"La principal virtud de la democracia es que deja obsoleta la revolución"
"La revolución consiste en imponer tu fantasía política a todos los demás"
"Los científicos deberían ir a donde les lleve su ciencia, no sus ideas políticas"
"Pensar suele reducirse a inventar razones para dudar de lo evidente"
"No es una de las dos Españas la que nos hiela el corazón, sino la atroz semejanza entre quienes creen que hay dos"
dissabte, 19 de març del 2016
Grecia, como Turquía, utiliza a los refugiados para chantajear a la UE
Euclides Tsakalotos, el ministro de Finanzas griego, amenazó con reanudar las negociaciones con el FMI en el campo de refugiados de Idomeni, en un demagógico intento por vincular las conversaciones del rescate financiero a la crisis migratoria.
Esta vinculación es especialmente obscena si tenemos en cuenta que Tsipras se ha felicitado por el nuevo acuerdo entre la UE y Turquía, que prevé una importante ayuda humana y material para que Grecia pueda hacer frente a la crisis migratoria. Un acuerdo en el que el chantajista Erdogan consiguió doblar -de 3.000 a 6.000 millones de euros- las ayudas para la reubicación de los refugiados y, especialmente, 'la apertura de nuevos capítulos en las negociaciones de adhesión [de Turquía a la UE] tan pronto como sea posible',
Con el acuerdo del Consejo Europeo, Grecia ha obtenido el despliegue de 4.000 personas para atender y registrar a los demandantes de asilo, realizar tareas de intérprete, de policía o de agentes de fronteras. También ha obtenido otros 280 millones de euros que se sumaran a las ayudas de emergencia ya existentes y las ya asignadas para el refuerzo de Frontex o la OEAA. El texto detallado de las medidas podéis leerlo aquí.
Estas medidas ayudarán a paliar la difícil situación de Grecia, con más de 46.000 refugiados en su territorio. Una medidas que no tienen relación alguna con las negociaciones del rescate financiero, pero que Atenas ha intentado siempre vincular. Tanto, que es difícil evitar la sensación de que el gobierno griego ha dejado pudrir intencionadamente la crisis para obtener concesiones de sus acreedores. Solo así parece explicarse la casi nula acción de Atenas para atender y controlar mínimamente el flujo migratorio en las costas de su archipiélago o el práctico abandono del campo de Idomeni, en dónde unos 10.000 migrantes -4.000 de ellos niños- están prácticamente sin comida, agua potable y al límite de la congelación, sobreviviendo gracias a los esfuerzos de las ONG o de las organizaciones internacionales.
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