148]. Puesto que, como ya hemos señalado, Marx sólo buscaba los hechos que concordaran con sus preconceptos, y como esto va en contra de todos los principio del método científico, el capítulo tiene, desde el principio, u defecto radical. Pero ¿acaso Marx, además de seleccionar tendenciosamente los hechos, también los presentó engañosamente a los tergiversó? Esto es lo que debemos examinar ahora.

Lo que el capítulo quiere demostrar, y se trata del núcleo de la tesis moral de Marx, es que el capitalismo por su propia naturaleza implica la progresiva y creciente explotación de los trabajadores; y por lo tanto cuanto más capital se emplee mayor será la explotación de los trabajadores, y este gran mal moral produce la crisis final. Al fin de justificar su tesis en forma científica debe demostrar: (1) por malas que hayan sido las condiciones de trabajo en las manufactura precapitalistas, se han vuelto mucho perores bajo el capitalismo industrial; (2) que, una vez admitida la naturaleza impersonal e implacable dEl capitalismo, la explotación de los trabajadores alcanza un punto culminante en las industrias con mayor proporción de capital invertido. Marx ni siguiera intenta demostrar el punto (1). Escribe: «En lo que se refiere al período que abarca desde el comienzo de la industria en gran escala en Inglaterra hasta el año1845, sólo lo consideraré incidentalmente refiriéndome para mayores detalles a la obra de Friedrich Engels Die Lage der arbeitendem Klasse in England (Leipzing, 1845)». Marx añade que posteriores publicaciones oficiales, en especial los informes de los inspectores de fábricas, han «confirmado la penetración de Engels para captar la esencia del método capitalista» y expuesto «con qué admirable fidelidad por el detalle pintó el cuadro»[149].

En resumen, toda la primera parte del estudio que hizo Marx a mediados de la década de 1860 se basó en un solo trabajo. Condiciones del trabajo de la clase trabajadora en Inglaterra, de Engels, publicado veinte años antes. Y en consecuencia, ¿qué valor científico puede adjudicarse a esta única fuente? Engels nació en 1820, hijo de un prospero industrial algodonero renano de Bremen, y se integró a la firma familiar en 1837. En 1842 fue enviado a la sucursal de la firma en Manchester y paso veinte meses en Inglaterra. Durante ese tiempo visitó Londres, Oldham, Rochdale, Ashton, Leed, Bradford y Huddersfield, al igual que Manchester. Tuvo así un conocimiento directo de los oficios vinculados a la industria textil, pero fuera de eso no tuvo conocimiento alguno de primera mano de las condiciones imperantes en Inglaterra. Por ejemplo, no sabía nada sobre minería y nunca bajó a una mina, no sabía nada sobre los distritos o el trabajo rurales. Sin embargo dedica dos capítulos enteros a Los mineros y a El proletariado de la tierra.

En 1958 dos eruditos muy minuciosos, W. O. Henderson y W. H. Challenger, tradujeron nuevamente y prepararon una edición anotada del libro de Engels, y estudiaron sus fuentes y el texto original de todas sus citas[150]. El resultado de este análisis fue destruir el valor histórico objetivo del libro y reducirlo a las proporciones de lo que indudablemente era: una obra polémica política, un trabajo panfletario, una diatriba. Engels le escribió a Marx mientras trabajaba en el libro: «Ante el tribunal de la opinión pública acuso a las clases medias inglesas de asesinato en masa, robo al por mayor, y todos los demás delitos existentes»[151].

Esto prácticamente resume el libro: era la presentación del caso hecha por el fiscal. Buena parte del libro, incluido todo el estudio de la época precapitalista y de las primeras etapas de la industrialización, no se basó en fuentes directas, sino en unas pocas fuentes secundarias de valor dudoso, en especial La población manufacturera de Inglaterra (1833), un trabajo teñido de la mitología romántica que intentaba demostrar que el siglo XVIII había sido la edad dorada de los pequeños agricultores o artesanos ingleses. Lo cierto es que la Comisión Real designada para informar sobre el trabajo de los niños en 1842 llegó a la conclusión indudable de que las condiciones laborales en los pequeños talleres y chozas eran mucho peores que las imperantes en las nuevas hilanderías de Lancashire. Las fuentes directas impresas a las que recurrió Engels estaban atrasadas en cinco, diez, veinte, veinticinco o hasta cuarenta años, pese a que generalmente las presentaba como contemporáneas. Al dar las cifras sobre nacimientos de niños ilegítimos atribuidos a los turnos de trabajo nocturno, dejó a un lado que estas databan de 1801. Citó un trabajo sobre obras de salubridad pública en Edimburgo sin informar a sus lectores que habían sido escritos en 1818. En muchas ocasiones omitió hechos y acontecimientos que invalidaban completamente sus datos desactualizados.

No siempre queda en claro si las tergiversaciones de Engels son un engaño deliberado para el lector o un autoengaño. Pero a veces el engaño claramente voluntario. Utilizó pruebas de las malas condiciones de trabajo descubiertas por la Comisión de Investigación sobre las fábricas (Factories Enquiry Comisión) de 1833 sin informar a los lectores que la Ley de Fábricas (Factory Act) de Lord Althorp de 1833 había sido sancionada y aplicada desde mucho tiempo atrás precisamente para eliminar las condiciones que el informe describía. Recurrió al mismo engaño al utilizar una de sus fuentes principales, el trabajo del doctor J. P. Kay Condiciones físicas y morales de las clases trabajadoras empleadas en la manufactura de algodón den Manchester (1832), que había contribuido a producir reformas fundamentales en las medidas sanitarias de los gobiernos locales; Engels no las menciona. Interpretó falsamente o no tuvo en cuenta las estadísticas penales cuando no apoyaban su tesis. En verdad, constantemente y a sabiendas suprime hechos que contradicen su argumentación o demuestran la inexistencia de una supuesta «iniquidad» que él busca denunciar. La confrontación cuidadosa de las citas que hace Engels de sus fuentes secundarias muestra que estas a menudo están truncadas, condesadas, mutiladas o deformadas, pero sin excepción puestas entre comillas como si fueran una transcripción literal.

A todo lo largo de la edición del libro hecha por Henderson y Challoner, las notas a pie de página conforman un catálogo de las deformaciones y falsedades de Engels. Tomando en consideración una sola parte, el Capítulo Séptimo, que lleva por título «El proletariado», las falsedades, incluidos errores de hecho y de transcripción, aparecen en las páginas 152, 155, 157, 159, 160, 163, 165, 167, 168, 170, 172, 174, 178, 179, 182, 185, 186, 188, 189, 190, 191, 194 y 203[152].
(...)
El uso incorrecto constante de las fuentes por parte de Marx llamó la atención de dos investigadores de Cambridge en la década de 1880. Trabajando sobre la edición francesa revisada de El capital (1872-75), escribieron un artículo para el Cambridge Economic Club «Comentario sobre el uso de los Libros Azules» por Karl Marx en el Capítulo Quince de El capital (1885)[158]. Dicen que primero cotejaron las referencias de Marx «para obtener una información más completa sobre ciertos puntos», pero al quedar sorprendidos por el «número creciente de discrepancias» se decidieron a estudiar «la magnitud y la importancia de los errores tan claramente existentes». Descubrieron que las diferencias entre los textos de los Libros Azules y las cita de Marx no eran simplemente el resultado de la inexactitud, sino que «mostraban señales de una influencia distorsionante». En una clase de casos encontraron que las citas a menudo habían sido «convenientemente abreviadas por medio de la omisión de pasajes que bien podrían oponerse a las conclusiones a las que Marx trataba de llegar». Otra categoría «consiste en organizar citas ficticias a partir de enunciados aislados pertenecientes a diferentes partes de un informe. Luego estas son impuestas al lector entre comillas como teniendo todo el peso de citas tomadas textualmente de los mismo Libros Azules». Sobe un tema, la máquina de coser, «usa los Libros Azules con una temeridad pasmosa… para probar precisamente lo contrario de lo que estos en realidad comprueban». Su conclusión fue que la evidencia podría «no ser suficiente para respaldar una acusación de falseamiento deliberado» pero no permitía dudar de que mostraban «una desaprensión casi criminal en el uso de las fuentes» y justificaba poner cualquier «parte de la obra de Marx bajo sospecha»[159].

La verdad es que hasta la investigación más superficial sobre el uso que Marx hace de las pruebas le obliga a uno a considerar con escepticismo todo lo que escribió que dependiera de factores fácticos. Nunca se puede confiar en él. Todo el Capítulo Octavo, clave de El Capital, es una falsificación deliberada y sistemática para probar una tesis que el examen objetivo de los hechos demostró insostenible. Sus atentados contra la verdad caen dentro de cuatro categorías. Primero, usa material desactualizado porque el material actualizado no brinda apoyo a lo que quiere demostrar. Segundo, elige ciertas industrias en las que las condiciones eran particularmente malas como típicas de el capitalismo. Esta trampa era especialmente importante para él porque de no hacerla no hubiera podido en absoluto escribir el Capítulo Octavo. Su tesis era que El capitalismo genera condiciones que empeoran permanentemente; cuanto más capital se emplea peor debían ser tratados los trabajadores para obtener ganancias adecuadas.

La evidencia que cita ampliamente para justificarla proviene casi toda de empresas pequeñas, ineficientes, con poca inversión de capital, que se desempeñaban en industrias arcaicas que en su mayor parte eran precapitalistas, por ejemplo la alfarería, el vestido, herrería, panaderías, fósforos, papel de empapelar, encajes. En muchos de los casos específicos a que recurre (el de las panaderías es uno de ellos) las condiciones de trabajo eran malas, pero precisamente porque la empresa no había podido incorporar maquinaria por carecer de capital. De hecho a lo que Marx se refiere es a un estado de cosas precapitalista, sin tener en cuenta al mismo tiempo la verdad que no podía dejar de ver: a mayor capital menor penuria. Allí donde se ocupa realmente en serio de una industria moderna con un alto aporte de capital se encuentra con una carencia de pruebas. Otro ejemplo lo encontramos cuando trata la industria del acero: se ve obligado a apoyarse en comentarios añadidos («¡Qué franqueza cínica!», «¡Qué palabrería hipócrita!»), y respecto a los ferrocarriles se ve llevado a hacer uso de recortes periodísticos amarillentos por el tiempo de viejos accidentes («nuevos desastres ferroviarios»); su tesis requería demostrar que la relación entre accidentes y pasajero/milla era cada vez más alta, mientras que por el contrario caía en forma notable y para el momento en que se publicó El capital los ferrocarriles, se estaban convirtiendo ya en el sistema de trasporte masivo más seguro en la historia del mundo.



dissabte, 28 de setembre del 2019

Con la termodinámica han topado, amigo CO2


Apenas pasa un día sin que se nos advierta que pueblos y ciudades costeras quedaran sumergidas por el aumento de los mares debido al calentamiento global.

Se nos dice que el dióxido de carbono atrapa el calor que ha sido irradiado por los océanos, y que esos océanos calentados derriten los casquetes polares. Si bien esto parece una propuesta plausible a primera vista, cuando uno realmente lo examina de cerca, aparece un error importante.

En pocas palabras, el agua necesita mucha energía para calentarse y el aire no contiene mucha. De hecho, en una comparación volumen/volumen, la relación de capacidades de calor es aproximadamente de 3300 a 1. Esto significa que para calentar un litro de agua a 1°C se necesitan 3300 litros de aire a 2°C, o un litro de aire a unos 3300°C !

Esto no debería sorprender a nadie. Si derramas agua fría en el suelo y luego intentas evaporarla poniendo una docena de calentadores en la habitación ¿alguien cree que el agua se llegará a calentar?

El problema se vuelve aún más difícil si se considera el tamaño del océano. Básicamente, hay demasiada agua y no hay suficiente aire.

¡El océano contiene un colosal 1,500,000,000,000,000,000,000 litros de agua! Para calentarla, incluso en una pequeña cantidad, se necesita una cantidad asombrosa de energía. Para calentarla 1˚C se requieren 6,000,000,000,000,000,000,000,000 julios de energía.

Pongamos esta cantidad de energía en perspectiva. Si todos los habitantes del planeta apagáramos todos nuestros electrodomésticos y nos fuéramos a vivir en cuevas y dedicáramos cada planta de carbón, nuclear, gas, hidroeléctrica, eólica y solar a solo calentar el océano, tardaríamos unos 32,000 años en conseguir que aumentase de temperatura en un mísero grado centígrado. 
En resumen, nuestra influencia en nuestro clima, incluso si realmente lo intentamos, ¡es minúscula! Por lo que tiene sentido hacerse esta pregunta: si el océano se calentara por los 'gases de efecto invernadero' de la atmósfera ¿a qué temperatura tendría que estar el aire? Si el océano se calienta 1°C ¿cuánto tendría que calentarse el aire para lograrlo?

Desafortunadamente, por cada tonelada de agua solo hay un kilogramo de aire. Teniendo en cuenta las capacidades de calor relativas y las masas absolutas, llegamos a la asombrosa cifra de 4.000°C. Es decir, si quisiéramos calentar todo el océano 1°C y quisiéramos hacerlo calentando el aire que está sobre él, tendríamos que calentar el aire a unos 4.000° C.

Pero hay otro problema, y es que el aire se asienta sobre el agua: ¿cómo ese aire podría calentar el agua profunda del océano? Incluso si la superficie se calentara, el agua tibia simplemente quedaría encima del agua fría.

Por lo tanto, si el océano se estuviera calentando por los 'gases de efecto invernadero' del aire veríamos un sistema con un enorme retraso térmico: para que el océano sea solo un poco más cálido, la tierra tendría que estar sustancialmente más caliente y el aire muchísimo más (para crear el gradiente de temperatura que facilitaría la transferencia de calor del aire al agua).

En consecuencia, cualquier calor medible en el océano estaría acompañado por una anomalía enorme y obvia en las temperaturas del aire, y no tendríamos que molestarnos en mirar la temperatura del océano.

Entonces, si el aire no contiene suficiente energía para calentar los océanos o derretir los casquetes polares ¿que lo contiene?

La Tierra está inclinada sobre su eje, y esto nos da las estaciones. Cuando el hemisferio sur se inclina hacia el sol, tenemos más luz solar directa y días más largos. Cuando se aleja del sol, tenemos menos luz solar directa y días más cortos.

El resultado directo de esto es que en verano hace calor y en invierno hace frío. En invierno ponemos los calentadores en nuestros autos y en verano los aires acondicionados. En invierno, los casquetes polares se congelan y en verano 60-70% de ellos se derriten (unos diez millones de kilómetros cuadrados). En verano el agua es más cálida y en invierno más fresca (pregunte a cualquier surfista).

Todos estos cambios están determinados directamente por la cantidad de luz solar que obtenemos. Cuando las nubes se despejan y nos baña la luz del sol, no nos quitamos el jersey debido al calentamiento de la atmósfera por el 'efecto invernadero' sino debido al calor directo causado por la luz solar en nuestro cuerpo. La influencia del sol es directa, obvia e instantánea.

Si la enorme influencia del sol en nuestro clima es tan obvia, entonces ¿por qué acto de locura miramos una variación de una fracción de un porcentaje en cualquiera de estas variables y no miramos al sol como la causa? ¿Por qué atribuimos cualquier calentamiento de los océanos al dióxido de carbono cuando hay un culpable mucho más obvio y cuando un honesto examen de la termodinámica lo hace imposible?

Dr. Mark Imisides


dimarts, 24 de setembre del 2019

Texto íntegro de la Resolución del Tribunal Supremo del Reino Unido sobre la suspensión del Parlamento




JUDGMENT


R (on the application of Miller) (Appellant) The Prime Minister (Respondent)
Cherry and others (Respondents) Advocate General for Scotland (Appellant) (Scotland)


before

Lady Hale, President
Lord Reed, Deputy President
Lord Kerr
Lord Wilson
Lord Carnwath
Lord Hodge
Lady Black
Lord Lloyd-Jones
Lady Arden
Lord Kitchin
Lord Sales

 [Traducción automática al español]
[Versión original en inglés HMTL o PDF]

SENTENCIA DADA EN

24 septiembre 2019

Escuchado los días 17, 18 y 19 de septiembre de 2019


Apelante
(Gina Miller)

Demandado
(El primer ministro)
Lord Pannick QC

Sir James Eadie QC
Tom Hickman QC

David Blundell
Warren Fitt

Christopher Knight


Richard Howell
(Instruido por Mishcon de Reya LLP (Londres))

(Instruido por el Departamento Legal del Gobierno)


Apelante
(El abogado general)

Encuestados
(Joanna Cherry MP y otros)
Lord Keen de Elie QC

Aidan O'Neill QC
Andrew Webster QC

David galés


Sam Fowles
(Instruido por la Oficina del Abogado General para Escocia)

(Instruido por Balfour y Manson LLP (Edimburgo))




st coadyuvante


James Wolffe QC, señor abogado


James Mure QC


Christine O'Neill


(Instruido por el Departamento Jurídico del Gobierno escocés)




2da interviniente


Ronan Lavery QC


Conan Fegan BL


Richard Smyth


(Instruido por McIvor Farrell Solicitors)



3er interviniente


Michael Fordham QC


Celia Rooney


Hollie Higgins


(Instruido por el Departamento de Servicios Legales del Gobierno de Gales)




4to interviniente


Lord Garnier QC


Tom Cleaver


Anna Hoffmann


(Instruido por Herbert Smith Freehills LLP (Londres))



5to interviniente


Deok Joo Rhee QC


Catherine Dobson


(Instruido por Howe y compañía)




6to interviniente


Thomas de la Mare QC


Daniel Cashman


Recogida Alison


(Instruido por Public Law Project)


Intervinientes: -
(1) El Señor Abogado
(2) Raymond McCord
(3) Consejero general para Gales
(4) Sir John Major KG CH
(5) Baronesa Chakrabarti CBE, PC (solo presentaciones escritas)
(6) Proyecto de derecho público (solo presentaciones por escrito)














11)              Mientras tanto, el Parlamento procedió con algunos de los pasos legislativos necesarios para preparar la ley del Reino Unido para abandonar la Unión. La Ley de la Unión Europea (Retirada) de 2018 entró en vigor el 26 de junio de 2018. En resumen, definió el "día de salida" como el 29 de marzo de 2019, pero esto podría extenderse mediante un instrumento legal (sección 20). A partir de ese día, derogó la Ley de Comunidades Europeas de 1972, la Ley que había previsto nuestra entrada en lo que se convirtió en la Unión Europea, pero conservó gran parte de la legislación vigente de la UE como ley del Reino Unido, con disposiciones para excepciones y modificaciones. a realizar mediante legislación delegada. Fundamentalmente, la sección 13 requiere la aprobación parlamentaria de cualquier acuerdo de retiro alcanzado por el Gobierno. En resumen, establece que un acuerdo de retirada solo puede ratificarse si (a) un Ministro de la Corona ha presentado ante el Parlamento una declaración de que se ha alcanzado un acuerdo político, una copia del acuerdo de retirada negociado y una copia del marco para el futuro relación; (b) la Cámara de los Comunes ha aprobado el acuerdo de retirada y el marco futuro; (c) la Cámara de los Lores, en efecto, ha tomado nota de ambos; y (d) se ha aprobado una Ley del Parlamento que contiene disposiciones para la implementación del acuerdo de retirada. tomado nota de los dos; y (d) se ha aprobado una Ley del Parlamento que contiene disposiciones para la implementación del acuerdo de retirada. tomado nota de los dos; y (d) se ha aprobado una Ley del Parlamento que contiene disposiciones para la implementación del acuerdo de retirada.











·                    La duración habitual de una prórroga fue inferior a diez días, aunque hubo más largos. La presente propuesta significaría que el Parlamento permaneció prorrogado por hasta 34 días calendario, pero, dado el receso de la conferencia, el número de días de sesión perdidos sería mucho menor que eso.
·                    El Primer Ministro marcó "Sí" a la recomendación de que su PPS se acercara al Palacio con una solicitud de prórroga para comenzar dentro del período del lunes 9 de septiembre al jueves 12 de septiembre y para un discurso de la reina el lunes 14 de octubre.






20)              También tenemos la reunión del Acta del Gabinete celebrada por conferencia telefónica a las 10.05 horas del miércoles 28 de agosto, después de que se haya dado el consejo. El Primer Ministro explicó que era importante que se "pusieran al día" sobre las decisiones que se habían tomado. También era "importante destacar que esta decisión de prorrogar el Parlamento para un discurso de la reina no fue impulsada por consideraciones Brexit: se trataba de seguir un programa legislativo emocionante y dinámico para llevar adelante la agenda del Gobierno". También explicó que el calendario no entraba en conflicto con las responsabilidades legales en virtud de la Ley de Irlanda del Norte (Formación ejecutiva, etc.) de 2019 (como sucede, el calendario para las sesiones parlamentarias establecidas en la sección 3 de esa Ley requiere que el Parlamento se reúna el 9 de septiembre y , en una interpretación, a más tardar el 14 de octubre). Reconoció que el nuevo calendario impactaría en los días de sesión disponibles para aprobar el Proyecto de Ley de Presupuesto de Irlanda del Norte y "podría poner en riesgo la capacidad de aprobar la legislación necesaria relacionada con los poderes de toma de decisiones en un escenario sin acuerdo". En la discusión en la reunión del Gabinete, entre los puntos señalados estaba que "cualquier mensaje debería enfatizar que el plan para un Discurso de la Reina no tenía la intención de reducir el escrutinio parlamentario o minimizar la oportunidad del Parlamento de dejar en claro sus puntos de vista sobre el Brexit". ... Cualquier sugerencia de que el Gobierno estaba usando esto como una táctica para frustrar al Parlamento debe ser refutada ". En conclusión, el Primer Ministro dijo que" no había planes para una Elección General anticipada. Esto no sería correcto para el pueblo británico:





24. El 30 de agosto, Lord Ordinary, Lord Doherty, rechazó una solicitud de interdicción provisional para evitar la prórroga ahora muy lejos de ser hipotética y fijó la fecha del 3 de septiembre para la audiencia sustantiva:             [2019] CSOH 68 . El 4 de septiembre, rechazó la petición, alegando que el tema no era justiciable en un tribunal de justicia: [2019] CSOH 70 . La Casa Interior (Lord Carloway, Lord Presidente, Lord Brodie y Lord Drummond Young) escuchó la apelación más tarde esa semana, emitió su decisión con un resumen de sus razones el 11 de septiembre y sus juicios completos se publicaron el viernes 13 de septiembre: [ 2019] CSIH 49Permitieron la apelación, sosteniendo que el consejo dado a Su Majestad era justiciable, que estaba motivado por el propósito inapropiado de obstaculizar el escrutinio parlamentario del ejecutivo, y que él y la prórroga que le siguieron eran ilegales y, por lo tanto, nulos y sin efecto . Dieron permiso para apelar ante este tribunal.









32.              Dos ejemplos serán suficientes para ilustrar el punto. El siglo XVII fue un período de confusión sobre la relación entre los reyes Stuart y el Parlamento, que culminó en una guerra civil. Esa controversia política no disuadió a los tribunales de celebrar, en el Caso de Proclamaciones (1611) 12 Cop Rep 74, que un intento de alterar la ley de la tierra mediante el uso de los poderes prerrogativos de la Corona era ilegal. El tribunal concluyó en la página 76 que "el Rey no tiene prerrogativa, sino lo que la ley del país le permite", indicando que los límites de los poderes prerrogativos fueron establecidos por la ley y fueron determinados por los tribunales. El siglo XVIII posterior fue otro período problemático en nuestra historia política, cuando el Gobierno estaba muy preocupado por las publicaciones sediciosas. Eso no disuadió a los tribunales de celebrar, en Entick v Carrington (1765) 19 State Tr 1029; 2 Wils KB 275, que el Secretario de Estado no podía ordenar registros de propiedad privada sin la autoridad conferida por una Ley del Parlamento o el derecho consuetudinario.
“Ningún tribunal depreciaría o cuestionaría la responsabilidad ministerial ante el Parlamento. Pero como señala el profesor Sir William Wade en Wade y Forsyth, Derecho Administrativo, 7ma ed. (1994), p 34, la responsabilidad ministerial no puede sustituir la revisión judicial. En R v Inland Revenue Comrs, Ex p Federación Nacional de Autónomos y Pequeñas Empresas Ltd [1982] AC 617 , 644 Lord Diplock dijo:
"No es, en mi opinión, una respuesta suficiente para decir que la revisión judicial de las acciones de los funcionarios o departamentos del gobierno central es innecesaria porque son responsables ante el Parlamento de la forma en que llevan a cabo sus funciones". Son responsables ante el Parlamento de lo que hacen en lo que respecta a la eficiencia y la política, y de ese Parlamento es el único juez; son responsables ante un tribunal de justicia por la legalidad de lo que hacen, y de eso el tribunal es el único juez '”.

35.              Habiendo hecho esos puntos introductorios, pasamos a la pregunta de si la cuestión planteada por estos llamamientos es justiciable. ¿Cómo se responde esa pregunta? En el caso de los poderes prerrogativos, es necesario distinguir entre dos cuestiones diferentes. El primero es si existe un poder prerrogativo, y si existe, su alcance. El segundo es si, dado que existe un poder prerrogativo, y que se ha ejercido dentro de sus límites, el ejercicio del poder está abierto a impugnación legal sobre alguna otra base. La primera de estas cuestiones, sin duda, se encuentra dentro de la jurisdicción de los tribunales y es justiciable, como lo aceptan todas las partes en este procedimiento. Si se requiere autoridad, se puede encontrar en la decisión de la Cámara de los Lores en el caso deConsejo de Sindicatos de la Función Pública contra Ministro de la Función Pública [1985] AC 374 . El segundo de estos problemas, por otro lado, puede plantear cuestiones de justiciabilidad. La pregunta entonces no es si el poder existe, o si un supuesto ejercicio del poder estaba más allá de sus límites legales, sino si su ejercicio dentro de sus límites legales es cuestionable en los tribunales sobre la base de uno o más de los motivos judiciales reconocidos. revisión. En el Consejo de Sindicatos del Servicio CivilEn el caso, la Cámara de los Lores concluyó que la respuesta a esa pregunta dependería de la naturaleza y el tema del poder prerrogativo particular que se ejerce. En ese sentido, Lord Roskill mencionó en la página 418 la disolución del Parlamento como una de una serie de poderes cuyo ejercicio era, en su opinión, no justiciable.
36. El              abogado del Primer Ministro se basa en ese dictamen en el presente caso, ya que la disolución del Parlamento bajo la prerrogativa, como fue posible hasta la promulgación de la Ley de parlamentos de duración determinada de 2011, es en su presentación análoga a la prórroga. Afirman que la prórroga es, en cualquier caso, otro ejemplo de lo que Lord Roskill describió como "categorías excluidas", y se refieren a la autoridad posterior que trató las cuestiones de "alta política" como formando otra categoría ( R v Secretario de Estado de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth , Ex p Everett [1989] QB 811, 820). El tribunal ha escuchado presentaciones cuidadosas y detalladas sobre esta área de la ley, y ha sido remitido a muchas autoridades. Sin embargo, es importante entender que este argumento solo surge si la cuestión en estos procedimientos se caracteriza adecuadamente como una relativa a la legalidad del ejercicio de un poder prerrogativo dentro de sus límites legales, y no como una que se refiere a los límites legales del poder. y si se han excedido. Como hemos explicado, no puede surgir ninguna cuestión de justiciabilidad, ya sea por el tema o de otro modo, en relación con si la ley reconoce la existencia de un poder prerrogativo o con sus límites legales. Esas son, por definición, cuestiones de derecho. Bajo la separación de poderes, es función de los tribunales determinarlos.




40.              Los principios legales de la constitución no se limitan a las normas legales, sino que incluyen los principios constitucionales desarrollados por el derecho consuetudinario. Ya hemos dado dos ejemplos de tales principios, a saber, que la ley del país no puede modificarse excepto por una ley del Parlamento o de conformidad con ella, y que el Gobierno no puede registrar locales privados sin una autoridad legal. Se podrían dar muchos más ejemplos. Dichos principios no se limitan a la protección de los derechos individuales, sino que incluyen principios relativos a la conducta de los organismos públicos y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, incluyen el principio de que la justicia debe administrarse en público ( Scott v Scott [1913] AC 417), y el principio de la separación de poderes entre el ejecutivo, el Parlamento y los tribunales ( Ex p. Fire Brigades Union , pp 567-568). En su aplicación al ejercicio de los poderes gubernamentales, los principios constitucionales no se aplican solo a los poderes conferidos por la ley, sino que también se extienden a los poderes prerrogativos. Por ejemplo, incluyen el principio de que el ejecutivo no puede ejercer poderes prerrogativos para privar a las personas de sus propiedades sin el pago de una compensación ( Burmah Oil Co Ltd contra Lord Advocate [1965] AC 75 ).
41.              Dos principios fundamentales de nuestro derecho constitucional son relevantes para el presente caso. El primero es el principio de la soberanía parlamentaria: que las leyes promulgadas por la Corona en el Parlamento son la forma suprema de ley en nuestro sistema legal, que todos, incluido el Gobierno, deben cumplir. Sin embargo, el efecto que los tribunales han dado a la soberanía parlamentaria no se limita a reconocer el estado de la legislación promulgada por la Corona en el Parlamento como nuestra forma más alta de ley. Una y otra vez, en una serie de casos desde el siglo XVII, los tribunales han protegido la soberanía parlamentaria de las amenazas que le plantean el uso de poderes prerrogativos, y al hacerlo han demostrado que los poderes prerrogativos están limitados por el principio de soberanía parlamentaria. Para dar solo unos pocos ejemplos, en elEn el caso de las proclamaciones, el tribunal protegió la soberanía parlamentaria directamente, al sostener que los poderes prerrogativos no podían usarse para alterar la ley de la tierra. Tres siglos más tarde, en el caso del Fiscal General v. De Keyser Royal Hotel Ltd [1920] AC 508 , el tribunal impidió que el Gobierno del día buscara por medios indirectos eludir el Parlamento, al eludir un estatuto mediante el uso de la prerrogativa. Más recientemente, en la Unión de BomberosEn el caso, el tribunal nuevamente evitó que el Gobierno promulgara un estatuto nugatorio mediante el recurso a la prerrogativa, y no se desvió por el hecho de que el Gobierno no había hecho efectivo el estatuto. Como Lord Browne-Wilkinson observó en ese caso en la página 552, "la historia constitucional de este país es la historia de los poderes prerrogativos de la Corona sujetos a los poderes primordiales de la legislatura elegida democráticamente como el cuerpo soberano".




46.              La misma pregunta surge en relación con un segundo principio constitucional, el de la responsabilidad parlamentaria, descrito por Lord Carnwath en su juicio en el primer caso de Miller como no menos fundamental para nuestra constitución que la soberanía parlamentaria ( R (Miller) v Secretario de Estado para salir de la Unión Europea [2017] UKSC 5 ; [2018] AC 61 , párrafo 249). Como Lord Bingham de Cornhill dijo en el caso de Bobb v Manning [2006] UKPC 22 , párrafo 13, "la conducta del gobierno por un Primer Ministro y un Gabinete colectivamente responsables y responsables ante el Parlamento se encuentra en el corazón de la democracia de Westminster". Los ministros son responsables ante el Parlamento a través de mecanismos tales como su deber de responder preguntas parlamentarias y comparecer ante las comisiones parlamentarias, y a través del escrutinio parlamentario de la legislación delegada que hacen los ministros. Por estos medios, las políticas del ejecutivo están sujetas a consideración por parte de los representantes del electorado, el ejecutivo debe informar, explicar y defender sus acciones, y los ciudadanos están protegidos del ejercicio arbitrario del poder ejecutivo.
47.              El principio de responsabilidad parlamentaria se ha invocado una y otra vez a lo largo del desarrollo de nuestra ley constitucional y administrativa, como justificación de la restricción judicial como parte de una separación constitucional de poderes (ver, por ejemplo, R v Secretario de Estado para Environment, Ex p Nottinghamshire County Council [1986] AC 240 , 250), y como explicación de la no justiciabilidad ( Mohammed (Serdar) v Ministerio de Defensa [2017] UKSC 1 ; [2017] AC 649 , párrafo 57). También fue un principio animador de algunos de los estatutos mencionados en el párrafo 44, como se desprende de sus referencias a la reparación de agravios. Como hemos mencionado, su importancia como principio constitucional fundamental también ha sido reconocida por los tribunales.

49.              Al responder a esa pregunta, es útil considerar cómo los tribunales han abordado situaciones en las que el ejercicio de un poder conferido por ley, en lugar de uno que surja bajo la prerrogativa, podría afectar el funcionamiento de un principio constitucional. El enfoque que han adoptado se ha concentrado en el efecto del ejercicio del poder sobre el funcionamiento del principio constitucional pertinente. A menos que los términos del estatuto indiquen una intención contraria, los tribunales han establecido un límite al ejercicio legal del poder al sostener que la medida en que la medida impide o frustra el funcionamiento del principio relevante debe tener una justificación razonable. Ese enfoque se puede ver, por ejemplo, en R (UNISON) v Lord Chancellor [2017] UKSC 51[2017] 3 WLR 409 , párrs. 80-82 y 88-89, donde se discutieron las autoridades anteriores. Un poder prerrogativo es, por supuesto, diferente de un poder legal: dado que no se deriva del estatuto, sus limitaciones no pueden derivarse de un proceso de interpretación legal. Sin embargo, un poder prerrogativo solo es efectivo en la medida en que sea reconocido por el derecho consuetudinario: como se dijo en el Caso de Proclamaciones , "el Rey no tiene prerrogativa, sino lo que la ley del país le permite". Por lo tanto, un poder prerrogativo está limitado por el estatuto y el derecho consuetudinario, incluidos, en el contexto actual, los principios constitucionales con los que de lo contrario entraría en conflicto.

51)              Ese estándar es uno que se puede aplicar en la práctica. La medida en que la prórroga frustra o impide la capacidad del Parlamento para desempeñar sus funciones legislativas y su supervisión del ejecutivo es una cuestión de hecho que no presenta mayor dificultad que muchas otras cuestiones de hecho que los tribunales deciden habitualmente. Luego, el tribunal debe decidir si la explicación del Primer Ministro para recomendar que se prorrogue el Parlamento es una justificación razonable para una prórroga que tenga esos efectos. El deseo del Primer Ministro de terminar una sesión del Parlamento y comenzar otra será normalmente suficiente para justificar el corto período de prórroga que ha sido normal en la práctica moderna. Solo podría ser en circunstancias inusuales que cualquier justificación adicional podría ser necesaria. Incluso en tal caso, Al considerar la justificación presentada, el tribunal debería tener en cuenta que la decisión de aconsejar al monarca que prorrogue el Parlamento cae dentro del área de responsabilidad del Primer Ministro, y que en algunas circunstancias puede implicar una serie de consideraciones, incluyendo asuntos de juicio político. Por lo tanto, el tribunal tendría que considerar cualquier justificación que pudiera presentarse con sensibilidad a las responsabilidades y la experiencia del Primer Ministro, y con el grado correspondiente de precaución. Sin embargo, es responsabilidad de la corte determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal. el tribunal debería tener en cuenta que la decisión de aconsejar al monarca que prorrogue el Parlamento cae dentro del área de responsabilidad del Primer Ministro, y que en algunas circunstancias puede implicar una serie de consideraciones, incluidas cuestiones de juicio político. Por lo tanto, el tribunal tendría que considerar cualquier justificación que pudiera presentarse con sensibilidad a las responsabilidades y la experiencia del Primer Ministro, y con el grado correspondiente de precaución. Sin embargo, es responsabilidad de la corte determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal. el tribunal debería tener en cuenta que la decisión de aconsejar al monarca que prorrogue el Parlamento cae dentro del área de responsabilidad del Primer Ministro, y que en algunas circunstancias puede implicar una serie de consideraciones, incluidas cuestiones de juicio político. Por lo tanto, el tribunal tendría que considerar cualquier justificación que pudiera presentarse con sensibilidad a las responsabilidades y la experiencia del Primer Ministro, y con el grado correspondiente de precaución. Sin embargo, es responsabilidad de la corte determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal. incluyendo asuntos de juicio político. Por lo tanto, el tribunal tendría que considerar cualquier justificación que pudiera presentarse con sensibilidad a las responsabilidades y la experiencia del Primer Ministro, y con el grado correspondiente de precaución. Sin embargo, es responsabilidad de la corte determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal. incluyendo asuntos de juicio político. Por lo tanto, el tribunal tendría que considerar cualquier justificación que pudiera presentarse con sensibilidad a las responsabilidades y la experiencia del Primer Ministro, y con el grado correspondiente de precaución. Sin embargo, es responsabilidad de la corte determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal. Es responsabilidad del tribunal determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal. Es responsabilidad del tribunal determinar si el Primer Ministro ha permanecido dentro de los límites legales del poder. De lo contrario, la pregunta final será si las consecuencias son lo suficientemente graves como para requerir la intervención del tribunal.












60              Tampoco el Memorando de Nikki da Costa descrito en el párrafo 17 supra sugiere que el Gobierno necesitó cinco semanas para elaborar su agenda legislativa. El memorándum tiene mucho que decir sobre una nueva sesión y Queen's Speech, pero nada sobre por qué se necesitó tanto tiempo para prepararse. La única razón dada para comenzar tan pronto fue que el "lavado" podría concluir en unos pocos días. Pero eso fue totalmente ignorar cualquier otra cosa que el Parlamento hubiera querido hacer durante las cuatro semanas que normalmente podría haber tenido antes de una prórroga. La propuesta fue cuidadosa para asegurar que hubiera algún tiempo parlamentario antes y después de la reunión del Consejo Europeo del 17 al 18 de octubre. Pero no explica por qué era necesario reducir el tiempo que de otro modo habría sido para los negocios relacionados con Brexit. No discute qué tiempo parlamentario se necesitaría para aprobar cualquier nuevo acuerdo de retiro de conformidad con la sección 13 de la Ley de la Unión Europea (Retiro) de 2018 y promulgar la legislación primaria y delegada necesaria. No analiza el impacto de la prórroga en los procedimientos especiales para examinar la legislación delegada necesaria para preparar la ley del Reino Unido para el día de salida y lograr una retirada ordenada con o sin un acuerdo de retirada, que se establecen en la Ley de la Unión Europea (Retirada) 2018. Los comités de escrutinio tanto en la Cámara de los Comunes como en la Cámara de los Lores juegan un papel vital en esto. También hay consultas con el Parlamento escocés y la Asamblea de Gales. Quizás lo más revelador de todo es que el memorándum no aborda los méritos competitivos de entrar en receso y prórroga. Da la impresión errónea de que son muy parecidos. La reacción del primer ministro fue describir la sesión de septiembre como un "rigmarole". En ninguna parte hay indicios de que el Primer Ministro, al dar consejos a Su Majestad, es más que simplemente el líder del Gobierno que busca promover sus propias políticas; él tiene una responsabilidad constitucional, como hemos explicado en el párrafo 30 anterior.









65.              El primer punto a tener en cuenta es que se trata de leyes del Parlamento. Una de las funciones principales de los tribunales es interpretar las leyes del Parlamento. Un ejemplo reciente de esta Corte que interpreta el artículo 9 es R v Chaytor [2010] UKSC 52 ; [2011] 1 AC 684El caso se refería al enjuiciamiento de varios miembros del Parlamento por presuntamente presentar reclamos por gastos falsos. Se resistieron a esto alegando que esos reclamos eran "procedimientos en el Parlamento" que no deberían ser "acusados ​​o interrogados" en ningún tribunal fuera del Parlamento. Un panel ampliado de nueve jueces sostuvo por unanimidad que las reclamaciones de gastos de los parlamentarios no eran "procedimientos en el Parlamento" ni estaban en conocimiento exclusivo del Parlamento. Hay una discusión muy completa de las autoridades en los juicios de Lord Phillips de Worth Matravers y Lord Rodger de Earlsferry que no es necesario repetir aquí.