No todos los amigos son amigos de verdad

Koldo Goñi, voluntario en Idomeni, testigo de cómo los gases lacrimógenos han llegado al hospital de campaña de Médicos sin Fronteras

  Policía macedonia dispara gases contra refugiados en la frontera. Europa sigue lejos

  La policía macedonia entró en repetidas ocasiones en territorio griego para disparar proyectiles a los refugiados


La insoportable lentitud de las instituciones europeas, la incompetencia del gobierno griego, la indecencia del gobierno macedonio y la hipocresia de algunos de los 'amigos' de los refugiados que los incitan a cruzar ilegalmente la frontera (más interesados en provocar una contrarreacción que sirva para desacreditar a los países de la UE que en garantizar la seguridad de los migrantes y sus familias) estan llevando a una situación límite la vida de decenas de miles de personas.

Cuánto peor mejor. Esa parece ser la estrategía de algunos 'cooperantes' (4:20 p.m.), más interesados en su particular batalla política que en paliar los problemas humanos.

El Director de la División de Emergencias de Human Rights Watch, Peter Bouckaert, advirtió que los activistas y voluntarios deben poner la seguridad de los migrantes por encima de todo lo demás. "El primer principio de cualquier tipo de asistencia humanitaria debe ser no hacer daño a los que pretendemos ayudar. Punto".

Si quieren denunciar la incompetencia y la lentitud de la respuesta a la crisis de los refugiados, que nos llamen a los ciudadanos europeos a marchar con ellos sobre Bruselas para hacer oír nuestra voz; que se ofrezcan como voluntarios para las nuevas e imprescindibles tareas de identificación y trámite de las solicitudes de asilo, mientras no llega la burocracia paneuropea. Tener reparos por la deportación a Turquía es comprensible, pero no se pueden bloquear las salidas porqué el riesgo es agravar aún más la situación de esa pobre gente.

Los refugiados no han de ser la carne de cañón de nuestras guerras políticas, ni dentro ni fuera del sistema europeo. Nadie debe arrogarse ninguna supuesta superioridad moral, especialmente cuando unos niegan el derecho de asilo y el socorro a personas en situación de riesgo y otros, so pretexto de ayudarlos, los utilizan como arma arrojadiza para obtener réditos políticos.